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Capítulo 1.

Dicen que los funerales no son para los muertos, sino para los vivos, pero Stiles no quiere eso, quiere a su padre de vuelta.
Lo quiere sano y salvo. Pero no será posible, está muerto y ahora él está solo.

Stiles organiza el funeral con Parrish, ya no le importan ni Theo ni Scott, tampoco las quimeras y menos los doctores del Miedo, sinceramente pueden irse todos al carajo.

El castaño mira en silencio como el ataúd con el cuerpo de su padre desciende en la tierra, no está seguro de lo que siente o de lo que debería sentir, el castaño simplemente derrama sus lágrimas en silencio sin prestar atención a su al rededor, no al sacerdote hablando sobre la vida y la muerte, no a Parrish a su lado para apoyarlo, no a Melissa tomando su mano, pero lo que sí capta es al indigno y ruin Scott McCall que ha tenido la desfachatez de presentarse al funeral de su padre, el lobo se encuentra alejado varios metros junto al resto de la manada, incluso Lydia está de su lado y Stiles solo puede enfurecer de que ellos estén actuando como si nada.

-Querido Señor, te rogamos ilumines el camino de nuestro amigo Noah Stilisnki, que nos deja hoy con un vacío...- dice la voz del sacerdote en la última oración.

-No voy a armar un escándalo...- susurra Stiles a Melissa.- Pero saca a tu hijo y a sus amigos de aquí antes de que se lo pida a la policía, no los quiero ver aquí.

Melissa se quedó pasmada ante aquello pero acató lo dicho en seguida, caminó hasta su hijo y como si fuera una señal las demás personas y oficiales comenzaron a irse, la señora McCall se llevó a su hijo y a la manada casi a rastras dejando a Stiles y al nuevo sheriff Jordan Parrish, este último se negaba a dejar al hijo del hombre que más admiraba en el mundo, al que nunca pudo decirle que más que verlo como su jefe lo miraba como el hombre que amaba, pero lo que sí podía hacer ahora era cuidar a su hijo.

-Stiles...

-Ahora no Parrish.- interrumpe el castaño guardando su manos en el largo abrigo negro que era de su padre, quien lo había usado por última vez en el funeral de su madre y ahora le quedaba como un guante al joven.- Quiero estar solo.

-Sólo... Puedo olerlo en tu abrigo, no hagas nada estupido por favor.

-Yo sé lo que hago.- afirmó el muchacho dándole una palmada en la espalda al oficial.

-Te llamaré después.- dijo finalmente el mayor abrazando rápidamente al chico antes de irse, cuando Stiles lo sintió lo suficientemente lejos sacó su celular y lo apagó, regresó sus manos al abrigo y sacó lo que había olido el sabueso y tanto le había alterado.

-Salud papá.- murmuró Stiles dándole un largo trago a la botella de whisky que había comprado de camino al cementerio.- Me tomó tiempo, pero finalmente comprendí porque lo usabas cuando mamá se fue...- hablaba Stiles haciendo muecas mientras el licor quemaba su garganta y comenzaba a adormecer sus sentidos.- Así no me duele tanto tu ausencia...- chilla tumbandose frente a la tumba.- Debí escucharte, cuándo me pediste que me alejara de Scott y toda esta porquería sobrenatural. Pero no lo hice y no sabes cuánto lo lamento papá.

-Está bien hijo...- habló la alucinación de Stiles en forma de su padre, bien después de media botella había logrado verlo y con eso el muchacho comprendió de nuevo porque su padre no se detenía después de eso.- Deja de beber...

-No quiero... si lo hago te irás.- chilla Stiles, el frío aire le congela hasta los huesos, la botella está casi vacía y el sol a desaparecido, pero no quiere irse, no ahora que su padre está ahí.

-Debes dejarme ir, avanzar. Yo estaré bien.- afirma Noah acercando su mano al rostro de su hijo.

Stiles siente la caricia helada y al suspirar ve su propio aliento en una ligera nube, debe ser una de las noches más frías pero no le importa, mejor para él si pesca una pulmonía o algo tan grave que lo lleve con su padre.
Al abrir los ojos de nuevo se da cuenta de que su padre no está y la botella de whisky está casi vacía.

-Pero no sé si yo estaré bien.‐ soltó al aire el castaño, levantándose del césped al fin para irse a su casa.

Stiles no supo cómo, pero había llegado bien a su casa, el jeep estaba en diagonal sobre el estacionamiento, pero bueno, considerando todo lo que bebió anoche era una fortuna despertar en su sala con una manta sobre él.

Un momento. Él no se había colocado ninguna manta, tenía frío cuando llegó pero no la coordinación suficiente para subir a su cuarto y mucho menos para buscar una manta así que se dejó caer en el sofá.

El ruido de movimiento en la cocina lo espabiló lo suficiente para saltar a ver si alguien de la manada se había atrevido a entrar a su casa.

-Buenos días.- saludó Parrish terminando de preparar dos platos con waffles, tocino y huevos estrellados.- Siéntate, yo llevo el plato.

Sin discutir nada, Stiles dio la vuelta y fue hasta la mesa a sentarse en su silla de siempre, Parrish llegó detrás de él y se sentó en la silla del frente, la que Scott solía tomar cuando comía en su casa, dejando así libre la de su padre.

-Hablé con tus maestros, tienes libre el resto se la semana.

-Hoy es viernes Parrish.

-Pensé que no querrías ir a la escuela, me quedaré contigo hoy, solo para ver que comas bien y eso...

Stiles miró enternecido la situación, no esperaba nada de lo que estaba sucediendo, no el desayuno, no la preocupación de Parrish, si a Scott acribillando su puerta antes de que si quiera pudiera probar su estupendo desayuno.

-¿Quieres hablar con él?- inquirió Parrish levantándose de la silla, Stiles negó rápidamente con la cabeza antes de hablar.

-Quiero que se muera.

Parrish abrió la puerta bloqueandola de inmediato para que Scott no pudiera pasar y tampoco pudiera ver hacia dentro.

-Stiles está dormido.- dijo la voz autoritaria de Parrish.

-Puedo escucharlo adentro.- respondió Scott y Stiles casi podía jurar ver sus ojos de perro apachurrado.

-Entonces ya sabes que no quiere verte.- renegó Jordan tratando de cerrar la puerta pero Scott lo impidió con su mano.- McCall deberías irte.

-No, necesitamos que Stiles...

-Pues Stiles no te necesita, ni a ti ni a los demás y tampoco las situaciones desastrosas que al final del día solo lo afectan a él. Lárgate de una buena vez porque si te atreves a seguir molestando a Stiles no dudaré en mostrarte los nuevos trucos que aprendí como sabueso infernal.

Scott pretendió seguir molestando pero Parrish cerró la puerta y regreso junto a Stiles.

-Te decía entonces, me quedaré contigo hoy, pero mañana debo ir al trabajo.

-Está bien.- dijo Stiles con una pequeña sonrisa, tal vez si podía estar bien.

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J.♡

Hello Boys - Stean TW/SPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora