Capítulo once

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— Chanyeol, ¿qué tal si salimos a cenar? — Kyungsoo le gritó desde la habitación y el alto solo hizo un chasqueó de aprobación, mientras se levantaba del sofá donde había estado acostado las últimas tres horas haciendo nada.

El diseñador sentía que desde las palabras cruelmente honestas de Minah, vivía en piloto automático. Su prometido se había tomado un descanso de una semana, luego de volver de dos días de entrenamiento en su compañía, para encontrarlo todavía con la mitad de su cara lastimada. Obviamente que le mintió y dijo que se golpeó con una herramienta en su estudio, y no que el corte fue porque Baekhyun le arrojó algo cuando dudó de su propio hijo.

Desde entonces ambos habían estado pasando tiempo juntos y Chanyeol no podía evitar sentirse incómodo en algunos momentos que alguna vez disfrutó. Por otro lado, finalmente se dio cuenta que sus sentimientos por Kyungsoo no eran los mismos que cuando comenzaron su relación y que cambiaron en algún punto cuando empezó su aventura con Baekhyun.

No sabía si Kyungsoo notaba sus cambios de actitud hacia él o si realmente hacía la vista gorda fingiendo que todo seguía igual entre ellos.

Además, todavía rondaba en su cabeza lo que su secretaria le había dicho sobre que el cantante actuaba diferente con otras personas y quizás, solo quizás, recientemente había notado la manera en que se dirigía a alguien que no fuera él, como cuando hace dos noches lo escuchó gritándole a su mánager por teléfono solo porque no le había podido conseguir un traje de Privé BB para un evento que se acercaba.

❤️‍🩹

— ¿Entonces a dónde quieres ir? — Chanyeol le preguntó a Kyungsoo a su lado, mientras manejaba por las calles concurridas de Seúl. Era día de semana, pero parecía que las personas tenían ganas de salir a tomar algo y divertirse sin las consecuencias de tener resaca el día siguiente.

— Me gustaría ir a un restaurante nuevo en Hongdae, oí de él por colegas y parece estar bueno. — Kyungsoo respondió sin dejar de mirar su teléfono, arqueando una ceja ante algo, sonriendo levemente.

— Bien, pon la dirección en el GPS de la camioneta. — Chanyeol pidió.

— Oye, Channie, pongamos nuestros teléfonos en silencio. — El cantante dijo una vez que terminó de colocar la ubicación.

— ¿Uh? ¿Por qué? — El diseñador miró de reojo al más bajo.

— Para que no nos molesten, de todas maneras no creo que vayan a hacerlo, pero por las dudas. Nadie debería interrumpir nuestra cita. ¿Verdad?

— Ah, está bien. — El más alto respondió dubitativo, pero aprovecho en un semáforo rojo para ponerlo rápidamente en silencio sin ver las notificaciones que le estaban llegando y también bajó un poco su ventanilla para que entrara un poco de aire porque se estaba sintiendo un poco sofocado, más teniendo que oler el perfume de Burberry que le había regalado a Kyungsoo y que justamente esa noche parece que se hubiese puesto más de lo normal.

El hombre bajito a su lado aplaudió feliz.

— Tendremos una cita como en los viejos tiempos, Channie.

❤️‍🩹

La cena transcurrió sin problemas y Chanyeol verdaderamente sintió que era como los viejos tiempos. La estaban pasando excelente mientras hablaban y reían de anécdotas que les pasaron a ambos desde su inicio de relación. Sin embargo, había un tema que quedó flotando en el aire y aquello era sobre el matrimonio.

— ¿Te parece bien si voy al baño y nos marchamos? — El cantante dijo con una sonrisa de lado, mientras acariciaba la mano del más alto.

— Seguro, ve, voy a pedir la cuenta. — Chanyeol respondió, mientras quitaba su mano del toque del otro y se volteaba para llamar a una camarera.

INFIDÈLE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora