Capítulo 60

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Daphne:

Repaso por decima vez el historial de cada ex militar implicado en los ataques y no encuentro nada, ni un resquicio en sus perfectos expedientes y suspiro frustrada mientras cierro los ojos para frotar mis párpados un momento, hace más de 8 horas nos pusimos a detallar meticulosamente la información de los escoltas presidenciales y algunos de los capitanes que dispuso el Teniente a mi cargo ya están en la tarea de vigilar y seguir sus pasos de algunos que están en su tiempo libre justo ahora y otros que siguen en servicio activo

-Aún aquí Comandante?- abro mis ojos mientras hago girar la silla y observo al Teniente ingresar y pegar sus ojos en la gran pantalla a mis espaldas

-Aún aquí- afirmo lo obvio mientras vuelvo a girar y muerdo mi lengua para no hacer un comentario irónico -no hay siquiera una sola infracción en ninguno de estos hombres, su tiempo en servicio fue más que excepcional- escucho sus pasos hasta detenerse justo a mi espalda y comparto en la pantalla cada uno de los rostros de los ex militares -estuvieron casi toda su vida en campo de fuego sirviendo a su país y en su mayoría renegaron negándose cuando debieron darles de baja dado a condiciones físicas, nada de esto tiene sentido- suspiro mientras recuesto mi espalda en el respaldar y observo al teniente inclinarse hacía la pantalla mientras apoya sus manos en el escritorio

-Esto es un gran montón de mierda, si me disculpa el lenguaje- voltea hacía mi con su ceño fruncido -es un despiste cierto?- pregunta con más seguridad que duda

-Me temo que si- le doy la razón mientras regreso mi vista al frente y reemplazo la imagen con las fotos de los escoltas y su información -queda esperar poder encontrar algo en los escoltas presidenciales, de no ser así.. estamos jodidos- suelta una risa despreocupada mientras se incorpora

-Donde están los capitanes?- pregunta recorriendo la gran oficina con los ojos como si fueran a estar escondidos bajo alguna mesa

-Patzi y Renner salieron hace un momento para merendar algo, los demás se están encargando de vigilar de cerca a los escoltas- me pongo de pié mientras voy por el foldier que redactamos con el Capitán Patzi para rendir informes de la misión en progreso, lo tomo y vuelvo para entregárselo a Daemon -a las 2200 horas relevaré el puesto de los Capitánes- informo mientras levanta sus ojos y los clava en los míos

-Ya almorzó? Siquiera merendo algo Comandante?- pregunta mientras sube una ceja

-Aún no Teniente, me temo que no tuve tiempo para..-

-Nada de eso- impone mientras cierra el foldier -si va a estar en vigilia durante la noche será mejor que se alimente ya que no podrá podrá dormir, acompáñeme- ordena mientras deja el foldier sobre la mesa y comienza a caminar hacía la salida, ruedo los ojos cuando me da la espalda y tomó mi chaqueta de cuero antes de seguir sus pasos, a este como que le fascina mandar.

La camioneta se detiene unas cuantas cuadras lejos de la casa Blanca y el Teniente abandona el asiento a mi lado sin esperar más, hago lo propio y desciendo del vehículo mientras él se detiene frente a mi con el ceño fruncido

-No podía esperar diez segundos a que terminará de darle la vuelta a la camioneta para poder abrir su puerta?- pregunta indignado y subo las cejas incrédula ante sus formas

-Disculpe Teniente pero no estoy incapacitada, puedo abrir yo misma la puerta- sube una ceja incrédulo y voltea hacía el restaurante frente a nosotros, ruedo los ojos mientras comienzo a caminar a sus espaldas y me sonríe arrogante cuando abre la puerta del local, aprieto los dientes y me trago los comentarios mientras ingreso y se empareja conmigo unos pasos más adentro

-No crea que no vi como rodaba los ojos por el reflejo del cristal Comandante- puta madre.. siento mi rostro enrojecer y mis ojos de abren mientras me detengo en seco y lo observo caminar a una mesa tranquilamente, desliza una silla hacía atrás y me observa con una sonrisa irónica-no se sienta?- el desgraciado lo hace adrede, suspiro y me obligo a avanzar sentándome en la silla contraria a la que él espera que me siente, pongo mi sonrisa más falsa mientras me observa irónico -bien- se sienta sin más y enseguida un mozo viene a entregarnos los menús -a mi tráeme lo de siempre y a la señorita..?- observo la carta y cuando repaso el menú del día se me hace agua la boca, lasagna de verduras y carne con salsa blanca

EL PRECIO DE LA VENGANZA (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora