Capítulo 40

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Daphne:

-Y como planeas hacer eso?- pregunta Andrew

-Dará una fiesta, será una gran mascarada y aprovecharemos la ocasión para infiltrarnos- digo sin quitar los ojos de la pantalla

-Eso suena bien, que le inventaras a los jefes?-

-Buen punto Nathan, pero no será necesario inventar nada, les diré la verdad- aclaro

-Yo iré a dormir si eso es todo, ya pasa media hora de las once de la noche, estoy liquidado- dice Daryl y salto de mi asiento

-Carajo- maldigo por olvidar la hora

-Y a ti que te pasa?- pregunta Naomi extrañada

-Dominick esta en mi departamento, cenariamos juntos- les respondo ya que los puse al tanto de lo que sucedió

-Uy, no invitan?- pregunta Charlie juguetón

-Cierren cuando salgan- aviso tomando mi chaqueta, me duche hace poco más de una hora para cambiar mi atuendo a algo civil, tengo mis bucaneras negras, una minifalda a cuadros roja y negra bastante ajustada con tirantes y una blusa negra de mangas largas por debajo, me coloco la chaqueta negra de cuero dentro del ascensor y hago sonar las llaves mientras la cabina baja.

Son diez minutos desde la instalación hasta mi departamento actual y vine a toda prisa en mi deportivo, subo en el ascensor mientras suelto mi cabello y lo peino con los dedos, me quito la chaqueta mientras ingreso a mi piso y quedó a mitad de camino viendo lo que hay frente a mi, el sexy adonis esta sentado en una silla del comedor con la cabeza sobre la mesa, viste de pantalón de mezclilla negro, championes deportivos blancos, remera clásica blanca y su pelo está algo desordenado, camino con lentitud y me siento culpable al verlo dormido, observo la mesa puesta y los platos servidos, los tomo con cuidado y voy a la cocina sin despertarlo, los caliento un poco en el microondas y vuelvo a la sala dejándolos donde estaban, voy al mini bar y cojo uno de mis mejores vinos junto a dos copas, dejo todo en la mesa y me acerco a él para despertarlo, debo confesar que me da ternura verlo así de acabado

-Hey- le muevo un poco el hombro y no reacciona -despierta..- pongo mis labios sobre los suyos y apenas se mueve un poco -oye- vuelvo a moverlo dejando besos por su mejilla

-Mmh- se queja adormilado mientras poco a poco abre los ojos

-Despierta guapo- le digo y logrando que se incorpore en la silla

-Lo siento, debí quedarme dormido- se lamenta mientras me siento a horcajadas en su regazo y acaricio su pecho con mis manos mientras lo observo enternecida

-No, yo lo siento- dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios -me atrase en el trabajo, perdón- pido con sinceridad, pone sus manos en mi cintura y me rodea para acercarme un poco más mientras aspira mi aroma

-No pasa nada gatita- me sonríe aún medio adormilado y beso sus labios sin resistirme a este hombre, mi lengua se abre paso entre estos y profundizo el beso que se torna más ardiente unos segundos después, engancho mis manos en su nuca mientras él me besa algo desesperado y me aparto un poco después cuando recuerdo la cena

-Calenté lo que preparaste, se ve delicioso- me levanto pero me sostiene contra él

-Comerás aquí- le sonrío divertida mientras me giro sobre su regazo y acerco las cosas sobre la mesa, sirvo las copas de vino y comemos juntos, alterna besos en mi cuello expuesto ya que puso mi cabello largo sobre mi otro hombro y el ambiente entre nosotros es bastante cómodo.

-Estuvo delicioso, babe- me volteo hacía su rostro y dejo un tierno beso en sus labios -gracias- digo llevando la copa de vino a mis labios

-Fue un placer gatita- sigue mi ejemplo bebiendo del espectacular vino -quién es Vincent?- pregunta de la nada y me ahogo con el vino comenzando a toser

EL PRECIO DE LA VENGANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora