Capitulo 09: Momento incómodo

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No sentía casi mis pulmones de la velocidad con la que Ares me arrastraba del brazo, mis pies me dolían y el peso de la mochila estaba lastimando mi espalda, no había dicho ni una palabra para no molestarlo más de lo que ya estaba pero no creo aguantar.

Cómo todo está tan oscuro no diferenció el camino pero ver un árbol de tronco grueso en el camino y escuchar el ruido del agua al arrastrarse me comienza a poner más nerviosa, porque yo no pase cerca de ningún río cuando venía al bosque eso hace que me altere y me frene de lleno, como fue algo que no sé espero mi brazo se soltó de su mano de un solo tirón, lo veo girar en mi dirección con la mandíbula tensa al igual que todo su cuerpo.

- ¿Qué coño crees que haces Sariel? - dice con la mandíbula apretada, dando pasos en mi dirección y por tal motivo me veo retrocediendo <aún le tengo miedo aunque parezca en ocasiones que no>.

- Est-ee no es el cam-iin-o de v-uel-ta - digo en medio de un tartamudeo, lo veo darme una media sonrisa que en vez de ser amable se ve bastante tétrica.

- Se perfectamente que no es el camino de vuelta pero tener que aguantar tu horrible aroma ya es una tortura, como para tener que calarme el aroma del hada ese mezclado contigo - dice parándose al frente con el rostro serio y con esa mirada de odio - Por eso vamos al río, no voy a meter otro aroma pestilente a mi casa.

Me da una mirada de cuerpo completo y hace una mueca de asco para alejarse de mí, yo solo me encojo de hombro y una lágrima rebelde rueda por mi mejilla, me lastima que me trate así con asco y odio, porque yo soy una buena persona que no le ha hecho mal a nadie y que salga alguien diciendo palabras hirientes como lo hace Ares es para sentirse mal, lo sigo pero mantengo una distancia prudente no quiero que siga diciendo palabras hirientes a mi persona, lo veo detenerse y verme.

- Te quitas la ropa y te lavas para que se te caiga de encima ese asqueroso aroma que dejan las hadas - dice de brazos cruzados muy relajado.

¿¡Él de verdad acaba de decir lo que escuche!? No no puede estar hablando enserio.

- ¡¿Qué?! - digo en un susurro agudo y lo veo levantar una ceja.

- ¿Eres sorda o qué coño te pasa? - dice acercándose, pero en vez de retroceder me le quedó viendo fijamente - Dije que te laves ¡AHORA!.

- No me quiero meter ahí - digo señalando el río, las aguas se ven oscuras bastante terroríficas para mí gusto, aparte debe estar helada el agua.

- Yo no te pregunté si querías, te ordené que te metas, no hagas que te lance yo - dice tenso y molesto, se que me puede lanzar si no hago lo que dice pero aún estoy renuente a hacerlo.

- Y-oo puede bañarme en la casa e incluso puedo no salir de la habitación - digo tratando de hacerlo cambiar de opinión - ¡Por favor Ares no me obligues a meterme ahí!.

- Definitivamente te crees que estoy negociando contigo - dice negando con su cabeza y lo veo, decidido ¡Me va a obligar! me alarmó - ¡Bien lo haré yo por ti humana estúpida!

Pero antes de que me agarre, me alejo dos pasos, bajo la mirada a mi pies y me quitó mis zapatillas, bajo la mochila y suelto un suspiro nervioso este es el momento más incómodo que eh pasado en mi corta vida, tener que quitarme la ropa delante de hombre me pone nerviosa sería la primera vez que haría tal cosa, con cuidado me comienzo a levantar la camisa con manos temblorosa y la paso por encima de mi cabeza, la brisa fría de la noche hace que mi piel se erice con un movimiento rápido me agachó y la dejo encima de la mochila aprovecho para soltar mi cabello y tirarlo hacia adelante para tapar un poco mis senos  fue un mal día para no usar brasier pienso, me levanto con cuidado mis manos tiemblan de vergüenza y lo escucho "Gruñir" no le doy importancia ya que mi vergüenza puede más, sin levantar la mirada me atrevo a realizar una petición.

El Ángel de la Manada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora