Trust me [Bill Kaulitz]

Capítulo 21 "De vuelta a casa"

Desperté por el ruido de voces hablando afuera, me incorporé, dándome cuenta de que llevaba puesta solo mis bragas y la camiseta de Bill, sonreí pues a mi mente llegó el recuerdo de lo que pasó anoche, me acerque al cierre de la carpa y la abrí, asomando mi cabeza, pude divisar a los chicos y a Dana, recoger las cosas de nuestro campamento, así que volví a adentrarme, busqué mi short de pijama y me lo coloqué, para después salir.

—¡Buenos días borrachos!— dije soltando una suave risita mientras caminaba hasta ellos, Bill me sonría mientras me lanzaba una mirada de complicidad.

—Buenos días loca, ¿dormiste bien?— dijo Tom con una sonrisa ladina, a lo que entendí de inmediato a que se refería, los demás soltaron una suave carcajada.

—Oh seguro que si, podía escuchar sus "ronquidos" desde mi carpa— dijo Gustav haciendo seña de comillas con sus dedos mientras los demás solo reían, incluido Bill, yo intentaba hacerme la seria pero también soltaba una que otra risita.

—Son unos tontos— reí suave mientras me acercaba a Gustav y golpeaba su cabeza suavemente.

—Estoy seguro de que mi hermanito también durmió muy bien eh— Bill sonrió juguetón a lo que Tom solo asintió ladeando una sonrisa y le lanzó una rápida mirada a Dana, la cual yacía doblando los sacos de dormir sin objetar palabra alguna.
Después le preguntaría como había sido esa noche con Tom, pero esperaría llegar a casa y preguntarle a solas.

Nos pasamos toda la mañana recogiendo nuestras cosas, desarmamos las carpas y metimos todo a la camioneta, cuando nos aseguramos de que no quedara nada, todos decidimos darnos un último chapuzón al río, pues aún era temprano para irnos.

—¿Hey que haces ahí sola?— pregunto Bill al verme apartada de los demás en el río.

—Es que quería leer un poco mi libro, lo había traído pero jamas lo tome en cuenta en todo el fin de semana— respondí normalmente sin apartar mi vista de el libro en mis manos.

—Bueno, estaré con los demás, en un rato nos iremos así que te llamaré para avisarte— asentí sintiendo después los pasos de Bill alejarse.

Paso un largo rato, como media hora, y escuché la voz del pelinegro llamarme, tome mi libro y mis cosas, pues ya sabía que debíamos irnos.

Una vez estuvimos todos con ropa seca y limpia, subimos a la camioneta para partir.

—¿No se ha quedado nada?— pregunto Georg al volante, encendiendo el vehículo.
Todos negamos, noté a Dana recostada de el pecho de Tom, Gustav iba al frente con Georg y yo y mi pelinegro juntos al lado de Dana y Tom.

Emprendimos camino a casa, en el transcurso del camino, escuchábamos canciones de la banda The Neighborhood y cantábamos a todo pulmón, a mitad del camino me quede dormida en el pecho de mi Bill, estaba cansada, estaba mas que claro que no había dormido nada esa noche.

Un largo rato después sentí los suaves labios de Bill sobre mi rostro, haciendo que abriera lentamente mis ojos.

—Ya llegamos, amor— murmuro sonriéndome a lo que yo le sonreí de vuelta y noté que Dana y Tom ya no estaban dentro de la camioneta, mire afuera y vi a Georg y Gustav sacar nuestras cosas de la parte de atrás de la camioneta.

Salí junto con Bill del vehículo, y así pude ver a Dana, yacía entrando algunas de nuestras cosas junto con Tom a mi casa, sonreí leve, y me dispuse a ayudar, una vez sacamos todo, Georg y Gustav se fueron.

—¿Que tal si salimos los cuatro al cine esta noche?— propuso Bill, a lo que yo asentí repetidas veces.

—Es buena idea— dijo Tom mientras miraba a Dana, esta le sonrió.

—Claro suena genial— respondió ella.

Después de terminar de guardar todo en la cochera, Tom y Bill se fueron, asegurando que pasarían por nosotras a las 6:00 para irnos juntos al cine.

Aún faltaban unas horas para las 6:00 así que me enfocaría en buscar que usar para la salida al cine, mientras subía a mi habitación y pasaba por la de Dana, la vi sentada sobre su cama, absorta en su teléfono, sonreía como tonta y tecleaba sin parar, reí suave y me adentré llamando su atención.

—Hey, ¿a que se debe esa cara de tonta sonriente?— me senté a su lado en la cama, esta apartó rápidamente su teléfono, pegándolo a su pecho, reí por la expresión de Dana.

—Oye nunca te han dicho que los teléfonos de otros no se husmean?— frunció el ceño haciendo un suave puchero con sus finos labios, parecía un gatito arisco, reí a carcajadas.

—Ash, soy tu prima, ademas se que terminarás contándomelo todo— le guiñe el ojo, sacándole una suave risa.

—Bueno, si te contaré, pero no ahora, aún estoy procesándolo todo— sonrió emocionada, con una expresión como si estuviera recordando lo que paso.

—Descuida, aún nos queda una semana sin mamá y el Tío Rob, así que tenemos mucho tiempo para hablar de eso— reímos juntas.

(POV BILL)

Me encontraba con Tom, en la cochera, mientras llevaba mi teléfono hasta mi oído.

—Hola? Si, soy yo— mientras hablaba por teléfono Tom, que yacía limpiando su preciada guitarra, me observaba expectante.

—Si papá, solo las usaremos por hoy, yo me ocupo de devolverlas a salvo y completas— suspire al teléfono, y colgué, había llamado a mi padre para pedirle dos de sus motos prestadas, pues pretendíamos llevar a las chicas al cine en moto y después de la película, darles un paseo nocturno.

—Papá acepto?— pregunto Tom, dejando su guitarra en su estuche, y acercándose a mi.

—A puras penas, dijo que las quiere de vuelta en la mañana— bufé mientras alzaba una mano para quitarle algo que parecía una pelusa, de una de las rastas de Tom.

—Ash, debi hablarle yo, a lo mejor podía haberlo convencido de que nos las dejara por unos días— Tom se cruzó de brazos, a lo que yo solo giré los ojos irónico.

—Como sea, hay que ir por ellas, así que mueve el culo hombre, llama a Georg para que nos lleve hasta allá— dije, mientras observaba a mi gemelo sacar su teléfono de su pantalón.

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Gracias por continuar leyendo, estaré siguiendo a las que voten y me sigan de igual forma, y de paso vayan a leer Trouvaille de Tom Kaulitz, denle apoyo a la historia, se los agradecería mucho, besos 💋