Capítulo 8: Dos horas y media.

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Pov Becky:

Mientras conducía sin ningún destino específico tratando de alejarme lo más que pueda de mi papá y hermano, las lágrimas recorrían mis mejillas y mi mente deseaba con tanta fuerza poder retroceder el tiempo a cuando todo era perfecto y no tenía que hacer parte de todo esto.

¿Es posible que mi vida haya cambiado tanto de la noche a la mañana? Si el karma existe entonces algo muy malo debí hacer para estar pagando de esta forma, lo peor del asunto, más allá del lado oscuro de todo esto, es tener que aguantarme a la antipática hija del señor Chankimha.

-Hola mamá- respondí mi teléfono no sin antes aclarar mi voz para no dejar en evidencia mi frustración

—Hola bonita, como te fue con tu hermano esta mañana- se apresuró a preguntar

Mi mamá es la persona que mejor me conoce, o al menos así solía ser antes de que trabajara a tiempo completo con papá, sin embargo, parece tener el poder de notar siempre que algo me pasa; suspiré tratando de organizar una respuesta poco obvia

-todo salió...bien- dije fríamente

-Que pasa Bec? - bueno evidentemente actuar no es lo mío

-Mm... nada mamá no te preocupes, ¿qué tal va tu mañana? - traté de cambiar de tema

-Rebecca...- dijo mi mamá en tono de advertencia

Pensé rápido en que excusa decir para no tener que mentirle por completo, ya es evidente que mintiendo no soy la mejor

-Es solo que la hija del cliente es una pesadilla, tuvo mala actitud todo el tiempo, fue grosera conmigo y con Alex y se fue sin si quiera dejarme explicarle gran cosa, solo perdí mi tiempo, tuve que pasar dos horas y media sentada en silencio al lado de Alex - solté casi vomitando las palabras

-Hija yo entiendo cómo te sientes, pero tu papá te advirtió que este no era un caso sencillo, esa joven ha pasado por mucho últimamente, es normal que actúe de esa manera- dijo en su defensa

-Bueno eso pasa cuando tu padre es un delincuente- respondí más por mí que por la chica malcriada que conocí en la mañana

- ¿qué pasa?- escuché la voz de mi padre

-Nada amor, a la niña no le fue bien en la reunión de la mañana- le explicó mi madre

-Beck, hija, tienes que ser profesional en este primer caso, clientes difíciles hay todo el tiempo, es bueno que aprendas a manejarlos, ten mano dura y hazte notar, ¿me entiendes? - dijo en tono de sermón

-Ujum- respondí seca ya que en teoría él es el culpable de que yo esté en esta posición

Minutos después, y luego de colgar la llamada, me di cuenta de que estaba cerca de la casa de Asher, mi mejor amigo, entonces detuve mi auto frente al edificio negro

-Buenos días, Otto- saludé al vigilante que me sonreía en la recepción

-Buenos días, señorita- respondió dándome acceso al elevador

Subí al quinto piso y tomé la llave de repuesto que Ash me dio cuando nos hicimos mejores amigos y al entrar fui directo a su habitación

- ¡A despertaaar!- grité lanzándome encima del chico de cabello rizado

-Maldita sea Beck que haces- dijo quejándose por mi acción

-No sabes el día que tuve- conté acomodándome a su lado

-Muy temprano para problemas niña- se quejó de nuevo

-Son las 11:45 perezoso-

-¿QUÉ?- gritó buscando su celular en la cama -tenía clase a las 8-

-Ash estamos de vacaciones- dije tratando de no burlarme

-Ves Beck por eso no debes despertarme así- se quejó por tercera vez

-Asher en serio necesito que me escuches- dije fingiendo molestia

-Bueno ya dime que pasa-

-Mi papá me dio un caso- dije provocando sorpresa en mi amigo quien ahora estaba sentado y con los ojos bien abiertos

-Antes de que digas cualquier cosa, esta no es una buena noticia- me preparé para explicar

Luego de contarle a Asher todo lo ocurrido esta mañana y escuchar un par de consejos, me ofreció hacer un maratón de Harry Potter para despejar mi mente, lo cual debió ser un milagro ya que él siempre suele decir que son las películas más aburridas del mundo.

Pov Freen:

Cuando dejé a Emily en casa de su amiga tuve que ir a Calipso a entregar una mercancía que mi padre dejó pendiente, uno de sus antiguos trabajadores me acompañó para así llevársela al comprador; ya no hay vuelta atrás, estoy en esto sin importar si me gusta o no, no tengo elección y a juzgar por mi supuesta abogada mi destino es el mismo que el de mi padre.

Recibí una llamada de Zack a quien cada vez veía menos, solo cuando yo lo permitía me acompañaba sin despegarse de mí, cada cosa me recuerda la culpabilidad de mi padre en que cada aspecto de mi vida haya cambiado, pero Zack específicamente era la prueba mas contundente de lo sucedido.

-Señorita, a su correo debe estar llegando el contacto de su abogado y el de su padre, hay un par de temas por discutir- explicó

-Gracias Zack, estoy en Calipso, ¿podrías venir por mí? -

-Claro que si, en 10 minutos estoy ahí-

Y así fue, 10 minutos después subí a la parte trasera de mi auto dejando a Zack conducir indicándole como destino el centro comercial, el cumpleaños de Emi era en una semana y ahora que estamos tanto tiempo juntas, esta es mi única oportunidad de conseguir un obsequio; además con lo que estamos enfrentando mi primer objetivo es comprarle un teléfono para poder estar comunicada con ella.

Llegué a casa de Evaluna a recoger a mi hermana y una vez sentada en su lugar quise entregarle lo que había comprado

- ¿Como te fue con Eva? - le pregunté esperando que hablara de lo mucho que se divirtió

-Me alegra que te hayas divertido Emi, que crees, tengo una sorpresa para ti- dije con emoción

-Me compraste algo? ¿Qué es? - respondió igual de emocionada

-Mira- le mostré la bolsa con el lazo rosa que elegí

La pequeña destapó su regalo sin poder creer que había en el interior; saqué mi celular y le tomé una foto abrazando el celular con forro rosado brillante y el pequeño llavero colgando de él, se la envié a Zack para que se la mostrara a mi padre la próxima vez que lo viera y me dediqué a explicarle a mi hermana como usar su celular.

Love in Crime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora