Seventeen - I can't run away
No logré hallarlo.
lo busqué por todas partes, hasta hice que el tío despegara el trasero de su silla plegable, cosa que me llevó más de un pack de cervezas como garantía. El tipo realmente adoraba holgazanear durante el invierno.
Era como si mi collar hubiese desaparecido de la faz de la tierra
Me importó los primeros tres días, después se convirtió en una molestia punzante que se desplegó poco a poco en mis noches como lo haría un parásito o una enfermedad terminal. Y al igual que toda molestia mía, la logré evitar.
Vaya que podía ser dramático cuando quería, lo que también era extraño porque yo era conocido como el chico raro y sin aparentes emociones que vivía en la casa terrorífica de al final de la ciudad. Cabe aclarar que en mi casa no había fantasmas, ni fue construida sobre un cementerio indio (al menos eso quería creer). Pero una vez, durante Halloween, el tío se cansó de los niños con trajes en los que sus madres apenas habían puesto esfuerzo, tomó un litro de salsa de tomate y la embadurnó por toda su cara y camisa, entonces salió gritando cosas que aprendió en el viejo diccionario de hebreo. Los niños a los cuales traumatizó hicieron de ese episodio una leyenda urbana.
Desde entonces los Halloweens eran tranquilos para la familia Jeon.
Y hablando de los Jeon...
Con la nariz roja y las manos temblorosas salí de la cabina templada de la camioneta. El motor había comenzado a darme problemas desde el martes pasado, papá dijo que se la llevara al viejo Jeon, un tipo de apariencia grasosa (en el sentido de que cada vez que lo veía tenía una hamburguesa con doble carne y doble queso entre sus dedos, y estaba casi seguro de que hasta se refregaba el cuerpo con una de esas cosas). Todavía no sabía si estábamos emparentados de alguna manera, pero lo cierto era que se llevaba bien con mi padre y según escuché fueron juntos a la secundaria.
Aunque la mayoría de los adultos en este lugar habían salido del mismo agujero, al igual que todos mis conocidos habían salido de ese mismo agujero. Al igual que los inexistentes amigos de mi hermana. Y la tradición de pertenecer a la única secundaria a kilómetros a la redonda se repetirá sin cesar hasta el fin de los tiempos. Quién sabe, tal vez mis hijos sean bendecidos y... a quién engaño, con suerte tendré un par de gatos para hacerme compañía en mi vida futura.
–Dejaré las lleves sobre el escritorio– dije, las campanitas de la puerta tintinearon detrás de mí.
El viejo Jeon salió de debajo de un escarabajo abollado y tosió algo parecido a una nube negra. No quise indagar en sus asuntos personales.
–Dile a tu padre que el arreglo es gratis, y dile a tu tío que jugaremos póker en lo de Soo este domingo.
–Le diré lo del póker al tío, pero lo del arreglo corre por mi cuenta.
Sonrió con sus dientes torcidos y de un color que se asemejaba a lo que salió de nuestra grasera la última vez que la destapé.
–Sigue yendo por cuenta de la casa, ratoncito.
Solté las llaves en el endeble escritorio y sacudí la cabeza al salir del negocio. Odiaba con todo mi ser el apodo que me había dado ese tipo el día en que cumplí los seis años y lloriqueé a los gritos pidiéndole a papá que por favor adoptásemos a la rata que vivía en el hueco del taller. Los dos hombres adultos que estaban a mi cuidado estallaron a las carcajadas. Desde ese momento lo consideré parte de mi lista negra, aunque debo admitir que fue injusto no incluir a mi padre... pero sería desalmado poner a tu propio padre en tu lista negra, a menos que fuese un verdadero hijo de puta, excepto que papá solo disfrutaba burlándose de mí, aparte de eso era un buen tipo.
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Where the wolves hide... -MinWon/Meanie
FanficHay un lobo en el bosque. Hay un chico nuevo en la ciudad. A Wonwoo no le gusta como parece encontrarlo en todas partes. No le gusta las cosas extrañas que dice, sobre instintos e impulsos, sobre secretos familiares que poco a poco comienzan a devor...