Efecto Colateral /DRAMIONE/ {TERMINADO}

{14} Hay algo mal en mi

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Hay algo mal en mi

— Yo... — su voz se volvió a cortar — hay algo que no está bien en mí.

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— Se casó con Ginny — afirmó Hermione por tercera vez, dado que Draco aún no salía de su incredulidad ante el hecho.

— No puedo creerlo... — comentó, pasándose una mano por el cabello de modo distraído y lanzándole la misma mirada que en las tres veces anteriores: desconfiado y divertido — Granger, sí esto es una broma...

— No es una broma, Draco. — repitió ella, luchando por contener la risa — Por Merlín, ¿por qué lo haría?

Él siguió mirándola, sus ojos grises brillosos iluminados por los rayos de sol que entraban por la ventana le daban un aire de inocencia y de diversión, pero aún así sumamente atentos, pareciendo querer descifrarla solo con el poder de su mirada, hasta que pareció rendirse.

— ¡Por Merlín! — se llevó una mano a los labios y sonrió ampliamente — Si Blaise hubiera estado para ver eso... — susurró con un aire nostálgico.

— Estoy bastante segura de haber escuchado a Nott mencionar eso. — comentó Hermione — Él hubiera estado bastante feliz de tenerte en ese día también. Su casamiento fue hermoso. Sencillo, pero muy elegante — contó con interés.

— Theo y Ginny, eso es realmente sorprendente. Nunca me lo hubiera imaginado — devolvió él, pero no con desprecio, su tono parecía más bien soñador. Como si estuviera tratando de hacer una imagen mental de los dos. — ¿cómo está él? Theo... ¿Está bien? — cuestionó, clavando sus ojos en Hermione.

— Él está bien — respondió ella, tratando de recordar sus últimos encuentros con el mago para tener una idea más clara  —no suele reunirse mucho con nosotros. Es bastante aislado, tiene algunos conflictos con su pasado pero está luchando, él no...

Ella se cayó de golpe, dándose cuenta demasiado tarde de lo que había estado por decir. Draco asintió silenciosamente con la cabeza, sus ojos bajando a las bandejas sucias de comida.

— Lo siento, Draco. No quise decir eso — se apresuró a añadir la bruja.

— Está bien — devolvió el rubio, alzando la mirada, con una sonrisa triste en su rostro y en sus ojos — Debes de pensar que soy un cobarde. — agregó, las palabras lentas y suaves, pero no había rencor o enojo en ellas. Hermione negó con la cabeza, pero él no se detuvo. — Doblemente cobarde — añadió con una risa carente de humor — por el colegio y por huir...

Draco se puso de pie de golpe, su silla chillando en el suelo con un sonido metálico molesto. Algunas cabezas se voltearon a verlos. Hermione imitó su gesto con rapidez, lamentando su estupidez.

— No fue es lo que quise decir, y-yo...

— No importa. — acotó él, su mirada clavada en ella de un modo que la bruja estaba segura que podía perder el norte, mientras él jugaba distraídamente con su anillo de casado. — Lo hicimos por nuestro hijo, no importa lo que pienses de mí, lo volvería a hacer. — espetó con fuerza en sus palabras pero su tono manteniéndose bajo y tranquilo, algo que sobresaltó a Hermione mucho más que si hubiera gritado — No importa... — repitió. — será mejor que nos vayamos.

Draco dio media vuelta para mirar a los juegos, pero Hermione se adelantó y tomó su mano entre las suyas, llamando la atención del mago, que bajo la mirada a ese gesto inusual y luego los subió a sus ojos.