TL_: Escapando del mismo Infierno

Preparaciones para la batalla

En el Árbol de la Vida todo era paz y prosperidad para los animales de diferentes razas, hábitats y necesidades especiales siendo un hermoso lugar de gran variedad, todo gracias a la sabiduría de la reina Shujaa quien supo cómo manejar sus reglas y leyes entre todos los habitantes.
Sin embargo, el demonio Uhari se liberó de la presión que el Señor de los Muertos Akuji había creado específicamente para él empezando a causar caos en la tierra.

Los años pasaron y la reina del Árbol de la Vida había vivido por mucho tiempo, teniendo la oportunidad de conocer a varios guerreros con potencial de derrotarlo si unían fuerzas juntos:
-Kiongozi.
-Mengi.
-Kisasi.
-Joka.
-Zahur.
-Safi.

Y junto a Shujaa, sus poderes eran suficientes para eliminarlo... Pero el problema fue cuando ese monstruo otorgó parte de su poder a 3 individuos diferentes, 3 leonas con un poder espiritual enorme y que solo al recibir su poder se volvieron más poderosas siendo capaces de borrar reinos enteros y borrar localizaciones del mapa.

Eso terminó complicando más el plan de la reina Shujaa, la cual entonces decidió usar los últimos 3 meses de paz que tenían en entrenar a todos juntos y si bien muchos no se llevaban entre sí, era necesario que aprendieran a trabajar en equipo.

Los equipos se dividieron por 2 luchadores cada quien, siendo Mengi junto a Kisasi, Zahur con Safi y por último el equipo más disfuncional en cuanto a ideales, personalidades y poderes siendo Kiongozi y Joka unidos. De todos las parejas de entrenamiento, ellos eran los más problemáticos entre sí ya que no eran capaces de sincronizarse, ponerse de acuerdo o simplemente adecuarse a un estilo propio de combate.

Ella no sabía que hacer, porque no podía perder tiempo dándoles su espacio ya que eso afectaría negativamente los resultados del entrenamiento y no quería lidiar con eso, pues Uhari se acercaba y el tiempo para prepararse se estaba terminando. Busco todas las opciones y escucho sugerencias de sus herederas las cuales estaban igual o peor, pues no sabían muy bien como ayudar a ambos felinos que a pesar de todo seguían siendo un león y un tigre que son considerados rivales a muerte, incluso siendo una rivalidad más fuerte que la rivalidad entre hienas y leones.

Shujaa consultó con quien pudo, pero entonces una felina de rayas se acercó para darle una idea siendo nada más ni nada menos que Nimue, ella le dijo que para poder hacer que ambos felinos pudieran entrenar y evolucionar era a través de competencias. Pues obligarlos a entrenar juntos sabiendo que no se llevan bien, era muy complicado y aparte no sirve hacer que jóvenes guerreros traten de llevarse bien.

Así que le dijo que Kisasi tenía un poder superior al de ambos, obviamente porque ha entrenado más tiempo que ellos y que si tratarán de superarla al mismo tiempo podrían idealizar una meta que sería superarla.
Eso sin duda asombró a la reina, pero luego se puso un poco indecisa ya que Mengi se quedaría sin compañera de entrenamiento, aunque Nimue le dijo que a Mengi no le molestaría conocer mejor a Zahur y Safi para poder adaptarse a otro tipo de personas y habilidades.

Con eso dicho, la reina dejó en sus patas el cuidado de Kiongozi y Joka para que empezaran a llevarse mejor y a entrenar juntos.

-Muy bien chicos, como sabrán la reina me pidió de forma personal que hiciera que dejaran esas estúpidas riñas entre ustedes y comiencen a entrenar juntos.- Dijo sin más la tigresa haciendo que el rayado fuera el que más se enfadara, mientras Kiongozi solo suspiraba y daba un leve asentimiento entendiendo que era cierto. -Así que tendrán que luchar y derrotar a mi mejor alumna, que ni Joka pudo igualar cuando era más joven.- Esto último lo dijo de forma algo burlona llamando la atención del león.

-¿En serio?, creía que eso era imposible.- Mirando de vuelta al tigre quien solo rodó sus ojos con una mirada fastidiada.

-Pues créetelo ahora, yo no soy alguien que demuestra sus debilidades o acepta que alguien es superior a mí.- Sonó arrogante y bastante molesto por ser superado por la hibrida, la cual ya había llegado volando.