Efecto Colateral /DRAMIONE/ {TERMINADO}

{38} Caos

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Caos

— ¿El niño es fruto de tu casamiento con Astoria o es hijo de una muggle, o sangre sucia con la que te aventuraste? — Lucius preguntó, las palabras saliendo con desprecio de su boca, casi como si la sola idea le diera náuseas.

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Draco alizó su camisa por quinta vez. Esa prenda no tenía arrugas y estaba impecable, haciendo juego con un pantalón de jean oscuro que él había elegido para la ocasión. Draco mal había dormido de noche, y a decir verdad, ella tampoco. Cuando Hermione salió de la cama ese día lo encontró sentado frente a la mesada, las manos sobre su cabeza, su mirada perdida.

Ella se había aproximado con cautela, temiendo saber a qué conclusión había llegado, pero él se lo hizo saber tan pronto como la vio entrar en la sala y acercarse.

— Iré a hablar con mis padres — Draco había comenzado con firmeza pero su determinación se había marchado a medida que exponía su plan — Les hablaré de Scorpius y pediré su ayuda para mantenerlo alejado de los Greenglass.

Hermione había asentido con la cabeza, sin estar muy segura de que decir. No quería ofrecer comentarios negativos o dejar salir el miedo que había estado sintiendo durante toda la noche. Draco había dejado muy en claro que sus padres no serían buenos para su hijo y lo había visto a través de las historias que él había contado antes, pero quizá él había llegado a la horrible conclusión que ellos eran mejor que los padres de su difunta esposa.

— Ellos me ayudaran, el mundo mágico conocerá a mi hijo y antes de todo eso le contaré todo a Scorpius.

— Eso me parece un buen plan — ella ofreció, sin comprometerse. No es que no creyera que el plan era de hecho bueno, sino que más bien temía estar cambiando un mal por otro mal. Quizá Draco sabía las dimensiones mejor que ella, pero no sería ella quien le aconsejaría a huir ahora. Sabía que no debía hacerlo, sabía que él ya había decidido hacerlo antes, solo había deseado que todo no se hubiera precipitado tanto.

— ¿Puedes quedarte con Scorpius mientras voy a verlos? — Draco preguntó, su tono suave y suplicante, como si su respuesta pudiera ser otra que no fuera si. Ella asintió y para su sorpresa él estiró los brazos y la abrazo.

Draco no era una persona muy demostrativa, siempre parecía controlado y distante. Ella había aprendido a leerlo bien y sabía que por debajo de esa capa él solía ser romántico y compañero, pero ese gesto la había descolocado. Él estaba sentado y ella había estado parada, por lo que él se abrazó a sus caderas y fue un gesto tan sorprendente como cariñoso. Hermione le devolvió el abrazo, besando su frente para transmitir toda la tranquilidad que sabía que él estaba necesitando en ese momento.

— ¿Estoy haciendo lo correcto? — le preguntó, erguido la mirada para verla. Había cierto anhelo y deseo en sus ojos, un pedido de ayuda, de guía. Hermione sonrío y trato de ser lo más abierta posible.

— Estás haciendo lo mejor. — ella comentó y eso tendría que ser suficiente por el momento; él estuvo de acuerdo, asintiendo con la cabeza pero no la soltó. Fue suave, y dulce. El caos de todos eso podría aproximarlos después de todo, y Hermione no diría que estaba enojada por eso.

***

Draco no había sentido la necesidad de enviar una carta avisando de su visita. Había querido hacerlo, pero no había logrado redactarla de forma coherente luego de varios intentos fallidos, así que simplemente se había aparecido. Se había asegurado de dejar a Scorpius con Hermione y luego de eso le había pedido a Pansy que lo apareciera. Pensé que llegar con ellas sería mucho más ameno que hacerlo con Hermione. Ciertamente no pretende esconder que la bruja estaba en su vida, ese no era el plan, pero debía contar las novedades suavemente y esperar a que las dirigieran. Sus padres podrían no estar favorables a todo lo que le había contado, pero precisaba que lo hicieran si quería el apoyo de ellos.