The Fixer (Hermione Granger X Fem! Oc)

49. El recuerdo de Snape

Pov: Narradora que narra esta historia

Andy estaba frente a Elliott en la sala común de Slytherin, Draco hablaba con Pansy en la otra esquina de sala pero desde hacía un rato estaban manteniendo un conversación a través de unos pergaminos que compraron en Zonko, estaban conectados y lo que se escribía en uno, aparecía en el otro.

-¿Les contó algo la sapa?- Escribió Andy en su pergamino.

Unos segundos después apareció la respuesta de Draco- Nada nuevo, tampoco nos cuenta por qué está llamando cada día a varios estudiantes a su despacho

-No entiendo qué más necesita para confiar en ustedes

-Tengo la sospecha de que la perra de Daphne le dice que no somos de fiar- Apareció la caligrafía de Pansy esta vez

Andy le dio el pergamino a Elliott y se levantó, viendo que iba tarde para su clase de Oclumancia. Antes de salir, le dirigió una mirada de Draco y Pansy y estos le guiñaron un ojo

Andy caminó a ritmo lento, no tenía ganas de ir a esa clase, estaba algo abrumada por la situación y que Snape le reviviera algunos recuerdos no le era de mucha ayuda. Llegó a la puerta y justo vio a su hermano salir como un torbellino

-Suerte, Goofy, la vas a necesitar- Se despidió el ojiverde

-Gracias- Murmuró Andy a pesar de que Harry ya estaba demasiado lejos como para oírle

Andy entró a la sala bajo la atenta mirada de Snape- Justo a tiempo, Stylinson- Dijo Snape con tono frío

-Buenas tardes Profesor

-Supongo que has estado practicando

-Si- Mintió Andy, apenas y tenía tiempo libre y obviamente no lo iba a pasar practicando Oclumancia

Snape iba a volver a hablar, pero el sonido de la puerta siendo abierta abruptamente lo interrumpió

-Profesor Snape, señor- Se escuchó la voz de Draco. El rubio fingió sorpresa al verla ahí- Oh, lo siento

-No pasa nada, Draco- Lo tranquilizó el hombre- ¿Que sucede?

-La directora Umbridge ha encontrado a Montague

-Esta bien. Stylinson, dejaremos la clase para mañana- Dijo Snape, acto seguido salió de su despacho junto a Draco, que le guiñó un ojo a Andy. La chica sonrió en respuesta.

Andy se dispuso a salir del despacho cuando una luz a su espalda se lo impidió. Llevada por la curiosidad, se dio la vuelta, encontrando que la luz venía del pensadero que estaba encima de la mesa de Snape. Se acercó con cautela y observó el contenido plateado que giraba en el sentido de las agujas del reloj.

Los recuerdos de Snape y una chica muy chismosa, ¿que podría salir mal?

Andy se dirigió a la puerta, aún abierta, asomó su cabeza y, cuando se aseguró de que no había nadie cerca, la cerró. Se acercó al escritorio y se dispuso en el lugar donde debería estar Snape.

Andy, un poco insegura de lo que hacer, sacó su varita y le dio un toque al pensadero, haciendo que la sustancia se arremolinase y consensase. Entonces sumergió su cabeza en él.

Observó su cuerpo, era ligeramente transparente. Andy levantó la vista, se encontraba en medio del Gran Comedor, pero las grandes mesas de las cuatro casas habían desaparecido y en su lugar había más de cien pequeñas mesas orientadas hacia donde solía estar la mesa de profesores, y en cada una de las mesas había un estudiante que escribía en un trozo de pergamino. Solo se oía el rasgueo de las plumas, era evidente que se trataba de un examen.