EL PRECIO DE LA VENGANZA (PAUSADA)

Capítulo 4

Dominick:

Me visto con una remera clasica blanca lisa, un pantalón de mezclilla negro, soquetes negros y zapatillas deportivas Nike negras, coloco mis placas sobre mi pecho, abrocho sobre mi muñeca izquierda mi reloj analógico de cuarzo OLEVS, aplico perfume sobre mi y salgo rumbo al ascensor, bajo directo al estacionamiento y me dirijo hacía mi auto mientras paso mi mano derecha por mi pelo desordenandolo un poco, apenas me subo y enciendo mi nave mi celular comienza a sonar

-Aquí Dominick- contesto

-Comandante, lamento interrumpir su descanso- habla el general Louis -requerimos su presencia y la de su equipo en la agencia-

-Enrendido General, los reuniré y llegaremos de inmediato..-

-No será necesario- responde cortandome -ellos también fueron avisados, en este momento ya vienen hacia acá, los esperamos- corta la llamada y yo maldigo interiormente mientras doy aviso a mi familia para que no me esperen hoy..

Llego a la agencia de Nueva York y luego de pasar por el sistema de seguridad en la entrada y que el reconocimiento facial y de placas de mi auto abriera las puertas al terminar de escanear, me adentro en la propiedad a toda velocidad dirigiéndome hacia el estacionamiento.

Bajo y veo a James y a Steffan unos metros más adelante, me acerco hacia ellos y siento motores a mi espalda, me giro al tiempo que ingresa la camioneta de Cedric, más atrás llegan Lía, Gregor, Sarah y Jackson, cada quien en sus respectivos coches.

-Así que, equipo reunido he?- preguntó a James mientras los saludo

-Si eso parece- responde él mirando a los demás bajar de sus vehículos

-Quien podría vivir sin nosotros más de dos días seguidos?- se jacta Steffan presuntuoso

-Seguro que tu familia estaba deseando que te llamaran- bromea Jackson llegando hasta nosotros

-Oye, sabes que tu madre me prefiere a mi, cierto?- Steffan se regodea viendo como el ceño de Jackson se frunce

-Eso solo es una simple fantasía en tu ilusa y pobre cabecita- sonríe de lado

El resto se burla de la platica de niños y es que uno pensaría que hombres que lucen rudos, grandes y fuertes son maduros y con humor de perros dadas las caras de chicos malos que nos cargamos, pero no, lo cierto es que a veces pienso que estoy a cargo de un montón de niños, y no me malinterpreten, pero también soy parte de esos niños y eso me hace sonreír de forma inconsciente mientras nos dirijimos al ascensor, llamamos solamente uno ya que al estar en la agencia está se equipa con lo mejor, la cabina es bastante espaciosa y cómoda para un gran grupo de personas.

Comenzamos el ascenso en medio de burlas hacia Jackson y la preferencia de su mamá hacia nosotros.

-Oye, Dom, sabes a que se debe el llamado?- pregunta Cedric y todos me miran expectantes esperando una respuesta

-No, no se nada, estoy en la ignorancia igual que ustedes- asienten y se pueden sentir los nervios y la emoción que representa al estar ante una posible misión, es que por más que aún no sepamos de qué va esta reunión, no es normal que nos llamen luego de darnos días libres interrumpiendolos, así que algo grande tuvo que haber pasado para que llegarán a esto.

Salimos en silencio a paso apresurado hacia la oficina en el último piso, Sandra nos recibe con su sonrisa nerviosa y se acerca a nosotros para acompañarnos a la oficina

-Espero que hayan disfrutado a su familia, siento verlos tan pronto aqui- se lamenta mientras camina unos pasos adelante, Sandra es la asistente del general, una mujer simpatica de unos 40 años, se detiene en la puerta y voltea hacía nosotros al tiempo que abre -Mucha suerte y realmente espero que no sea algo grave-