·NARRA MAR·
Estaba tirada en el sofá. Tenía los pies en el respaldo y la cabeza colgando mientras me comía una tarrina de helado de chocolate y vainilla. En la tele estaban echando una película a la que no le estaba prestando demasiada atención. Estaba aburrida y tenía que esperar a que Sara y Rachel vinieran de la fiesta. Eran las 01:24h todavía, así que no creo que vinieran ya. Me levanté para dejar el helado que ya me lo había comido cuando la puerta se abrió de golpe. Sara estaba en la puerta ¿llorando? Tenía el pelo revuelto y la respiración agitada. No sé que me sorprendía más, si que se haya recogido tan temprano de la fiesta o que esté llorando. Ella era una de esas chicas que no lloraban por cualquier tontería, a diferencia de mí. Algo gordo tenía que haber pasado. En seguida fui hacia ella y la abracé. Se acurrucó en mi hombro y se derrumbó.
Sara llevaba unos cinco minutos llorando. Aún no me había contado lo que le había pasado. Llamé a Rachel, que no se había dado cuenta de que Sara se había ido, y vino corriendo. Rachel llegó y nos sentamos las tres en el sofá después de darle un vaso de agua a Sara.
-¿Mejor? -Le dije a Sara poniendo su pelo castaño detrás de su oreja para poder verla mejor. Ella asintió.- ¿Quieres decirnos que ha pasado? Si no quieres no im... -Sara me cortó.
-No, sí que quiero decíroslo pero no quiero que os riáis de mí. -Dijo mientras le daba otro trago a su vaso.
-¿Cómo nos vamos a reír de ti tonta? -Dijo Rachel. Sara cogió aire y empezó a hablar.
-Estábamos en la fiesta. Y los chicos habían bebido de más. Calum me cogió de la mano y me llevó a un reservado. No sabía qué quería pero le seguí. Entonces nos sentamos en unos sofás que había allí. Empezó a darme caricias por la pierna y cada vez se acercaba cada vez a mí. Le dije que qué hacía y entonces me besó. -Le costaba hablar. Estaba sollozando. Hizo una pequeña pausa.- Al principio me quedé quieta. No sabía que estaba pasando. Cuando reaccioné me separé de él y le pegué. Y después, se acercó a mí de nuevo y empezó a darme besos por el cuello e intentó quitarme la camiseta. Lo empujé, se calló al suelo y salí corriendo. Yo quería quedarme con él pero no podía, estaba borracho. ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera apartado? Yo no sabía qué hacer y lo vi allí tirado y yo, yo... -Dijo poniéndose cada vez más nerviosa. Su respiración cada vez iba más agitada.
-Eh, eh. -Dije cogiéndola de la barbilla haciendo que me mirara.- No es culpa tuya ¿sí? No supo controlarse. Hiciste lo que cualquier persona hubiera hecho. No es culpa tuya. -Dije para intentar tranquilizarla. Ella me abrazó y se volvió a derrumbar. Cuando se tranquilizó fue a ducharse.
Después Rachel. Nos fuimos a dormir. No sin antes decirles lo del lago de mañana. Al principio Sara se negó pero pensó que así se distraería. Mañana tendría que hablar seriamente con Calum. Nadie le hace llorar a mi mejor amiga y se va tan tranquilo.[...]
Eran las 11:30.h Habíamos quedado con los chicos en la puerta. Iríamos a pasar allí el día. Me moría de ganas de ir. Aunque no supiera nadar. Había estado buscando por Internet y decía que tenían barcas que iban con pedales. El lago era precioso y enorme. El agua era de un azul impresionante. Estábamos terminando de recoger nuestras cosas. Llevaba puestos unos shorts de talle alto de colores, un bikini negro y un cardigan negro. Sara llevaba una camiseta de tirantes blanca con la palabra Cali, unos shorts vaqueros de talle altos y un bikini de flores. Rachel llevaba una camiseta corta de tirantes blanca, unos pantalones vaqueros de talle bajo y un bikini blanco. Bajamos abajo donde los chicos nos estaban esperando. Avisé a Jace para que se viniera con nosotros. Accedió de momento. Me encantaba ese chico. Desde que me dio en el hospital ese papelito, en el cuál estaba anotado su número, hablábamos diariamente. Era muy agradable.
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Imposible || L.H. ©
FanfictionMar Torres viaja a Londres para asistir a un concierto de 5 Seconds of Summer junto con sus dos mejores amigas, Rachel Lerman y Sara Jenkins. A pesar de todo, Mar se considera una fan dentro de sus límites, sin sobrepasarse. Lo que parecía ser una n...