𝐿𝑜𝓈𝓉 𝒾𝓃 𝓉𝒽𝑒 𝓃𝒾𝑔𝒽𝓉 (𝕷𝖎𝖓𝖐 𝖝 𝕷𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆) [Totk]

░▒▓█►─═ 06: Recuerdo 4

Después de volar y caminar por bastante rato, llegó al sitio marcado por la zonnan. Había ido escondido todo este tiempo, pues el hinox y los bokoblin probablemente no lo dejarían en paz. Estaba al lado de muchos árboles, así que recurrió a buscar a la zonnan que siempre le ayudaba. Al girarse y mirar hacia atrás y allí estaba, fijando su rostro en él en apenas unos metros.

—¡Link!

—¿Puedes decirme al menos tu nombre?

—...ma.

El rubio solo pudo escuchar lo último, pues la máscara paraba todo el sonido, y aún más si susurraba. Pero antes de que le diera la oportunidad de preguntarle algo, apuntó con su lanza rápidamente y salió corriendo hacia los árboles.

El de ojos azules corrió hacia esa dirección hasta que después de un largo camino encontró el charco que contenía el recuerdo. Después de que pasara todo lo de los anteriores recuerdos la misma zonnan lo observaba de cerca.

—Si tan solo pudiera ayudarte directamente...

Un hombre musculoso y pelirrojo se hizo ver en los primeros segundos. Tenía artículos dorados y sus ojos color ámbar casi brillaban a comparación del cielo oscuro con un leve toque carmesí.

Atrás tenía a un ejercito de mujeres gerudo, así que era de suponer que ese era el varón que nacía cada cien año del que tanto hablaban las de la tribu. Miraban directamente a la que parecía ser la meseta de los albores mientras el hombre sonreía vanidosamente.

—Hyrule me pertenecerá muy pronto.

Bajó sus brazos juntados y apuntó con el derecho hacia la misma zona y daba una señal atrás. Una chica gerudo comenzó a tocar un instrumento de aire que sonaba bastante fuerte y agudo.

A los segundos, la tierra que había a la derecha y muy por debajo suyo comenzó a mostrar que algo se movía bastante rápido, hasta que salieron los moldora bajo tierra, dejándose ver controlados por aquel instrumento.

Se acercaban bastante rápido hacia la meseta de los albores, cosa que alertó a los hyliano de allí.

—¡Se aproxima una horda de moldora!

—¡Es descomunal! ¡Y viene hacia aquí!

A los pocos segundos se dejaron ver a muchos hylianos, los reyes, Neoma y Zelda asomarse para observar.

—¿De donde salen esos moldora? ¿Y por qué nos atacan?

Rauru juntó sus manos para hacer un triángulo, al cual le faltaba la base de abajo, mientras que Neoma, que estaba a su lado, hizo un triángulo invertido al que también le faltaba un lado, pero este era el de arriba al contrario que su hermano.

Sus piedras comenzaron brillar, de sus respectivos colores, haciendo que Sonnia levantara su mano derecha y dándole una señal con la cabeza a Zelda de que debía hacer lo mismo. La mano de Sonnia comenzó a emitir un brillo bastante fuerte, mientras que el de Zelda era casi cegador.

Rauru y Neoma abrieron su tercer ojo cada uno, los cuales se posicionaban en la frente, y una bola amarilla de luz, por parte de Rauru, y una morada-lila, por parte de Neoma, comenzaron a crearse entre sus manos. Crecieron tanto, que hasta Zelda cerró sus ojos.

De pronto, un rayo creado por las mismas luces fue directo hacía los moldora, haciendo que los monstruos volaran por los aires y, cuando ya todos habían sido derrotados, el rayo se terminó y apagó por completo. Unas gerudo hablaron.

—¡Han acabado con todos!

—¿Cómo es posible?

Los moldora yacían en la arena casi muertos mientras el varón gerudo observaba.

—Es inútil usar la fuerza bruta...

Su mirada se fijó en las piedras de los dos zonnan, los cuales aún mantenían su posición de triángulos incompletos.

—Unas piedras secretas de los zonnan... Je, interesante...

Al terminar aquella secuencia, el agua volvió a caer para desaparecer por completo. La zonnan montada en lobo señaló con su lanza hacia la zona nevada de gerudo y salió corriendo hacia la misma dirección, dejando a Link con las mismas dudas de antes.

¿Quién era esa zonnan y por qué le ayudaba? Especulaba que podría ser Neoma, pero a ella nunca se le veía con un lobo. Era la teoría más acertada, pero sus orejas hacían un ángulo de 180 grados, mientras que las de Neoma de los recuerdos las tenía hacia abajo. No se lo pensó más y puso su próximo destino la zona nevada de gerudo.