Capitulo 8

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Varios años atrás.

Miraba el edificio sin mucho chas ganas, suspiré y mire mi celular. No debía tardar más, levanté levemente el vestido que llevaba puesto mientras subía las escaleras.

Las cámaras enfocaban cada tanto tiempo. Era de un color rojo vino y se pegaba a mi cuerpo en las zonas adecuadas.

-Lo admito, ese vestido te queda espléndido- dijo la voz por el comunicador en mi oído.

-Ya callate, estuviste todo el día alagandome- susurré divertida. Escuché su ronca risa del otro lado lo que provocó el que me sonrojara.

-Aunque estás mejor sin él- no lo soporte más y me sonroje. No sabía dónde estaba, por más que mirara entre las personas, suspiré y seguí adentrándome al edificio- el trabajo es sencillo.

-Lo se- mire a la gente cuando entre e la sala. Una gala prestigiosa y con gente muy adinerada se encontraba, vistiendo sus mejores ropas y joyas.

-La caja fuerte está en el segundo piso del salón- miraba a las personas y la gran escalera en el medio.

-¿Quién tiene la llave?- pregunte mientras agarraba una copa de vino. Paseaba por los alrededores, no podía ver los rostros ya que portaban antifaces.

- Adivina- contesto. Bufé y miré en varias direcciones. Dejé la copa a un costado y me pasee por el gran salón.

- Tengo tres posibles- dije.

-Prosigue.

-El primero se encuentra en la punta norte, sentado en el sofá de terciopelo. Rubio canoso, tal vez unos treinta años, rodeado de tres chicas con poca ropa.

-¿Los otros?-pregunto divertido.

- Siento que esto es una especie de juego- me burle. Escuché su risita- el segundo, de pie rodeado de empresarios con copas en las manos, zona este, cerca de las columnas, antifaz dorado.

-Interesante, ¿Y el tercero?- pregunto. Sonreí bajando la vista al suelo.

-Detras mío- la respiración chocaba con mi cuello, el aliento y la leve risita divertido mientras tomaba mi cintura con algo de fuerza.

-Lo siento amor, pero las tres son incorrectas- susurro en mi oído. Comenzamos a movernos de un lado al otro.

Bailando mientras el resto de parejas se unían. Bailábamos al compás del vals, parecía una gala de aquellos tiempos antiguos y de la realeza.

- Izquierda, cabellos rubios- susurro. Mire en la dirección indicada cuando me hizo girar- no ha parado de mirarte desde que entraste.

Rodee los ojos e hicimos unos pasos más hasta que la música termino. Me incline haciendo una pequeña reverencia que imitó.

Nos separamos para no parecer sospechosos. Yo fui a la barra mientras que él en otra dirección.

-¿Desea algo?- pregunto el hombre detrás de la barra.

-Un jugo de naranja- pedí a lo que sintió y me lo preparo en el momento- gracias.

Di el primer sorbo y al apartar los labios del vaso noté como el labial se quedaba en el cristal.

-¿Nos vimos antes?- una voz monótona me hizo girar. A mi lado se había sentado un pelinegro con antifaz gris.

-No lo creo- dije de forma tranquila- debes estarme confundiendo, ya sabes...las máscaras- sonreí de forma cortes.

- Oh...lo lamento- se disculpó, pidió una bebida y volvió a mirarme- creí que si.

Lo mire unos segundos y fruncí el ceño.

-No creo que te hayas acercado por eso- lo mire de forma analizadora. Este sonrió un poco casi imperceptible. Daba escalofríos, sus ojos negros sin reflejar ninguna emoción pareciendo muertos.

-Asi es- contesto, creí que no lo diría así- de hecho vine aquí por una misión, y noté que miraste en varias ocaciones a mi objetivo.

-¿Perdón?- pregunte frunciendo el ceño.

-De hecho, quería hacer un trato- me miró sin expresión, era enferma la tranquilidad con la que hablaba- necesito apartarlo a un lugar en el que no cause revuelo, y para eso vas a ayudarme.

-Yo nunca....- lo mire con enojo.

-Si no lo haces morirás- soltó. Esperaba una confirmación.

-Acepta- dijo la voz en mi audífono- es beneficioso para ambos- tenía razón, me convenía el aceptar. Suspiré y mire al joven frente mío.

- Bien- este me prestaba total atención- pero lo haremos a mi manera- me levanté y lo tomé del brazo, no dijo nada y solo me siguió- sígueme la corriente.

Comenzamos a bailar. Notaba que el sujeto que era nuestro objetivo común seguía mirándome.

- La cosa será así, se acerca a mí y me lleva a una zona apartada, luego haces lo que quieras con él, pero yo debo robar algo- susurré. Este me tomaba en el baile como si fuera una pluma.

-¿Ladrona?- pregunto- creí que eras una asesina.

- No te confundas, puedo ser ambas cosas- dije tajante.

-Me agradas- respondió- Soy Illumi- al escuchar ese nombre un leve escalofrío recorrió mi cuerpo, sabía ahora de quién se trataba.

-Tn- respondí simple. El decir nuestros nombres en algo así, representa la confianza y el cierre del trato.

Como espere sentí como tocaban mi hombro de forma leve. Hice como si no lo esperara y me di vuelta con una sonrisa.

-¿Si?- pregunte algo tímida.

-Disculpen la interrupción- su cabello cenizo caía por los costados y me miraba con cierto deseo- es que no pude no notar la belleza de tu ser desde que cruzaste aquella puerta.

-Oh, gracias- me sonroje un poco mientras miraba hacia otra dirección con vergüenza.

-¿No te molesta el que te la quité un momento?- pregunto mirando a Illumi- este nego.

-No hay problema.

Sentí como me tomaba el otro sujeto de la cintura y comenzábamos a bailar el resto de la pieza. Hablamos un poco, obviamente yo dando datos falsos.

Al terminar me llevo hacia la habitación que quería. Allí me empujó contra la pared.

-No sabes las ganas que tenía de pasar a esta parte- dijo él. Sonreí y lo tomé de las mejillas.

-Yo también- admiti. Enseguida el se puso rígido y callo al suelo muerto. Mire en dirección a la ventana. El chico de cabellos largos negros estaba sin su antifaz.

-Creo que eso es todo- no le preste atención y revise e cuerpo, tomé una llaves pequeñas en su bolsillos.

-Bingo- me levanté y comencé a recorrer la habitación.

-¿Que buscas?- creí que se había ido. Me resultaba raro que se haya quedado.

-Esto- movi un mueble de libros dejando ver una caja fuerte, inserte la llave y la gire, enseguida me mando a que debía introducir un código y huellas dactilares- ¿Cuál es la clave?

-311204- escuché en e audífono. Luego me acerqué al cuerpo y lo arrastre hasta la bóveda- gracias por la ayuda- me burle.

La bóveda se abrió y dejó a la vista mucha cantidad de billetes y oro. Pero eso no me interesaba, corrí algunas cosas y llegué donde quería.

-Eso es...- el pelinegro detrás mío susurro. Sonreí mientras tomaba el cuadro.

-El cuadro auténtico de la Mona Lisa- dije sonriendo. Mire al pelinegro- bueno, eso sería todo- me acerqué a la ventana.

Lo mire unos segundos más. Este tenía sus ojos en mi. Fue extraño, tal vez no volvería a verlo más en mi vida, pero sentía que no sería así.

-Adios- susurré. No contesto.

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2023 ⏰

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🎴Asashin🎴 - Illumi Zoldyck [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora