Capítulo 17

25 2 0
                                    

Daphne:

-Lamento llamar tan tarde Matt, pero necesito que hagas algo por mi- pido cuando el hombre responde al otro lado de la línea

-No te preocupes por la hora, es un placer saber de ti después de tanto tiempo aunque sea por trabajo, dime que necesitas- va directo al punto y lo agradezco

-Necesito que arregles todo para un entierro mañana, lo necesito cerca del panteón familiar.. alguien más acompañará a los Lodge- informo con pesar

-Lamento oír eso, te avisaré la hora para que trasladen el cuerpo, lo siento- dice con sinceridad

-Gracias Matt, quedo atenta a tu respuesta-

-No agradezcas, te escoltare y acompañaré hasta que termine si lo deseas, descansa- se despide

-Gracias, te veo luego- corto la llamada y mi piel se eriza al momento, giro la cabeza y me congelo cuando veo al Comandante a unos metros de mi observándome apoyado en la pared, me pongo de pié y me acerco a él hasta tenerlo frente a mi cruzando los brazos sobre mi pecho -qué hace aquí?- anclo mis ojos a los suyos

-Supuse que estabas aquí, solo quería saber como estas?- pregunra tranquilo

-Hace cuanto estas ahí?- pregunto sin responder a su pregunta, si escuchó mi conversación con Matt comenzará a hacer preguntas sobre el apellido que dije

-Si te preocupa lo que haya alcanzado a oír, solo fue un "te veo luego"- confiesa con semblante cansado, suspiro e imito su gesto recostandome a la pared

-Lo siento- llevo mi vista a la puerta que se encuentra al otro lado del pasillo, la morgue -estoy bien, solo quería agilizar las cosas para darle sepultura- me sincero

-Lo supuse, me preocupe cuando te vi abandonar la oficina de esa forma, estabas algo palida- me recuerda

-No me interesaba seguir escuchando sus insultos hacía la huérfana Lodge- aclaro cortante

-Solo decíamos la verdad- se defiende

-La conocieron?- pregunto en tono acusador

-No, pero nos llegó información de que fue ella quién le dijo a los mafiosos donde estaba el primogénito de Frédéric, entregó a su propia sangre para salir ilesa de allí- dice con asco y a mi me impactan sus palabras

-Quién te asegura que algo de eso es cierto?- inquiero con horror en mi expresión

-Nadie lo negó y la fuente es confiable, hay teorías de que también tuvo que ver con la muerte del hijo del General Murphy- sus palabras terminan por romper un poco más mi ya destrozado corazón

-Como podrían hacer ese tipo de acusaciones con tanta libertad sin medir la gravedad de sus palabras?- pregunto sin creer lo que escucho

-Tu la conociste?- niego con la cabeza -entonces explica el motivo por el cual ella desapareció y los Generales se niegan a decir algo de ella desde ese momento? Dime algo que no me haga creer las atrocidades que dicen que cometió?- pregunta

-No es mi asunto.. no me interesa tener esta conversación- respondo sin poder argumentar algo -pero nadie tiene derecho a juzgarla, ninguno estuvo ahí por lo tanto no saben que paso- termino

-Lo entiendo, estoy de acuerdo con eso, no hablaré más del tema si no es de tu agrado, por ahora deberías descansar un poco- me dice con algo de preocupación en su tono y yo vuelvo mi vista hacia sus bonitos ojos

-Lo se, iré a descansar ahora- se instala un silencio cómodo entre nosotros, me pierdo en sus ojos y no se que tiene este hombre pero me atrae de muchas formas, es algo estúpido ya que nisiquiera lo conozco, lo voy a definir como ganas de follarmelo porque el cabron está bueno y es más que obvio que lo sabe, muerdo mis labios inconscientemente y su vista se dirige con velocidad hacía mi boca, podría jurar que el tono de sus ojos se tornó un poco más oscuro y la cara de psicópata con la que me mira me hace querer trepar su musculoso cuerpo hasta llegar a sus labios y prenderme para descubrir cómo besan.. Mis traicioneros ojos bajan a su boca y atrapo con más fuerza mi labio inferior, debo salir y follar ahora mismo con el primer idiota que encuentre antes que este hombre me denuncie por intento de violacion.. lo que hace a continuación solo empeora la situación.. se acerca hasta quedar a un paso de mi, levanta su mano derecha y toma mi mentón entre el índice y el pulgar, su pulgar acaricia levemente mi labio y tira de este hacía abajo con cuidado, el cosquilleo ante su contacto y lo que provoca en mi su cercanía me obligan a apretar los muslos

EL PRECIO DE LA VENGANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora