Capitulo 10: ¿¡Celos!?

115 6 0
                                    

Pov Ares:

No recuerdo quién fue la última persona que intento darme un golpe, porque a la primera de cambio que intuía que lo harían ya estaban mis garras enterradas en sus entrañas, viendo como se ahogaban con el gorgoreo de su sangre.

En mis cuatro siglos puedo contar con los dedos de una mano los que han logrado hacerme daño emocional o físicamente, los cuales ya no viven claro está y luego está la maldita humana osada que me tocó por maté, me ha desafiado con su carita de yo no fuí, burlado mis órdenes, ha logrado que personas fieles a mí también desobedezcan mis órdenes, violado tratados al cruzar la frontera a otro reino sin una invitación previa y no conforme con eso, la muy perra me golpea los testículos y la cara, eso es el colmo.

Aun me preguntó ¿por qué la luna me puso de pareja a una humana?, con el odio que le tengo a esa maldita raza nefasta, traicionera y manipuladores, la raza de los cazadores. Cada vez que me llega el olor de los humanos me hace recordar el fatídico día cuando perdí a mis padres y mi hermano gemelo, todo eso hace que brote ese odio que les tengo.

Mi familia y manada cometieron el error de confiar en un "Forastero" que encontró el beta de mi padre en la frontera de la aldea de los humanos malherido, en eso mi padre pidió que lo atendieran en el hospital de la manada, tenía lesiones profundas y varios golpes, pero con el paso de los días había despertado, mi padre se alegro pensando que podría decirle quien lo había atacado, porque el Consejo protegía a las especias más débiles en ese caso los humanos, el detalle fue que él hombre había perdido la memoria o eso fue lo que nos hizo creer a todos, mi padre de bueno le ofreció unirse a los soldados que custodiaban la entrada a la mansión y hay fue que la nube negra se posó sobre mi familia arrasando con todos a su paso, excepto a mi hermano Nohan, mi hermana Ahinne y yo.

Después de esa tragedia que marco nuestras vidas me jure vengarme de esa maldita raza y si era de llevarla a la extinción pues colaboraría con todo el placer del mundo.

Aún con el dolor en mis testículos me encamino a la orilla del río, ser un hombre lobo te da muchos beneficios la buena visión es una de ellas, es por eso que veo a la pequeña humana corriendo río abajo, tenso mi cuerpo y siento que ardor en irá, está intentando huir de su castigo por lo que hizo.

¡Alcanza a nuestra Luna, es peligroso que ande así!

Me dice Demond y eso hace que vea que la idiota dejo su blusa en el suelo, tiro de mis cabellos es que sabe cómo sacar de sus casillas el control de mis Lobos.

¿Te quedarás ahí como un gilipollas, mientras nuestra Luna anda con esos tremendos senos firmes y turgente al aire libre? ¡Reacciona imbécil!.

¡Bien! puedo decir que las pocas veces que Said se manifiesta es un gran dolor de culo, su aura es bastante fuerte y me hace tener jaqueca apenas se manifiesta, es que no es fácil tener a dos hablándote y sumándole tu propia conciencia, es realmente agotador.

Cierro cualquier conección, para que no comiencen a atormentarme con sus peticiones para con la humana.

Aspiró el aire y me llega su aroma, ya no se encuentra mezclado con él del hada, me transformó en mi forma lobuna la cuál es un lobo gigante de color negro, no toma el control ninguno de mis Lobos y eso se debe a un hechizo que hizo una bruja para mí, solo cuando yo lo deseo toman el control del animal, claro no voy a mentir en algunas situaciones Said es el que a logrado superar el hechizo y ha logrado tomar el control por completo pero por poco tiempo, últimamente a tomado el control seguido y eso se debe a la humana, la bruja me lo había advertido que al encontrar a mi mate iba a ser bastante tedioso controlarlo, solo tomando una dosis diaria de un poción que preparo especialmente para que él no tome el control es con lo que lo mantengo a raya.

El Ángel de la Manada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora