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Capítulo 5.

Jordan suspiró cansado, estaban siendo días muy difíciles para él, muchas personas dependían de él ahora y no sabía si iba a poder con tanta responsabilidad.

-Jefe, los señores del FBI están aquí.- dijo el oficial Maiden interrumpiendo los pensamientos del Sheriff.

-Hazlos pasar.- Jordan limpió su escritorio dejándolo libre de cualquier informe, archivo o taza que pudiera estorbar. Dos hombres de traje entraron a la oficina mostrando sus placas, Parrish les pidió sentarse mientras los observaba detenidamente, había algo en el oficial Page, el hombre rubio, se le hacía familiar pero no supo identificar de dónde. -¿En qué puedo ayudarlos caballeros?

-Bueno, tal vez le parezca extraño.- comenzó a decir el rubio con una sonrisa. -Estamos aquí para hablar del caso del señor Stilinski, su antiguo jefe.

-No entiendo porqué al FBI le interesaría algo como eso.- respondió tranquilo Jordan, el informe oficial dictaba que Noah Stilinski había muerto de un infarto.

-Es un asunto confidencial.- dijo el oficial Plant, el de cabello castaño. -Fuimos a la morgue y nos dijeron que antes del infarto, el señor Stilinski estaba muy mal de salud debido a un accidente.

-¿Sabe si el señor Stilinski tenía enemigos?- preguntó el otro oficial. -¿Alguien que le tuviera celos?

-¿Celos, enemigos?- Jordan estaba estupefacto, no podía lidiar con eso en este momento. -El señor Stilinski era una persona reconocida y querida en este pueblo. No tengo nada más que decir al respecto y les pido de favor que se retiren. -la voz de Parrish estaba a punto de flaquear, no se sentía preparado para hablar de eso en aquel momento pero parecía ser que a los agentes no les importaba.

-Escuche, esto es muy importante, si nos permitiera hacer unas cuantas preguntas más, tal vez a alguno de sus familiares.- dijo de nuevo el oficial rubio, Jordan pensó en Stiles y entonces lo supo. El oficial Page era el hombre con el que había despertado Stiles en el hotel.

-Era usted.- gruñó Jordan con la vista fija en el oficial. -Usted, maldito pervertido.

-¿Disculpe?- hablaron ambos oficiales. Antes de que Jordan pudiera saltar sobre el rubio y prenderle fuego la puerta de la oficina se abrió.

-Sé que sigo castigado pero Danny y otros chicos van a ir a...- Stiles se quedó callado al ver la escena, dos tipos de traje en la oficina de Jordan, este a punto de convertirse. Si, algo iba muy mal ahí. -Debí tocar, espero afuera.

-Oye tu...- comenzó a decir uno de los hombres de traje señalando al adolescente. -Eres el chico del bar.

-Eres el tipo sin camisa.- resolvió Stiles con los ojos bien abiertos, nervioso tal vez hasta asustado.

-Ustedes dos largo de aquí. No quiero verlos cerca de esta oficina o de ese muchacho.- dijo Parrish haciendo especial énfasis en la parte que incluía a Stiles mientras tomaba a este de la mano y lo ponía detrás de él. -No voy a dudar en reportarlos a su oficina si osan acercarse a este niño.

-No soy un niño.- murmuró Stiles detrás de Jordan, dejándose proteger, no sabia quienes eran esos tipos ni lo que querían pero si molestaban lo suficiente a Jordan como para hacerlo casi perder el control, él no iba a objetar.

-No es lo que parece, de verdad.- comenzó a decir el castaño levantándose de su asiento. -Esto es un malentendido, si pudiéramos hablar en privado sobre el caso del señor Stilinski...

-¿Qué quieren con mi padre?- habló Stiles saliendo de su escondite.

-¿Tu padre?- pregunto el oficial Plant.

-Sentado.- gruñó de nuevo Jordan a lo que el oficial regreso a su silla atemorizado por la mirada iracunda del Sheriff.

-Usted no.- renegó Parrish empujando a Stiles para ocultarlo del hombre rubio.

-No soy un perro.

