[O2] Sucesos Inesperados.

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En ese momento no sabía qué hacer, puesto que aquel rubio con ojos azules que estaba cantando a las 4 de la mañana, taponaba mi paso, sentado en una silla al lado de la piscina. Intenté pasar desapercibida ya que iba con un pijama de cuadros rosas y amarillos algo llamativo. Por una parte quería acercarme y decirle algo, obviamente, tenía la ventaja de hablar su idioma puesto que era de Sidney (además de ser sólo un año menor que él), solo que aprovechando que veníamos a pasar las vacaciones a Londres, fuimos al concierto, pero me daba demasiada vergüenza y empezaría a decir cosas sin sentido, o peor aún, volverme loca como Sara y Rachel. No sabía qué hacer así que decidí coger una toalla que había en el suelo para intentar taparme un poco, algo absurdo, la verdad. Todo iba perfecto, creo que no se había dado cuenta de mi presencia, cuando sin darme cuenta resbalé y me caí a la piscina provocando que él dejara de cantar y viniera corriendo hacia mí.

-¡Mierda! -oí que gritaba en la superficie.

Cuando estaba bajo el agua vi su silueta arriba, quitándose la camisa de un tirón. En cierto modo deseaba que se fuera y se olvidara de mí, no me apetecía hablar con una persona famosa en estos momentos, la verdad, llamadme rara, pero el problema es que no sabía nadar.

Hizo el ademán de tirarse pero ya no pude aguantar más la respiración intenté nadar hasta arriba y me encontré con sus preciosos ojos azules a centímetros de distancia entre él y yo. Me agarró de los hombros y de un tirón me sacó del agua.

-¿Estás bien? -dijo ayudándome a salir de la piscina.

-Mm... Sí, sí, no te preocupes, gracias.

-¿Tenías calor y decidiste venir a bañarte o qué? -dijo sonriendo mientras yo miraba el suelo sintiendo como empezaba a notar un extraño calor y a ponerme roja, aquel chico era realmente guapo.

-No... Mm... Yo es que tenía sed e iba a ir a por una botella y no me he dado cuenta y he resbalado -dije rápidamente.

-¿Por qué mejor no vamos a por una toalla para secarte?

-Vale. Mm ... ¿Y tú qué hacías aquí? -pregunto sin saber qué decir.

-No podía dormir así que he bajado para estar aquí un rato -contestó.

Sonreí, aún sorprendida por saber que el hotel donde se alojaba era en el mismo que yo. Bueno, en cierto modo podía ser. Era uno de 5 Estrellas y mi familia tenía dinero y por eso podía permitirme venir aquí. Tras unos segundos en silencio, por fin se decidió a hablar.

- Vamos a por esa toalla- dijo sonriéndome y señalando una puerta al lado de la piscina donde había toallas.

Al llegar allí, la puerta estaba cerrada. Mierda.

-¿Ahora qué hacemos? -pregunté.

-Hay una ventana abierta -dijo señalando la una pequeña ventana.- Podemos entrar por ahí.

-¿Estás loco? ¿Cómo vamos a subir ahí arriba? Nos vamos a matar -dije espantada. Por ahora y para mi buena suerte, quizás no se había dado cuenta de que en realidad sabía quién era él, sino, habría salido corriendo. Muchas fans me han dicho que si un cantante sabe que eres fan suya, sale corriendo. Al parecer no es así o es que no sabe lo. Mejor.

Cogimos unas sillas que había allí al lado. Primero subió él y luego yo. Estaba con medio cuerpo metido en la ventana cuando me quedé encajada y caí encima de él volviendo a quedarnos a centímetros. Volví a ponerme colorada.

-Bueno... Vamos a buscar la toalla -dije intentando ver algo mientras seguía sobre él.

-Sería mejor si te quitaras de encima -dijo sonriendo burlón y mirándome. Enseguida me levante más roja todavía. Cogimos una toalla que había allí, puesto que él sí había conseguido entrar, y me tapé.

-¿Dónde está tu habitación? -dijo mientras salíamos de la piscina

-Es La 423, está en el quinto piso.

-Si quieres te acompaño, pero será mejor que te quites la ropa mojada o lo empaparás todo. -Le miré de forma extraña provocando que se riese.- Es broma, es broma.

Al llegar a la puerta de mi habitación saqué mis llaves y me giré hacia aquel rubio con ojos azules que se encontraba mirándome.

-Bueno, muchas gracias por sacarme de la piscina y eso.

-De nada guapa -dijo guiñándome un ojo coqueto, provocando que me pusiera roja como las demás veces.- Oye, no me has dicho tu nombre.

-Ay, es verdad, perdón. Me llamo Mar, y tú eres de... -en ese momento me acordé de todas las chicas diciéndome que si le decía que era fan saldría corriendo, y no quería eso- el chico ese de la banda que todas están obsesionadas.

-Luke Hemmings -dijo sonriéndome.

-Bueno, gracias por todo -dije.

-No hay de que. Nos vemos -me guiñó un ojo y me despedía de él dándole un beso en la mejilla. Entré en la habitación. Aquella noche no la iba a olvidar.


Imposible || L.H. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora