Hello Boys - Stean TW/SPN

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Theo no se consideraba un psicópata. De verdad que no, tal vez un poco narcisista pero de eso podía culpar a su madre por el maltrato infantil al que lo sometió. Él no había pedido nacer en una familia que no lo quería, él no había pedido que sus padres amaran a su hermana por sobre todas las cosas mientras que a él le decían que era basura casi a diario, él no había pedido un padre emocionalmente ausente que creía que la biblia y un par de golpes podían curar todo, él no había pedido nada de eso, y sin embargo así habían sido los primeros diez años de su vida. La burla de sus padres prometiendole cariño y afecto si se esforzaba, si sacaba buenas notas, si era un buen chico le habían trastornado el cerebro definitivamente, pero sólo porque cada maldita vez que se esforzaba y hacia algo bien ellos decían que no era suficiente y se alejaban dejándolo en la mugrosa y fría soledad.

Así que, cuando todo se complicó y su dulce y tonta hermana cayó al lago lastimandose tanto que ni siquiera podía hablar bien él solo observó. Mirando como la vida escapaba de los ojos de su hermana poco a poco, hubiera seguido mirando hasta el final... De no ser por ellos. Los doctores del miedo se habían acercado a él, le habían ofrecido la oportunidad de nunca más sentirse vulnerable y Theo no se iba a negar a algo tan maravilloso como el poder. Poder sobre otros, de manejarlos, de ejercer todo el daños sobre ellos al que había sido sometido.

Es entonces que empezó a vivir de verdad. Tenía poder. Tenía un propósito. Y nada lo iba a detener. Él obtendría lo que quería. La banshe loca que presagiaba la muerte. El lobo explosivo con problemas de ira. La coyote salvaje capaz de todo para sobrevivir. El nogitsune, el zorro oscuro. Y todo el poder que pudiera robar del alfa verdadero.

-Puedo esperar a que esos chicos hagan la mitad del trabajo.- murmuró Theo para si mismo al ver como dos tipos le tendían una trampa a Liam en el bosque. Lo habían herido, no lo suficiente para que muriera antes de que Scott lo encontrara pero si lo suficiente advertir que estaban de cacería.

Así que su objetivo debía ser Scott y su manda, puesto que a él aun no lo habian descubierto, entonces lo único que debía hacer era aparecer en el momento oportuno para tomar lo que quisiera, como siempre hacia.

Theo no se consideraba un psicópata. De verdad que no, y estaba en lo correcto, porque un psicópata nunca hubiera sido atrapado con la guardia baja.

***

Stiles se burló en silencio cuando do Theo bebió toda su botella de agua al subir a su camioneta. Ni siquiera había notado el sabor del muérdago, al menos no hasta que fue muy tarde. Imbécil.

-¿Qué quieres hacer con él?- inquirió Dean mirando de forma seria como Stiles no apartaba la vista del cuerpo atado e inconsciente del chico que había capturado la noche anterior.

Sam estaba nervioso. No por ser descubiertos  habían hecho de la subestación abandonada su refugio, nadie sabía que él y su hermano estaban en el pueblo, todos pensaban que Stiles estaba fuera y su objetivo inconsciente no tenía ni una mascota que esperara por él y no había forma de que pudiera escapar, no con las cadenas rociadas de cerval. Nada de eso preocupaba a Sam, solo Stiles. Tenía esa cosa en los ojos, la característica oscuridad de cuando haz tocado fondo, tanto que lo único que quieres es hacer daño, tanto que dejes de estar herido tu mismo. Regresar el dolor. Había visto esa misma oscuridad en incontables cazadores, incluyendo a su padre, a su hermano y a él mismo cuando aquel demonio le había arrebatado a su novia. Algo que tenían esas personas en común, además de haber tocado fondo, era que se habían perdido en la venganza. Así que Sam tenía todo el derecho de estar nervioso por Stiles, porque sólo es un muchacho de diecisiete años y cuando su sed de venganza quedará satisfecha iba a tener que lidiar con las consecuencias de sus acciones. Hacer daño a otra persona, matar, tenía un precio altísimo, uno que Sam y su hermano habían asimilado hacia muchísimos años, pero Stiles no lo sabía. No tenía idea, de lo que su plan significaba a largo plazo.

-Quiero hacer que le duela.- respondió Stiles sin expresión, tomando el cuchillo más cercano de la mesa y aproximándose lentamente a Theo que comenzaba a despertar.

Dean tomó la mano del chico, interrumpiendo su teatral acercamiento.

-Puedo hacerlo por ti, no me importaría.- Sam casi celebró en voz alta la intervención de su hermano. Casi, porque presentía que no importaba lo que dijera ninguno, Stiles estaba muy decidido en esto.

-Descuida, esto no me quitara el sueño.- respondió Stiles con voz monótona, Dean le soltó y Sam se preparó para ver como la venganza destruía a otra persona.

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He decidido que esta será la última publicación de esta historia hasta que la finalice, una vez terminada en borradores subiré todos de una sola vez. Estoy de vacaciones esperando respuesta para mis residencias profesionales, así que tendré tiempo y espero no tardar demasido. Gracias por estar y seguir en este proceso.