-Ustedes dos, ya hable mucho. Los quiero fuera de esta oficina y de este pueblo, ahora.

Pudiera ser la forma en la que Jordan los intimidó o tal vez que ya no había nada que hacer ahí, pero los oficiales salieron casi corriendo.

-Dios, que raro fue todo.- comentó Stiles separándose de Jordan. -¿Qué fue eso del caso del señor Stilinski?

-El FBI los envió, no estoy seguro de lo que debamos hacer ahora pero si los llegas a ver, por ningún motivo hables con ellos.

-Lo tendré en mente.

-Debo terminar de revisar varios casos, ¿quieres comer aquí o te vas a casa?

-¿Me vas a dejar volver solo a casa?- los ojos de Stiles brillaron al ver como Parrish sacaba del cajón del escritorio las llaves de su precioso jeep.

-Le puse un rastreador al auto así que no intentes desviarte.- avisó el policía entrecerrando los ojos.

-Entendido, te veo en casa entonces.- Stiles camino hacia la salida y antes de irse volteó a ver a Jordan. -Por cierto, al llegar quería decirte que, ya sé que estoy castigado y eso pero Dany y...- dejó de hablar al notar el semblante de Parrish. -Sigo castigado. Te veo en casa.

Sin más el adolescente salió de la oficina dejando a Jordan alargar una respiración y luego otra, y en seguida otra. Se sentía tan cansado, la visita de esos oficiales no pronosticaba nada bueno, ni para él ni para Stiles. Este se fue al estacionamiento que daba a la calle principal celebrando que al fin tenía a su precioso jeep de vuelta y ahí era donde lo había visto aparcado cuando la oficial Romero lo llevaba.

-Aquí estas precioso.- sollozó Stiles abrazando el cofre del jeep.

-... tu promiscuidad arruinó el caso.- escuchó Stiles decir a una voz.

-No lo arruinó Sam.- respondió otra voz, la cual Stiles reconoció. Eran los sujetos de antes, estaban en un auto negro detrás del jeep.

-Dean, cómo supones que investiguemos lo que realmente mató a ese hombre.- Stiles siguió escuchando, agazapado junto al jeep, logrando ver las espaldas de los tipos, tenían la cajuela abierta pero Stiles no alcanzaba a ver bien que hacían.

-Solo debemos idear otra estrategia, estoy seguro de que el nuevo sheriff sabe algo.- dijo el tipo rubio quitándose el saco, Stiles pasó saliva al recordar que él había visto a este sujeto sin nada más que...

-Si, pienso igual. Pero no sé cómo nos vamos a acercar a él sin que levantemos más sospechas.- dijo el más alto sacando de sus pensamientos a Stiles. El tipo alto se movió para quitarse también el saco, lo que le dio a Stiles vía libre para ver la cajuela.

No podía ser, parecían una armería, y no solo eso, había un montón de amuletos y símbolos raros que Stiles solo había visto cuando tenia que investigar sobre... bueno, sobre algún monstruo que tuvieran que cazar en el pueblo. Esos tipos debían ser cazadores, tal vez ni eran agentes reales.

-No lo sé, pero no podemos dejar que esa cosa, sea lo que sea, vuelva a matar a alguien.- acotó el rubio cerrando la cajuela.

Stiles se volteó, debía hacer caso a Parrish, no acercarse a esos tipos, dejar que las cosas tomaran su curso, maldición incluso podrían cazar a Scott y a Theo.

Pero no sabían de los doctores del miedo, ni de las quimeras, quizá nunca habían enfrentado algo como eso.

Podría ayudarlos, seria más fácil solo decirles lo que debían cazar. Pero él ya no hacía eso. No tenía que meterse en eso de nuevo, ya no podía perder más familia. Aunque ya no tuviera a nadie. Excepto Parrish, y él era un sabueso infernal.

Maldición, era muy complicado decidir.

-Me voy a arrepentir de esto.- suspiró Stiles saliendo de su escondite para enfrentar a los extraños. -Ustedes no son del FBI, ¿verdad?





















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♡J.

Hello Boys - Stean TW/SPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora