Promesas

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Se alarmó cuando Gayatri le habló a su teléfono. La verdad no quería pensar mucho en ello y tenía la noción de que serían buenos amigos, por tanto, iniciaron una conversación a través de mensajes que no era muy fluida debido a los quehaceres de Pavitr. No quería ser grosero con ella ni perder la oportunidad de conocer gente. A veces el trabajo era solitario y el mundo aburrido, aunque siempre había algo que hacer allí. Pensó en Hobie largo rato queriendo volver a verlo. No se percató del sonido de su reloj, así que cuando lo notó, corrió al baño a responder. Se trataba de Miguel. Eso no era buena señal.

- Anoche, ¿dónde estabas? – le consultó como si no supiera la respuesta

- Salí a... a dar una vuelta

- Una vuelta, ¿Dónde? – apenas si esperaba respuesta

- Aquí... por aquí

- Sé que te estás viendo con Hobie de la tierra 138, eso debe parar. Ahora

- ¡Miguel, eso no es justo! – se quejó

- Lo que no es justo es que dos de ustedes arriesguen todo por... por una estupidez.

- ¿Te parece estúpido? – se alteró - ¡Estúpido es que lo prohíbas!, ¡Tú nos dejaste conocer!

- Si, y ese será mi último error – guardaron silencio de ambos lados – Si vuelves a salirte, aunque sea un segundo de tu mundo, te quitaré el reloj y ya no serás bienvenido en la sociedad

- Miguel... - intentó hablar

- Sabes bien que confío más en ti que en Hobie... no hagas esto más complicado

Antes de si quiera decir algo, Miguel cortó la llamada. Golpeó con fuerza la pared del baño, sin llegar a romperlo. Se dejó caer sentado sobre el inodoro, tomando aire constantemente y maldijo como corresponde a la vida.

Llegó a casa y pensó mil maneras para molestar a Miguel sin escapar de su mundo. Pensó en dejar de hacer su trabajo. Pensó en arruinar alguna cosa en la sociedad arácnida, pero nada parecía servir. La gente no tenía la culpa de lo que le ocurría a él y debía salvarlos. Debía hacerlo. Ya no podía llorar. Solo esperar pacientemente que el castigo se levantara de alguna manera mágica quizá y volver a esos brazos que lo aprisionaban. No sabía cómo reaccionaría Hobie. Tal vez él si pudiera arruinar algo. Tenía más valor que él.

Pensó varios días en el asunto. Hobie no se había comunicado ni se había aparecido. Pensó que le había llegado alguna amenaza similar o peor, así que decidido se coló en la sociedad arácnida. Iba determinado a hablar cara a cara con Miguel. Asumiría las consecuencias de sus actos, no sin antes pelear, aunque fuese un poco.

Miguel parecía haberlo esperado. Layla le comunicó varias veces de camino a su oficina que el hombre no estaba disponible para verlo. La ignoró. Ella sabía que las cosas no iban bien, después de todo, ella había avisado de los viajes sin reportar. Le dejó en paz llegar hasta Miguel, que ya estaba al tanto de la situación.

- No vas a cambiar nada hablando conmigo

- Voy a seguir el canon – le interrumpió – No necesito ser un genio para notar que Gayatri es la Gwen de mi dimensión – le dejó saber con una postura firme

- Te escucho – le dejó hablar

- Voy a seguir el canon, si es necesario tendré los hijos con ella, como Peter, y seguiré mi destino, pero necesito... necesito que me dejes ver a Hobie – se cortó la voz – Eso no intervendrá en mi progreso de vida en tu árbol o lo que sea de Spiderman, lo prometo

¿Y si quiero algo más?/ Pavitr x HobieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora