Todavía era temprano cuando JinYoung se levantó abruptamente tras escuchar varios ruidos provenientes de la cocina. Al haber tanto movimiento en su casa el miedo lo invadió y se cubrió con el cobertor hasta la cabeza pensando en como podría escapar porque creía que un ladrón se había metido a su casa, o mejor dicho, como se defendería ya que al vivir en un departamento en el quinto piso no tendría manera de salir por una ventana además que no dejaría a su hermano... ¿Su hermano? Ohh, cierto se le había olvidado Yugyeom.
Revisó la hora en su celular y al ver que todavía faltaban dos horas para ir a clases y a él le quedaba una hora más para dormir se levantó un poco enojado porque interrumpieran su sueño. Llegó a la cocina de donde provenía tanto escándalo y lo que vio solo lo estresó más; la noche anterior había dejado todo en perfecto orden pero ahora había harina regada por varios lados y trastes sucios. Soltó un largo suspiro, levantó la mano para señalar todo el desorden pero justo antes de empezará con su regaño, Yugyeom, se volteó a verlo regalandole una sonrisa a manera de disculpa por lo que hizo.- Te juro que voy a dejar todo igual de limpio a como lo dejaste.- Yugyeom bajo la cabeza esperando el regaño de su hermano mayor, sin embargo, este nunca llegó.- ¿No vas a decir nada?
Al ver todo tirado, JinYoung, en verdad quiso gritar y más porque lo despertó pero al darse cuenta de lo dulce que era el aroma de su hermano por lo feliz que estaba no se atrevió, además, le causaba demasiada curiosidad el saber cual era el motivo.
- ¿Por que estas tan contento?.- había pasado mucho tiempo desde que había visto a su hermano tan sonriente tanto como para que quisiera hacer galletas como las de su mamá.-¿Por qué estas tan feliz hoy, Yugyeom?.- cuestionó el alfa mayor que lo observaba con ojos entrecerrados y se acercaba a tomar una galleta de la caja que todavía estaba abierta, provocando que su hermano se molestara.
Eso pasa porque no sabes disimular.
Lo dice el que desde ayer no deja de mover la cola.
El lobito se cubrió la cara con vergüenza porque Yugyeom tenía razón, desde que sus ojos se encontraron con Jungkook no pudo sacarlo de su cabeza y el solo recordarlo hacia que su corazón se emocionara. Había caído completamente ante los encantos de Jeon Jungkook solo con que le sonriera y creía que era lo mejor que le había sucedido.
Yo sé que es hermoso pero ponle atención a tu hermano.
Nuevamente JinYoung estaba comiéndose otra galleta y por lo visto iba por la tercera de no ser porque Yugyeom le daba un ligero golpe en la mano, algo que sorprendió al mayor que abría los ojos con indignación pero con mayor curiosidad ya que debía de ser algo muy importante para que su hermano reaccionará así ya que hasta ahora sólo horneaba galletas para él y sus padres.
No creo que sea buena idea, eso lo hace aún más sospechoso.
Decía Yugy levantándose de su lugar, estirando un poco sus patitas delanteras para que por lo menos uno de los dos disimulara un poco aunque por su dulce olor a café era imposible.
- ¿Para quién son las galletas?.- ignorando a su hermano, JinYoung tomó otra galleta más, el menor hizo un puchero porque esas galletas eran para Jungkook.
¿Crees qué le gusten?.
Por supuesto, Yugy, es la receta de mamá y sus galletas nunca fallan además siempre me quedan muy bien.
El alfa estaba tan emocionado por ver la reaccion de Jungkook al probarlas que no se daba cuenta que su hermano estaba arrasando con sus galletas pero al notarlo de inmediato se las quitó.
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Mi destinado oculto.
FanfictionDesde que Jungkook era un cachorro soñaba con ser un omega y encontrar a su destinado como sucedía en las bonitas historias que le narraba sus padres antes de dormir. Sin embargo, no todo sale como quisiéramos o mejor dicho no llenamos las expectati...