El Ilegítimo 5° Príncipe

Capítulo 3: Soy Bienvenido, o no?

Ya habían aterrizado, todo estaba tranquilo, nadie se movía. Selim estaba que explotaba de los nervios, podía ver a los caballeros reales acercarse por la ventana. Decidió romper el hielo y preguntar

—Soy bienvenido, o no?
—Por supuesto! ¿Por qué no lo serías?
—Yo- ...nada

Estaba nervioso, realmente nervioso, Laika posó su cabeza sobre su regazo, él la acarició con ternura, ella podía llegar a ser intimidante para los demás, ya que parecía un lobo, pero para él era la cosa más tranquilizadora del mundo. Ok, no podía acobardarse, ya estaba ahí, inhaló y, con los ojos suavemente cerrados, asintió con la cabeza.

El guardián bajó primero, ayudó a su amo a bajar aún así no lo necesitara, era para mostrar elegancia, una buena primera impresión, luego bajó una tímida Laika, quien se escudó detrás del pelirrojo. Para la sorpresa del joven príncipe, todos los caballeros se inclinaron ante su presencia, aunque no parecían muy contentos que digamos, era de esperar. Uno de ellos habló.

—Saludos, 5to Guardián, 5to Príncipe, su Majestad los está esperando —dijo sin emoción alguna, hizo una seña formal para que lo acompañen y ellos obedecieron.

Un guardia tomó cuidadosamente a la perra y se la llevó. Selim no paraba de girar su cabeza para todos lados, los largos pasillos estaban decorados con estatuas coloridas y retratos de personas rubias, hombres y mujeres bastante agraciadas. Caminaron hasta terminar frente a una gran puerta doble dorada, los caballeros se posicionaron en fila contra la pared y las puertas se abrieron de par en par, el joven dudó, pero finalmente entró. Ya ahí, en un gran trono rojo con dorado, se encontraba el emperador, su barba rubia le recordaba bastante a la de Enrique IIX, y su mirada que, aún estando en la puerta, le transmitía poder y peligro.
A medida que se acercaban, comenzó a sentirse nuevamente tímido y, al llegar a los escalones que llevaban al trono, pudo sentir el aura del gobernante, hacía ya mucho tiempo que no se sentía así de intimidado.
El 5to Guardián tomó la palabra

—Su majestad, mi príncipe está sano y salvo, no fallé
—No fallaste después de todo —respondió el monarca sereno, luego se dirigió al silencioso rubio —Tú eres...
—Me llamo Selim, mi madre es Turhan
—Turhan... la recuerdo muy bien, era la Doncella favorita de la emperatriz Safiye, tienes sus ojos ¿dónde está ella?
—Mi madre murió hace tiempo —respondió con brusquedad.
—... estás con nosotros ahora. Desde hoy, eres el 5to Príncipe del imperio Alhí, Selim de Alhí. Por el momento te quedarás en el palacio del 5to Príncipe junto al 6to príncipe para mayor comodidad —hace una pequeña pausa—Ihsan, sal de ahí y saluda.

De detrás del trono sale un chico rubio bien vestido, Selim no le daba más de 15 años, tenía ojeras, su cabello largo estaba apenas recogido sobre su hombro izquierdo

—Saludos, soy el quin- 6to príncipe Ihsan, es un placer conocerlo, 5to hermano —saludó con una reverencia, parado junto al trono miró a su padre y este asintió —si me permite, hermano, lo acompañaré al 5to Palacio.
—¡No! Tengo preguntas —respondió apresurado, realmente tenía muchas preguntas
—Su Majestad está ocupado con asuntos imperiales, yo responderé a sus dudas lo mejor que pueda.

Selim asintió con los puños apretados, resultaba que su padre estaba demasiado ocupado para responder preguntas. Ihsan se dirigió a la salida y 5to lo siguió, el guardián, quien se mantuvo en silencio, exclamó en voz alta
—SUS ALTEZAS, EL QUINTO PRÍNCIPE SELIM Y EL SEXTO PRÍNCIPE IHSAN SE RETIRAN.
y luego los siguió.

El emperador se hundió en el trono con un suspiro pesado
—Madre, que mal te he hecho?

En el gran y lujoso pasillo reinaba el sonido de las pisadas de los príncipes, fueron dos minutos de silencio hasta que el menor habló.

—Dígame, hermano Selim, ¡cuáles son sus dudas?