Pavitr se retiró con un nudo en la garganta. Esta bien. Sabía que se había arriesgado demasiado por un poco de la atención ajena, pero extrañamente no se sentía culpable. Era como esas cosas que hacen los niños pequeños. Más que nada una actitud infantil, pero le pesaba más tener que aguantarse y esperar para ver al poco legible chico que se le enfrentaba en la vida.
En casa hizo muchas cosas, pero la mente volaba recordando momentos efímeros y a veces, solo a veces, hilaba cosas que le hubiese gustado que ocurrieran. Suponía besos que no ocurrieron y calores que le parecían inevitables. Imaginó sus labios gruesos en los suyos: delgados y algo resecos. Esa boca parecía hecha para humedecer sus tristes labios corroídos por el calor. Se balanceaba por la ciudad haciendo cosas mientras el cuerpo le hervía de ganas de repetir ciertos actos indebidos. El calor de la superficie parecía nada en comparación al que le suscitaba de las entrañas.
Durante la noche tardó en dormirse. Esperaba que de algún lugar de los rincones surgiera el chico con su resplandor, pero por más que esperó, no ocurrió. Terminó por yacer en la cama sin interrupción alguna. Se despertó a la misma hora de siempre, totalmente decepcionado. Le esperó por varios días y nada. ¿Y si ya no volvía a verle?
La cuestión estuvo mucho en su cabeza. Aún cuando hacía lo que le gustaba, recordaba a Hobie. Siempre tendría algo ingenioso que decirle. Lamentaba terriblemente no pertenecer a su universo, pero de ser así ¿él ya no podría ser Spiderman? Le molestaba de solo pensarlo, aunque ser salvado por esos largos brazos no estaría mal. Pensó en su propio universo y le aconteció que realmente no estarían bien si él allí. Abandonó la idea levemente cuando un accidente se levantaba en las carreteras de Munbai. Una chica parecía estar más lesionada. La levantó con su fuerza y la llevó a un lugar seguro. Parecía tener su edad.
- ¡Hola! – le dijo para despertarla de lo que parecía inconciencia. Pareció reaccionar a su voz - ¿Cómo te llamas?
- Gayatri – contestó ella con un hilo de voz
- Todo va a estar bien, Gayatri – le dijo el muy seguro de sus cuidados – Pronto irás al hospital
Los servicios médicos llegaron y se la llevaron a un hospital cercano. Él, que aún tenía la sensación de su mano tibia en su traje, decidió que iría a visitarla para ver cómo se encontraba. Su rostro se quedó en su retina. Parecía el tipo de persona que se llevaría bien con él. Se alejó del lugar con rapidez y volvió a casa para comer con su tía mientras trataba de mantener una conversación decente sin mencionar absolutamente nada de lo que hacía fuera de esa máscara que cargaba.
Hobie no llegó los próximos días tampoco, ¿qué tan ocupado estaría para no visitar a un amigo? Se vistió para ir al hospital. Llegó a la puerta del gran recinto y en la recepción preguntó por Gayatri.
- ¿Gayatri, qué? – quiso confirmar la mujer de la recepción
- ¡Gayatri! – dijo animado – Tuvo un accidente hace poco, en la ruta, es una compañera de curso, pero... no puedo recordar su apellido. Quisiera verla para saludar
- Esta en el segundo piso, sala 13
- Muchas gracias – sonrió él.
Se alegraba de la baja seguridad y burocracia de estos lugares en particular. No solía visitar a la gente que salvaba, pero se sentía algo miserable y le alegraría ver que la chica se encontraba bien. Subió rápidamente las escaleras y cruzó el umbral de la habitación 13. Pudo vislumbrar a la chica con un yeso en la pierna. Ella le dedicó una mirada curiosa.
- ¿Te equivocaste de persona? – le preguntó con una sonrisa
- ¡No, para nada! – se excusó con lo que había planeado – Estuviste en el mismo accidente que mi tío y quería verificar que todo estuviera bien – le dijo como si fuese cierto - ¡Te traje flores!
- ¡Qué hermosas! – le dijo estirando las manos para recibir un pequeño manojo de flores silvestres.
- ¿Te gustan? En la zona son muy comunes, pero no todos las miran igual
- Crecen cerca de mi hogar -mencionó ella – me encantan
Le invitó a sentarse a su lado en la cama. Conversaron como si se conocieran de toda la vida, como si fuesen buenos amigos. No había hora de visita, así que básicamente se tendieron hablando. Eso hacía que Pavitr se olvidase de Hobie al menos por un par de minutos. Iban a escuelas diferentes en la ciudad y el padre de ella pertenecía a la policía. Pav pensó que era uno de los buenos y eso le alentó a seguir hablando con la chica.
Pasado algún tiempo el sentido arácnido de Pavitr se activó, por lo cual se despidió de la chica y se marchó a sus labores. Cuando volvió a casa pudo por fin decirle a su tía algo real: había conocido a una buena chica el día de hoy. Ella pareció emocionada. Rara vez él hablaba de su circulo social. Le preguntó cómo se veía y cómo la conoció. Ahí tuvo que mentir y que habían hablado por una situación tonta en el parque. Ella apreció creerle y pronto la noche cayó sobre sus cabezas.
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¿Y si quiero algo más?/ Pavitr x Hobie
FanficEl spiderverse puede ser algo más que apasionante por la acción. El romance puede cumplir un papel importante, pero ¿será realmente amor? Pavitr tiene su aventura escandalosa con Hobie. Un pequeño paso entre amor y lujuria los separan y solo hay una...