Noah llega al Área al octavo mes. Esta Área de metro cuadrado es llamada Palo. En el elevador, Noah no estará sola, porque otra persona la acompaña. El lugar en el que se encuentra no es lo que más le sorprende, claro que no. Lo que más le sorprende...
Canción de este Capítulo: Bury a Friend - Billie Eilish.
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{ Segundo día }
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- Noah Pov's -
Después de ganarle a Gally, quien se quedó mirándome entre sorprendido y confundido, todos me rodearon.
— Muy bien, novata —rió Sartén, acercándose junto a Alby y Winston.
Thomas y Chuck se acercaron a mí con rapidez, ambos me sonrieron y rieron cuando todos levantaron las manos, tirando arena y bebiendo.
— Bien hecho —escuché la voz de Gally a un lado, extendiéndome su mano, con una pequeña sonrisa.
Acepté su mano pocos segundos después, a lo que él sonrió de boca abierta, mientras los demás nos miraban con sonrisas divertidas.
Un chillido prominente de dentro del Laberinto llamó mi atención e hizo que diera un paso hacia atrás, mientras todos miraban también hacia los muros.
— ¿Qué... ha sido eso? —pregunté como pude, ese chillido agudo fue el peor sonido que había escuchado, te helaba la sangre y daba escalofríos.
— Eso, ha sido un Lacerador. —me respondió Gally, a lo que los demás lo miraron antes de volver a mirar hacia los muros—. No te preocupes, estás a salvo aquí. Nada penetra esos muros.
— Bien, creo que por hoy hemos tenido bastante, mañana será otro día, tíos —habló Alby, llamando la atención de todos, quienes no replicaron.
Thomas se acercó a mí y rodeó mis hombros con su brazo. — Aterrador, ¿eh? —me dijo aún con la vista clavada en los muros.
— Vamos —Chuck dijo, y lo miramos de inmediato—. Te enseñaré donde vas a dormir, Noah.
Asentí, por lo que Thomas se separó de mí y comenzamos a caminar hacia las hamacas.
Los demás también hicieron lo mismo, hablando entre murmullos para no hacer mucho ruido. Chuck me guió hasta llegar a una de las hamacas.
— Dormirás al lado de nosotros —me dijo, señalando la hamaca que tenía en frente—. Bueno, al lado de nosotros y al lado de ellos.
— ¿Ellos? —fruncí el ceño, por lo que Chuck me señaló algo detrás mía con el mentón.
Me giré y vi como Ben y Minho se acercaban a nosotros, quedándose en las hamacas que teníamos al lado. Ellos no parecieron notarnos, ya que estaban muy entretenidos en su conversación. A decir verdad, no tenían buena cara.