Capítulo 12 - La noche más fogosa (Parte 7)

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Moa, absolutamente excitada, subió a la cama y se colocó entre las piernas de Su.

- ¿Estás lista, mi amor? - preguntó.

- Sí, Moa-chan. Penétrame, por favor húndete en mí. Hazme el amor de la manera que tanto deseo - pidió Su, entrelazando sus brazos alrededor del cuello de su compañera de vida.

- No tienes idea de cuánto deseo lo mismo - confesó Moa recostándose sobre Su para besarla e iniciar un delicado roce con "su pene" por sobre la húmeda intimidad de su amada. Aquel rozamiento de su gloriosa zona íntima sobre aquel gigantesco miembro de silicona que momentos atrás había estado en su boca, la excitaba enormemente. Pero La Reina, quería más. Mucho más. Ella anhelaba descubrir lo que era entregarse por completo y sentirse plenamente llena, por primera vez en su vida.

Sin demorar más, Su tomó con determinación "el pene de Moa" y lo guió hacia su palpitante intimidad, rebosante de expectación.

- No. Déjame hacerlo a mí, Su-chan

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Su al escuchar lo decida y dominante que sonó la voz de Moa. Sin dudas, su adorada Chica Koala la iba a hacer gozar como nunca antes.

Moa imitó la acción de Su y llevó "su pene" hacia la intimidad de la mayor. Con un suave movimiento de cadera, permitió que la punta del grueso falo comenzara a introducirse poco a poco en Suzuka, abriéndose paso con dificultad en aquella estrecha zona íntima pese a la humedad desbordante que esta ofrecía. A Su la invadió la excitación, pero también experimentó un ligero dolor que trató de ocultar, aunque su expresión momentánea de malestar, la terminó delatando.

La dueña de casa la miró con preocupación e intentó retroceder, no obstante, fue interrumpida a medio camino.

- Tranquila Moa, sigue adelante... - Su la acercó a ella para besarla con desenfreno, animándola a continuar.

- Su-chan, ¿estás segura? - indagó, genuinamente preocupada por el bien estar de Suzuka.

- Jamás he estado más segura de algo en toda mi vida. - inhalando profundo, Su respondió cálidamente. - Quiero compartir esta experiencia contigo, Moa. Anhelo entregarme a ti como nunca antes lo he hecho con nadie. Deseo que seas tú, y solo tú, quien me penetre por primera vez en mi vida con el strapon. Tú, mi compañera, mi confidente, mi amiga, mi todo. Mi adorada Moa-chan. Te amo, Moa, te amo de manera incondicional. Hazlo, mi vida

Los pensamientos de Moa se agolparon en su mente al oír esas bonitas palabras, llenándola de amor, pero también de incertidumbre y temor. No quería estropear aquel momento tan especial que se encontraba viviendo junto a Su. La necesidad de complacerla estaba ahí, pero también, el miedo a hacerlo mal. Sin embargo, el fuego que ardía en sus venas, avivado por las palabras de confianza de Suzuka, la impulsaba a entregarse sin reservas.

- Mi amor... - susurró finalmente Moa, iniciando un beso cargado de amor, pasión y lujuria, reanudando su suave empuje de cadera.

- Nnnngh... así Moa, así... e-estás haciéndolo m-muy, uhmmmm, ... muy bien... - musitó con dificultad Su, aferrándose a los hombros de la más joven y clavándole las uñas instintivamente en un intento de soportar lo que generaba en ella aquel largo y grueso invasor, que, aunque le provocaba dolor y estremecimientos, también la llevaba a una sensación de éxtasis como nunca antes había experimentado con cada centímetro que este ganaba dentro suyo.

Cuando la cadera de Moa se unió a la de Su, La Chica Koala supo que se había hundido completamente en el amor de su vida.

- Te encuentras bien, ¿verdad? - Moa acarició el rostro de Su con ternura al preguntar.

Amor Eterno - Temporada UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora