Capítulo 27 "Reunión"

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Dana y yo yacíamos de pie frente a la casa de los Kaulitz, suspire profundo y ante la atenta mirada de mi prima, toque un par de veces el timbre, mi corazón dio un pequeño vuelco, pues casi de inmediato la puerta fue abierta por Simone la madre de mi pelinegro.

—Hola, señora Kaulitz, están Bill y Tom?— pregunto Dana de inmediato, sonriéndole a la mujer, la cual también nos sonreía con cariño.

—Oh, si cielo, están arriba, en la habitación de Tom— Simone me lanzó una mirada, y me sonrió, luego se hizo a un lado para que entráramos a la casa.

—Gracias señora Simone!— volvió a hablar Dana, para después tomar mi mano y subir casi corriendo las escaleras.

Caminamos a paso rápido por el pasillo hasta dar con la habitación de el de rastas, toque tres veces a la puerta mientras mi corazón saltaba en mi tórax, Dana estaba igual de nerviosa.
Unos segundos después la puerta fue abierta por ambos chicos, de inmediato me lance a los brazos de Bill, y este me rodeó con sus brazos, Dana entró a la habitación y cerró la puerta, le dio un suave abrazo a Tom y este le preguntó en voz baja "¿que pasa?" A lo que Dana le susurro un leve "Ya lo sabrás"

—Los dejaremos solos, si?— dijo Dana, mientras tiraba suavemente de la mano de Tom, el semblante de este era de total confusión y curiosidad, yo asentí suavemente y suspiré preparada para contarle a Bill lo que ha estado sucediéndome.

Una vez Dana y Tom salieron de la habitación, me senté en la cama, bajo la atenta mirada de mi pelinegro el cual se notaba preocupado, tomó una pequeña silla que yacía en la habitación y la colocó frente a mi, sentándose en esta y tomando mis manos entre las suyas, lo cual me tranquilizó un poco, el guardaba silencio esperando a que estuviera lista para hablar.

—Cuando estes lista amor— dijo mientras dejaba besos en mis manos, ¿podía ser más lindo este chico? Lo amaba tanto.

—Bill... yo, he estado teniendo malestares, he vomitado desde la mañana, y he tenido leves mareos, mi periodo no ha llegado desde hace dos semanas, y tengo miedo Billy...— mis ojos se cristalizaron, Bill parecía conmocionado, pensativo y a la vez podía notar una leve emoción en sus ojos, pero sobre todo nervios, este se quedó en silencio un momento antes de hablar, finalmente aclarando su garganta.

—No te preocupes amor, sea lo que sea yo estaré contigo y me haré responsable, mamá enloquecerá pero, eso no importa— lo interrumpí, me sentía feliz por su respuesta pero aún así también sentía culpa, pues Bill tenía tantos planes que ahora no podría cumplir si es que realmente estuviera embarazada.

—Bill, ¿que pasará con tu banda si lo que pensamos es verdad? ¿Como harás para cuidarnos y cumplir tus sueños a la vez?— empecé a llorar, me sentía tonta y culpable, pero Bill solo acariciaba mis manos y las besaba una y otra vez.

—Lia, Lia.. eso puede esperar, mis sueños siguen ahí y aún soy joven, por ahora mi sueño es que tú seas feliz y estés bien— me abrace a mi pelinegro al escuchar esas palabras, ¿acaso podría ser más hermoso? Sin dudas si.

—Te amo Billy..— murmure suavemente, mientras hundía mi rostro en su cuello, este acariciaba mi cabeza con cariño.

—Yo también te amo cielo— suspire relajada en sus brazos, aún estaba asustada, pero debía mantener la calma, aún nada era seguro.

Rato después bajamos hasta la sala, me sorprendió un poco notar a Dana, y Tom viendo la tv junto a la señora Simone, se veían lindos, eso me hizo sonreír un poco, caminamos hasta ellos, sentándonos a su lado en el gran sofá.

—Mamá, ¿desde cuando te gusta ver Termineitor?— pregunto Bill, reímos todos, mientras Simone alzaba los hombros y estaba apunto de responder pero el de rastas la interrumpió.

—Desde que su hijo Tom, se la recomendó por que la película es muy buena— alzó una ceja sonriendo leve, noté que Dana me decía algo, leí sus labios y alcancé a entender, esbozo un "¿todo bien?" Por lo que asentí repetidas veces y sonreí para ella, lo cual la tranquilizó.

Todos decidimos terminarnos la película junto a Simone, una hora pasó, hasta que la película acabó, todos los pensamientos que se habían detenido mientras estuve entretenida, volvieron, haciendo que me sintiera asustada nuevamente.

—Niños, quisiera ver otra película más con ustedes, pero debo trabajar en mi oficina— dijo Simone mientras se ponía de pie y acariciaba las mejillas de sus hijos, mientras nos sonreía a Dana y a mi, todos asentimos y la vimos subir al segundo piso y perderse en el pasillo.

—¿Y bien? ¿Nadie me va a decir que pasa?— hablo Tom, Bill me lanzó una mirada, Dana también y yo solo dirigí la mirada a mis pies y suspiré.

—Tom, he tenido mareos y náuseas, y no me ha llegado la regla— esta vez lo mire, este tenia los ojos abiertos como platos, mientras procesaba lo que le acaba de decir.

—¿Que carajo? Bill, eres un idiota, ¿que mrd?— Tom se escuchaba alarmado, me asuste aún más, y mis nervios estaban cada vez peor, Dana apretó suavemente mi mano para darme apoyo.

—Aún no es seguro lo que creemos, Lia no se ha echo ninguna prueba, y baja la puta voz Tom, mamá podría oírte— Bill hablo entre dientes mirando fijamente a su hermano, el cual lo fulmino con la mirada, y suspiro.

—Bien, tengo una idea— dijo el de rastas, todos lo miramos, mientras este sacaba su teléfono y parecía teclear en el.

—¿Que idea?— pregunté yo, con curiosidad, Dana y Bill también tenía cara de querer saber que planeaba Tom.

—Gustav, ¿recuerdan que tiene una hermana mayor?— dijo Tom, a lo que todos asentimos, yo no la conocía pero había oído a los chicos hablar de ella alguna vez, Bill chasqueo los dedos como si hubiera recordado algo, entonces mi curiosidad fue más.

—Oh, cierto, ella trabaja en la farmacia del pueblo, Gustav podría hablar con ella y conseguirnos unas pruebas de embarazo— Tom asintió ante las palabras de su hermano.

—Exacto, ya le mande un mensaje, acaba de responder que va en camino a la farmacia, cuando consiga las pruebas, nos juntaremos en casa de Georg, ya que en casa de Gustav hay visitas y allí no podemos hablar sobre esto— todos asentimos, suspire aliviada de alguna forma, pues mis amigos trataban de ayudar en lo que podían y no estaba sola, los tenia a ellos, tenia a mi Bill.

El teléfono de Tom volvió a vibrar, era un nuevo mensaje de Gus.

—Chicos, ya tiene las pruebas— dijo Tom, Bill suspiró con algo de nervios, mientras Dana aún sostenía mi mano y la apretaba suavemente.

—Es hora de irnos entonces— dije, mientras trataba de prepararme mentalmente para lo que sea.



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No se que hice, ayuda jaja, bueno, ahora si, finalmente sabrán que les espera, y también ya habrá más presencia de Georg y Gustav, gracias por leer mi historia, y también gracias a las lectoras que las han agregado a su lista de lectura, vayan a leer "Trouvailles" las que aún no han ido a leerla, aún está en curso, pero pronto retomaré la historia al terminar esta, besos 💋

Trust me [Bill Kaulitz] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora