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Cap.+18
Finalmente pude tener un momento de paz tras eso mientras me escondía en el baño. Me sentía tan mal, era algo inexplicable.
Ni siquiera éramos nada como para que me estuviera sintiendo así, qué estúpido fui. Tan pronto cuando estaba a punto de salir escuché ruido fuera del baño.

—¿No sabes cerrar la boca, cierto? —pude reconocer esa voz desde dentro. Era la de Shu.

—Lo... Siento Shu... —una voz femenina hacía el intento por hablar, parecía hacerle falta oxigeno.

—Como sea, ya no te necesito, perra —la chica finalmente pudo respirar apropiadamente y tomó aire con desesperación.

Me quedé atónito, la chica tosía fuera del baño y los pasos de Shu se alejaban. Después de un rato la chica habló con enojo.

¿Qué mierda le sucede? ¿Cómo se atreve a tratarme así? Sin mí, ese estúpido ya estaría muerto de hambre —los pasos de la chica se fueron alejando.

Qué carajos acaba de pasar. Pude finalmente salir del baño, toda la información que había recibido por escuchar en las espaldas de la gente no tenía sentido. Tenía tantas preguntas ¿por qué Shu estaba estrangulando a esa chica? ¿A qué se refiere con muerto de hambre? Estaba tan perdido.
La campana sonó y tuve que volver al salón.

Mientras guardaba mis cosas en la mochila pude ver de reojo a Shu fuera de mi salón. Supuse que estaría esperando a alguien, tras guardar todo salí del salón y pasé tras él. Pero antes de que pudiera irme de allí, sentí como Shu agarraba mi brazo impidiendo mi salida.

Quiero hablar contigo —su voz era ronca y dominante, y como buen sumiso obedecí —Entiendo que por lo que viste pienses que es mi novia, pero solo fue un malentendido —dio una pausa y volvió a hablar —Lamento que hayas tenido que pensar eso —estaba siendo sincero con sus palabras y sentí empatía.

—Supongo que está bien si no tienes novia... —estaba nervioso pero internamente agradecía que fuera un malentendido.

—Entonces, ¿me acompañarías al salón de música? —era claro cuál era su intención y aún sabiendo acepté.

Shu tomó mi mano y me guío hasta las escaleras que llevaban al salón de música. La academia estaba vacía al igual que el salón.
Me pasó primero y cerró tras suyo la puerta.
Con más confianza encerré mis brazos en su cuello mientras él me tomaba por la cintura. Empezó con ligeros besos alrededor de mi cara para luego darlos en mis labios, era un beso dulce y tierno pero no dejaba de ser caliente y sexy. Mi cuerpo emanaba calor junto al suyo, siempre sabía que hacer para ponerme tan sumiso hacia su toque.
Me tumbó contra el sillón y quitó mis prendas superiores. Jugaba con mis pezones mientras mordía ligeramente mi cuerpo y dejaba besos en el área. De todo lo que podría haber dicho en este escenario nunca me hubiera esperado que dijera eso.

—¿Quieres saber por qué fue un malentendido? —asentí con un sonido y lo que pasó fue tan sorprendente —Hice un trato con esa perra por algo de información y pues mi parte era darle la información, su parte, te preguntarás —dio una leve pausa —Era alimentarme.

Al principio no entendí hasta que sentí como sus dientes, más bien colmillos, atravesaban mi piel. Pero extrañamente, se sentía bien. Mi cuerpo se sentía ligero y más relajado.
No sentí nada desagradable, al contrario me sentía incluso más acalorado y emocionado que antes, me sentía más excitado.
Fácilmente salió un gemido de mi boca al sentir como sus colmillos penetraban mi piel, era un sentimiento agradable y sin darme cuenta los ojos de Shu pasaron a ser carmín.

¿Qué tal si ponemos las cosas más emocionantes? —Shu empezó a desvestirme mientras besaba mi cuello.

Con cuidado iba sacando cada prenda de mí, mi cuerpo estaba caliente y pedía a gritos el cuerpo de Shu. Empecé a besar su cuello con desesperación mientras él tocaba con delicadeza mi cuerpo desnudo.
Juntamos nuestro labios en un beso mientras Shu seguía quitando mis pantalones dejando solo mi ropa interior. El beso se cortó por la falta de aire y Shu empezó a desvestirse, su cuerpo pálido y trabajado era tan hipnotizante, mis ojos no podían despegarse de tal vista y no admirarla.
Estaba tumbado en el sillón, con mi respiración agitada y Shu estaba encima mío, mis piernas estaban levantadas hasta estar apoyadas en los brazos de Shu. Metió cuidadosamente un dedo en mí y empezó a moverse delicadamente, se sentía extraño pero de una manera que me encantaba, metió otro y empezó a dilatar mi ano cuidadosamente.
Estaba listo para recibir a Shu y él estaba por entrar.
Me encontraba tan perdido en la lujuria que nos envolvía. Sentía que nada podía importarme en ese mismo momento, tanto que se me olvidaba que seguíamos en la academia.
Shu entró en mí con cuidado y lentitud, mis gemidos no tardaron en aparecer ni bien sentí como entraba en mí. Tras meterlo completo empezó a penetrar lentamente, al principio me dolía pero fácilmente empezó a sentirse tan jodidamente bien. Tras acostumbrarme empezó a penetrar con más rapidez, yo gemía descontroladamente por la satisfacción. Los gemidos roncos y casi inaudibles de Shu también se hicieron aparecer. Era un sentimiento tan satisfactorio y lujurioso, Shu besaba mi cuello y susurraba en mi oído mientras masturbaba mi miembro.

Se siente tan bien... —un pequeño escalofrío me recorrió la espalda al escuchar su voz.

Shu mordió mi cuello y empecé a perderme incluso más. El efecto de satisfacción era incluso mayor, mi cuerpo y mi interior se sentía tan caliente. Shu salió de mí y me dió la vuelta para empezar a penetrar rápidamente. Mis gemidos eran ruidosos pero eran callados por la mano de Shu. Él estaba pegado contra mi cuerpo mientras seguía penetrando mi cuerpo, mordía, lamía y besaba mi cuello ligeramente. Estaba tan perdido en la lujuria y satisfacción del momento, me sentía tan bien, me sentía en el maldito cielo.
Me hacía morder mi ropa para calmar mis gemidos, mi pene no dejaba de eyacular, pero incluso con eso no estaba cansado. Mi cuerpo se envolvía en el calor de nuestros cuerpos, salió de mí y eyaculó en mi trasero, y volvió a entrar en mí.

Continuará...

finalmente la escena mítica de sexo wao. espero les haya gustado como está quedando. quiero agradecer por el apoyo reciente en esta historia.
la escena seguirá en el siguiente capítulo por cierto, ahora sí, nos vemos pronto, chau.

𝕻𝖊𝖈𝖆𝖉𝖔 | 𝑺𝒉𝒖 𝑺𝒂𝒌𝒂𝒎𝒂𝒌𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora