Capítulo 10

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Kim SeokJin no dejaba de sonreír mientras leía las últimas lineas de un libro que le había encantado de principio a fin, sin duda los finales felices eran sus favoritos. Soltó un largo suspiro, pusó su libro sobre la mesa y después de un largo tiempo se permitió observar a su alrededor y vaya sorpresa que se llevó al darse cuenta que  había oscurecido, vio la hora en su celular y estaban a punto de dar las 10 de la noche. De inmediato guardo sus cosas tomó su mochila y le avisó a Jimin que en un rato llegaba al departamento antes de que llamara a la policía y pidiera que revisaran cada rincón de Seúl para encontrarlo.

Había ido unas cuantas veces a la capital pero no había tenido la oportunidad de ir a la Torre Namsan y ahora que por fin vivía ahí; ese era su lugar favorito, le encantaba la vista principalmente en la noche donde observaba todas las luces de la ciudad.
Llevaba unas semanas en la ciudad y aunque en un inicio pensó que sería difícil cambiar de residencia y adaptarse a la nueva universidad; todo iba de maravilla. Creía  que sería difícil estudiar gastronomía y seguir con su carrera en diseñó de modas pero todo estaba marchando perfectamente y vaya que lo agradecía porque amaba lo que hacía.
Además, vivir con Jimin era muy agradable, un sueño que tenian desde que eran unos cachorros y que por fin pudieron cumplir.

Jimin era su primo pero para él era su hermanito menor al que cuidaba y protegía de todo, desde pequeños así había sido y separarse fue de lo más difícil que  le había pasado.
Siempre habia querido tener un hermano pero lamentablemente y debido a que sus padres eran omegas era muy difícil que una paraja de la misma casta pudieran tener hijos, todos decían que era un milagro que tuvieran a Jin y que este se presentará como omega, no se quejaba de su familia pero le hubiera gustado que hubiera más integrantes.

Nosotros tengamos muchos cachorros.

Comento RJ que miraba de un lado a otro con curiosidad mientras SeokJin negaba.

¿Qué?  Tu dijiste que querías cachorros y yo también quiero.

Lo sé y si pero todo a su tiempo.

El lobito rodó los ojos, bufo y mejor se hizo bolita porque ya había perdido su buen humor. Cada que algo lo alegraba aparecía Jin y como si su única misión fuera destruir sus sueños; lo hacía. No es que el omega fuera malo con él solo que había ciertos temas en los que era demasiado tajante, por ejemplo ahora; sabía que también quería cachorros pero "todo a su tiempo" y no es que RJ los quisiera ya pero con eso de que Jin planeaba todo meticulosamente lo hacia pensar que jamas llegaría ese día. Porque antes de eso tenia que rogarle a la Luna que el omega se enamorara, algo que era casi imposible y todo porque se negaba a conocer a cualquier alfa que se le acercaba.
Desearía conocer a su destinado pero sabía que de todos los alfas en el mundo ese tenía menos oportunidad que los demás porque no lo aceptaría tan fácil, antes de que algo así pasara el pobre tendría que pasar un montón de pruebas para que lo aceptará primero como amigo.

Deja tu dramatismo.

Sabes que es verdad.

Jin soltó un suspiro y decidió dejar todo hasta ahí antes de que RJ se enojara aún más. Siguió disfrutando su camino con tranquilidad ya que solo había unas cuantas personas debido a la hora, sin embargo, se distrajo cuando sintió un aroma lleno de miedo, proveniente de un omega y al parecer no estaba solo porque también sentían el aroma de un alfa.

Jin ten mucho cuidado.

El lobito se levantó de inmediato y observo por todos lados hasta que encontró que el aroma provenía de un edificio que estaba detrás de ellos, donde había varios árboles y no habia tanta luz.

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⏰ Última actualización: May 09 ⏰

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