The Fixer (Hermione Granger X Fem! Oc)

80. Shiro

Pov: Narradora que narra esta historia 

Andy aterrizó en el suelo de Hogsmeade, sosteniendo el peso del director sobre su hombro, junto a Harry, quien sujetaba el otro brazo del anciano. Temblaban levemente de frío y de no haber sido por los suaves rayos de luz que provenían de Cabeza de puerco, hubiera pensado que todavía seguían en aquel acantilado, pues el olor a salitre y mar se había adherido a los cuerpos de los tres magos como si de pegamento se tratara 

-¡Lo hemos conseguido, profesor! -Susurró Harry con dificultad, sintiendo una dolorosa punzada en el pecho- ¡Lo hemos conseguido! ¡Tenemos el Horrocrux! 

Andy suspiró con alivio- Merlín, si tenemos que hacer algo así de nuevo...creo que necesitaré más chocolate- Murmuró sacando una barrita de chocolate y tomando un bocado, bajo la mirada divertida de los otros dos- ¿Qué?-Harry rió  y Dumbledore solo sonrió débilmente, cosa que no pasó desapercibida por la chica- ¿Está bien, señor?

-He tenido momentos mejores -Contestó Dumbledore con voz frágil, aunque le temblaron las comisuras de la boca, como si le costara muchísimo mantener la débil sonrisa- Esa poción... no era ningún tónico reconstituyente...

Harry y Andy se miraron preocupados al verlo tan pálido como la nieve y como le costaba incluso mantenerse en pie- Deberíamos llevarlo a la enfermería, Madame Pomfrey podrá...

-No -Balbuceó Dumbledore- Severus, necesito ver a Severus

Andy y Harry sostuvieron el peso del alto preofesor hasta que pudieron apoyarlo en la pared de la fachada de Cabeza de Puerco- Iré a por el Profesor Snape, quédate con él- Avisó a Harry quien asintió mientras se dedicaba a mantener al director consciente 

Pero antes de que Andy pudiera andar, oyó pasos precipitados y el corazón le dio un vuelco,  alguien los había visto y acudía en su ayuda. Era la señora Rosmerta, que corría hacia ellos por la oscura calle luciendo sus elegantes zapatillas de tacón y una bata de seda con dragones bordados.

-Los vi aparecer cuando cerraba la cortina de mi habitación- Dijo la mujer apurada- ¿Qué le sucedió a Albus?

-Está herido -Explicó Harry

- Señora Rosmerta, ¿puede acogerlos en Las Tres Escobas mientras yo voy al colegio a buscar ayuda?- Pidió Andy apurada 

-¿Estás loca, muchacha? ¿Es que no lo has visto?- Andy miró confundida a la mujer hasta que  la bruja señaló el cielo en dirección a Hogwarts, Andy, confundida se dio la vuelta y miró.

 Suspendido en el cielo encima del castillo, había un reluciente cráneo verde con lengua de serpiente, la marca que dejaban los mortífagos cuando salían de un edificio donde habían matado. Andy apretó los puños y miró con desesperanza a Harry, que solo contemplaba con expresión de terror la marca 

-¿Cuánto tiempo lleva ahí? -Preguntó el anciano, e hizo un esfuerzo por ponerse en pie agarrándose al hombro de Harry

-Supongo que unos minutos. No estaba allí cuando saqué al gato, pero cuando subí...

-Hemos de volver enseguida al castillo -Dijo Dumbledore, tomando las riendas de la situación pese a que le costaba mantenerse en pie- Rosmerta, necesitamos un medio de transporte, escobas...

-La joven Parkinson vino hace una media hora y dejó un par de escobas- Murmuró la bruja- ¿Las traigo?

-No. Harry, haz el favor...

Harry levantó la varita de inmediato. -¡Accio escobas de Rosmerta!-Un segundo más tarde, la puerta del pub se abrió con un fuerte estrépito para dar paso a dos escobas que salieron disparadas y volaron hacia Harry, cuando llegaron a su lado, se pararon en seco con un ligero estremecimiento.