¿Y si lo hago yo?

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Claramente Miguel no tenía ningún reparo en gritarle y decirle lo pésimo que era su comportamiento justo al día siguiente. Pavitr tenía una expresión de cansancio y aburrimiento que el hombre no le pudo quitar con sus gritos. Cansado de su reciente indisciplina, le dejó ir a casa. Pav, al contrario de lo esperado, se quedó en la sociedad, dando vueltas sin su ritmo de costumbre. Iba de un lado a otro, como si examinara el lugar. La verdad tenía la cabeza en otro lado. Prefería no recordar lo ocurrido, ya que de todas formas había estado con los ojos apretados la mayor parte del tiempo. Solo tenía recuerdos centellantes que despertaban calor en las mejillas y vientre. Varios de los integrantes trataron de tener una conversación con él, pero este se mostraba más distraído que de costumbre. Se columpió de un escaparate suspirando repetidamente.

- Todos están diciendo que estás raro y Miguel tiene un alboroto por tu comportamiento – escuchó decir. Adivinó que se trataba de Gwen

- Ah si, un gran tipo ese Miguel – bromeó sin muchas ganas Pav

- Lo peor del caso es que estuviste con Hobie, ¿pasó algo? – le consultó en un tono en el que parecía adivinar lo ocurrido. Eso lo exaltó

- ¿Pasar algo? – soltó una risa – En absoluto, todo normal, todo bien – Se dejó caer a su lado

- A mi me suena a que pasó mucho – lo desenmascaró ella

- ¿Bromeas?, ¿qué podría pasar? – comenzó a divagar – Él es un hombre, yo soy un hombre – rio nuevamente - ¿Eso estaría bien? – ella le dedicó una sonrisa. Se había delatado solo

- ¡Ay, Pav! – se rio ella – Es decir, estaría cool, pero... ¿Hobie? – la cara del chico parecía de gran confusión – Tu me entiendes... ¿Hobie? – el silencio se hizo más prolongado – Seamos realistas, no es un tipo serio, para nada

- No voy siguiendo el paso – se excusó ladeando la cabeza muy confundido - ¿Tendría que ser en serio?

- ¿No quieres que sea serio? – se extrañó ella. Viniendo de Pavitr, esperaba como mínimo un matrimonio

- Yo... ¿Serio? – comenzó a verborrear – Yo no quiero nada serio, quizá sí, pero ¿con Hobie?... no sé ni qué decirte – le confesó con una mueca desesperanzada

Ella se rio de buena gana y le llevó una mano al hombro. Le invitó a beber algo a la cafetería. Conversaron un poco del tema. Ella le explicó que conocía al chico en cuestión, pero que sea lo que fuese que estuvieran haciendo, no llegaría muy lejos. Eso de alguna manera no molestaba a Pav, pero si le incomodaba ligeramente. Ella lo animó a que no se involucrara demasiado, que se lo tomase como algo pasajero de lo cual podía disfrutar, pero fue enfática en que el chico no se apegara mucho. Sabía que era un buen hombre y muy delicado a pesar de su apariencia fuerte y segura. También se preocupaba de que sus amigos no fuesen dañados. Aunque era amiga de ambos, apelaba más por el noble corazón de Pav.

Este decidió volver a casa. Allí estaba todo lo que necesitaba para estar en calma. Una buena bebida caliente le reconfortaría el alma. Le había quedado un mal sabor de boca con la conversación mantenida con Gwen. Sabía que no iba en serio, solo había sido... bueno, sexo. No había involucrado ningún sentimiento, ¿o sí? Pensó un poco en ello mientras calentaba el agua. La tía daba vueltas por la casa, mirándolo de reojo mientras él suspiraba de vez en cuando. Su pequeño corazón si latía cuando recordaba esa vaga sonrisa marcada del otro chico. También latía cuando recordaba las escenas más subidas de tono, y no solo por la excitación. Se bebió el té lentamente, saboreando cada rasgo aromático del contenido mientras analizaba la situación. Sí. Resultaba que estaba perdido. Completamente perdido. No podía calmar el ansia de verlo de nuevo. Sabía que nada cambiaría en su relación normal y podrían comunicarse como siempre. Lo cierto es que había esperado verlo durante el día en la sociedad, pero no fue muy complicado llegar a la conclusión de que, o Miguel los había mandado a llamar con mucha diferencia horaria, o bien, Hobie simplemente no se había presentado. Soltó una risa despacio al pensar en la última opción. Eso volvía loco a Miguel e imaginarlo así le causaba mucha gracia.

¿Y si quiero algo más?/ Pavitr x HobieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora