𝐿𝑜𝓈𝓉 𝒾𝓃 𝓉𝒽𝑒 𝓃𝒾𝑔𝒽𝓉 (𝕷𝖎𝖓𝖐 𝖝 𝕷𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆) [Totk]

░▒▓█►─═ 03: Recuerdo 2

Por fin llegó donde la silueta de zonnan le marcó a pesar del frío. Estaba cerca de los orni, y ver donde podía estar el charco de agua podría complicarse si ambos seres que se encontró en el anterior sitio que brillaba no le ayudaba y, aunque fuera de noche, estaba nevando mucho. Después de eliminar a cuatro bokoblins y a un chuchu, un destello morado captó su atención, girando la cabeza casi de inmediato. Al ver de nuevo a las siluetas, guardó su mandoble de soldado y se giró por completo, dando pasos lentos.

—No planeo hacerte daño, no te preocupes.

Se escuchó un gruñido de lobo, cosa que tensó al rubio. Sin embargo, la o el jinete del mismo animal lo acarició para que se calmara. Después de que el lobo se tranquilizara, el o la zonnan señaló de nuevo un sitió con su lanza.

—¿Podrías decirme al menos tu nombre, por favor?

Pareció que hizo caso omiso, pues su lobo salió disparado en la misma dirección donde su dueño o dueña había señalado. Sin más remedio, Link suspiró y comenzó a subir poco a poco las rocas donde se encontraba el supuesto charco. Y, como era de esperarse, ahí estaba lo que estaba buscando. El centro de su mano zonnan volvió a brillar como pasó con la anterior secuencia, y creando la misma gota y cegándolo con la misma luz. 

Mientras, las siluetas que huyeron se encontraban mirando como el chico veía el recuerdo.

—No te preocupes, Koray, él la ayudará y resolverá lo que nosotros nunca pudimos. Créeme.

A primera vista, parecía igual, pero ni de cerca era el mismo Hyrule. Habían cambiado bastantes cosas y Zelda notó eso.

—Claro... Este paisaje no me resulta familiar. Me encuentro en el pasado distante de las leyendas. Así que... esta es la era en que se fundó el reino de Hyrule.

—¿Seguro que está bien de la cabeza?

Al susurrar eso, Rauru dio un pequeño golpe en el brazo a su hermana pequeña, la cual puso una cara seria y dejó las especulaciones.

—Estamos igual de sorprendidos, Zelda. Pero, si al igual que Sonnia, puedes manipular el tiempo por medio de tu piedra secreta, creemos en tu palabra.

La rubia de pelo corto abrió su mano dejando ver aquella piedra que decía el rey, sacando un rostro de sorpresa a Neoma.

—Ah, ¿acaso necesitas pruebas, Rauru? Yo la he creído desde el principio. De ella emanan tanto mi poder como tu poder de la luz. Y además... siento que nuestra sangre fluye por sus venas.

La princesa se asombró por las palabras de la reina.

—Tienes razón. Bien, Zelda... Antes has dicho que deseas regresar a tu propia época lo más pronto posible.

—Así es. Algo horrible está sucediendo en mi presente. No sé como puedo conseguirlo, pero debo regresar. Ni siquiera alcanzo a comprender cómo he llegado aquí.

Sonnia dio un leve golpe a Rauru, el cual estaba pensativo hacia Zelda, haciendo que reaccionara mientras la misma se acercaba a la princesa para tomarle las manos y mientras el rey se sobaba el golpe en la cadera.

—Querida Zelda... Debemos mantener la calma. Regresarás al castillo con nosotros.

—Pero, yo...

—Escucha... Diremos que eres una pariente muy lejana. En cierto modo, es la verdad. Así podrás cambiarte de ropa. Lo verás todo más claro pasado un tiempo.

—Muchas gracias.

—Por cierto...

Al fin Neoma se animó a hablar con la viajera, ganando una mirada sorprendida por parte de la misma.

—Mineru quizá sepa cómo se puede viajar a través del tiempo.

—¿Mineru, decís?

—Así es. Nadie conoce mejor que ella la civilización zonnan. Al igual que nosotros, porta una piedra secreta. También es la hermana mayor de los tres.

La de orejas grandes y apuntando hacia abajo terminó su diálogo dando una mirada seria a Zelda y, justo ahí, se apegándose más a su hermano.

El destello dejó de cegar de nuevo a Link para que el agua volviera a caer y desaparecer. Al mirar a los lados, volvió a ver a las figuras moradas, trató de no acercarse mucho.

—De verdad que quiero hablar contigo. ¿Tienes algo que ver con todos estos recuerdos?

La o el zonnan no dijo nada, pero estiró un poco su cabeza para ver más de cerca al rubio. Sacó su lanza y señaló cerca de la región de los zora, comenzando a correr en esa dirección. El de pelo suelto trató de seguirlos, pero al revisar no había nada. Otra decepción.