The Fixer (Hermione Granger X Fem! Oc)

77. Sectumsempra

Pov: Narradora que narra esta historia

El mes de mayo sucedía entre días soleados y alguno que otro ventoso. Andy y Hermione pasaban los fines de semana en citas en la Torre de Astronomía, viendo las estrellas. A la hora de la cena, tomaban algunos bocadillos del Gran Comedor y después pasaban las madrugadas abrazadas, intercambiando pensamientos, sentimientos y por supuesto muchos besos. Poco a poco, Andy se iba ganando cada vez el perdón de la castaña, y no solo el perdón, también la confianza y el corazón de la leona

El calor comenzaba a llegar a Hogwarts y eso hacía que los entrenamientos de Quidditch fueran un poco más tediosos pues el sudor comenzaba a molestar además de la molestia del sol en los ojos de los jugadores. Pero la emoción por el partido final de la temporada lo compensaba, pues cada jugador estaba motivado por ganar la copa de Quidditch.

Andy justo salía de un entrenamiento, desde hacía algún tiempo usaba sus previligios como capitana y en lugar de deshacerse del sudor y la sucediedad de su cuerpo en el vestuario, lo hacía en el baño de prefectos. Prefería disfrutar de un baño caliente en aquella piscina que le recordaba a Hermione a tener que ducharse en un espacio reducido y lo más rápido posible pues no es que oliera muy bien en los vestuarios 

Así después de pasar por su dormitorio e interrumpir una sesión de besos de Pasny y Astoria para tomar una ropa de recambio, se dirigó al quinto piso y entró al baño de prefectos. Se quitó el uniforme de Quidditch sin mucho cuidado y se metió a la piscina sonriendo bobamente 

Soltó un suspiro nostálgico, ya habían pasado cinco meses de aquello, de aquel beso que dejó salir los sentimientos que no sabía que tenía por la castaña. Por su castaña. Enjabonó su cuerpo con delicadeza, pues en las prácticas se había hecho un par de heridas y moratones. 

Llegó hasta sus brazos y no pudo evitar quedarse mirando a su antebrazo derecho. Las cicatrices estaban allí. Recordaba a la perfección cada una de ellas,  cada vez que había rasgado su piel con una cuchilla. Ahora todas esas heridas estaban cerradas y cicatrizadas a la perfección y no había ninguna abierta, no desde antes de navidad y eso la hizo sonreír un poco más. Estaba mejorando, cada vez se ganaba un poco más la confianza de su padrino de nuevo. 

-Andy Potter- Preguntó una voz chillona desde atrás suyo

Andy dio un respingo y giró la cabeza apresuradamente, cubriendo su cuerpo con las burbujas de la piscina- ¡Myrtle! ¡Merlín que susto!

-Lo siento- Se disculpó la fantasma y se acercó a ella, colocandose a su lado en el agua mientras la pelinegra se cubría lo máximo posible con la espuma. La de lentes soltó una risilla ante el nerviosismo de la Slytherin- No te preocupes, sé que estás cazada. Vi como besabas a Hermione Granger en Navidad

-¿Lo viste?- Preguntó sonrojandose hasta la punta de las orejas

-¡Claro! No es que fueran muy discretas, tampoco- La fantasma se encogió de hombros

Se quedaron en silencio unos segundos, Andy observando el retrato de la sirena y Myrtle observando su perfil

-¿Cómo es que estás aqui?- Preguntó acabando con el silencio- Pensé que no te gustaba salir del baño de chicas del tercer piso

-No me gusta- Afirmó Myrtle- Pero ahora tengo un motivo para salir. Volvía del baño de chicos del sexto piso

-¿Estás espiando a los chicos?- Preguntó alejandose de ella levemente y cubriendo su cuerpo con sus brazos

-¡Por supuesto que no!- Exclamó la fantasma ofendida- ¡No soy una pervertida, ¿sabes?!

-¿Entonces?