EL PRECIO DE LA VENGANZA (PAUSADA)

Capítulo 29

Isaac Lodge:

Camino con mi andar seguro e imponente, mi porte y postura gritan poder, elegancia y grandeza, pulso el piso que necesito viendo a mis escoltas en dos perfectas filas, dos ingresan conmigo y el resto de mis hombres se dividen en dos grupos, uno se queda custodiando la planta baja, mientras el segundo se sube a otro elevador marcando el mismo piso al que me dirijo.

Salgo al pasillo y me detengo frente a la rubia que permanece detrás del mostrador, me mira desde su lugar con la boca y los ojos muy abiertos

-Buenas noches soldado, necesito hablar con la Comandante Cheryl Schmidt, podría indicarme donde se encuentra?- pregunto a quién recuerdo es su asistente

-Señor.. se.. es un placer- se detiene y toma una bocanada de aire -lo siento.. es su presencia tener un honor aquí- dice nerviosa haciéndome sonreír de lado, es el efecto de los hombres de mi familia en las mujeres -perdón, discúlpeme, yo quise decir..-

-Entiendo lo que quiso decir- sonrío amablemente para quitarla del apuro -ahora, la señorita Schmidt?-

-Claro, en la sala B112, puedo.. yo puedo guiarlo si..-

-No es necesario- respondo dando la vuelta hacía el ascensor -se perfectamente donde está- volteo hacía ella mientras pido el elevador -es mi instalación, recuerda?- ella asiente efusivamente con mejillas muy sonrojadas e ingreso en la cabina con mis hombres y marco el piso -quiero privacidad- me adelanto y ellos asienten.

Llego a la puerta de la sala y la observo a través del cristal, esta de espaldas a mi hablando con Xavier supongo ya que se encuentra sola, teclea en su computadora y levanta la vista a la pantalla frente a ella repetidas veces, ingreso a la sala y ella ni siquiera hace el amague por voltear, aprovecho que no me escuchó y permanezco a sus espaldas cruzado de brazos y escuchándola atento mientras la observo trabajar

-Xavier el escudo lo interpondremos sobre ellos, se desplazarán desde arriba no podemos ponerlo solo a un lado- ordena -no sabemos desde que direcciones les dispararán y seguro intentarán rodearlos, esos putos japoneses acostumbran a atacar por la espalda- sonrío ante su vocabulario tan sofisticado -las balas podrán salir de la pantalla pero no entrar- avisa y la inteligencia que tiene viene de sangre, es brillante por donde se la mire, me recuerda a mi querido hermano.. se parece demasiado a nosotros y viéndola así se me hincha el pecho de orgullo, la extrañe con locura y el amor que le tengo es brutal. Una cálida nostalgia se apodera de mi mientras sigo sus movimientos

-Todo esta listo, solo falta que los enemigos lleguen al lugar para tener más control- dice Xavier y el escuchar su voz hace que mis ojos se empañen

-Perfecto, por los drones de la entrada tendremos la cifra exacta- determina -el maldito de Jobbs tendrá que besar mis malditos píes, voy a salvar el trasero de los suicidas que siguen sus órdenes y su propio pellejo por las represalias de los idiotas que están sobre él- pongo cara de indignado ante eso

-Auch- me quejo observando como se paraliza y se gira muy lentamente hacía mí -así le dices a tu tío preferido?- inquiero mirándola con falsa reprobación

-Puta mierda..- murmura girandose por completo y mirándome con sorpresa

-Cuide ese lenguaje jovencita- la señalo -y qué? No vendrás a darme un abrazo?- pregunto y la sonrisa que se dibuja en su rostro hace que mi corazón se contraiga de felicidad, corre hacía mi y yo hacía ella alcanzandola a medio camino, la tomo por la cintura y la giro cargandola en mis brazos mientras nos reímos, se prende como koala a mi torso y nos damos un apretado abrazo mientras huelo su cabello calmando mi ansiedad por tenerla junto a mi llenando mis pulmones de su dulce aroma -te extrañe tanto tigresa- confieso y ella me aprieta más