Después de llegar a la montaña helada que se situaba al lado del desierto, comenzó a ver el brillo morado que lo avisaba siempre que estaba en aquellos lugares brillantes que contenían recuerdos. Al girarse, pudo ver a la misma zonnan de siempre montando su lobo.
—No te escuché bien la anterior vez, así que solo te llamaré Ma.
La jinete se rio levemente y señaló el lugar al que Link debería ir, más no corrió hacia allí. En lugar de eso, se quedaron mirando fijamente, hasta que los ojos de la mascara se abrieron, dejando ver un brillo rojo, el cual le recordaba bastante a su pareja perdida.
—¿Me podrías al menos decir que consigues con todo esto de ayudarme?
—Descansar en paz.
El rubio le miró un poco preocupado, pues se percató de que el brillo rojo desapareció y era menos intenso, como si no tuviera sentimientos. La zonnan se llevó la mano derecha al pecho y suspiró.
—Se lo que estás pasando, yo también perdí a seres muy preciados.
—¿Qué me quieres decir con eso?
—Sálvala.
Y, por fin, corrió hacia donde había señalado, mas desapareció justo en el charco de agua. El de ojos azules se quedó con más dudas que respuestas, pero era de esperarse. Al revisar el agua, pasó lo de siempre, el mismo resplandor.
En el primer vistazo se pudo ver al varón gerudo de la anterior vez arrodillado junto a mujeres de la misma tribu.
—Soy consciente de lo mucho que he tardado en aceptar vuestras numerosas invitaciones. En nombre del pueblo gerudo... os ruego que aceptéis mis más sinceras disculpas.
Rauru se situaba en su trono junto a Sonnia, la cual estaba en el suyo a la izquierda de el zonnan, mientras que Neoma estaba al lado de Rauru y Zelda de la otra hyliana.
—Nos postramos ante vuestras majestades con el humilde deseo de que nuestra tribu disfrute de la protección de la corona.
—Tu petición te honra, Ganondorf. Aceptamos gustosos vuestro voto de lealtad hacia el reino de Hyrule.
Sin embargo, el varón pelirrojo solo se fijaba en las piedras secretas de los cuatro presentes.
—Se dice que entre las gerudo solamente nace un hombre cada 100 años. Que alguien que ha nacido con el derecho de reinar se someta voluntariamente a la corona de Hyrule... nos tranquiliza enormemente
—Para mí es un autentico honor. Cuando los zonnan descendieron de los cielos en el pasado lejano, debieron causar la impresión de ser dioses. Y pensar que ahora uno de sus descendientes se ha convertido en rey y se ha unido en matrimonio con una mujer hyliana... Su majestad ha superado a su propio pueblo y ahora gobierna todo el mundo. Bravo. Quién podía imaginar que algún día los zonnan se encontrarían al borde de la extinción y que tan solo perduraríais vos y vuestras hermanas... Qué situación más desafortunada.
El pelirrojo sonreía vanidosamente mientras lo decía, creando un aura tensa para Neoma y él.
—Incluso aunque un día llegase mi hora, la paz no desaparecerá. Nuestro reino es próspero y perdurará.
Ganondorf miró directamente a Neoma, mientras esta no le quitaba la mirada de encima. Incluso hasta su tercer ojo en la frente empezaba a sufrir tics. El aura era muy tensa en la sala, y todos lo sabían.
—Apreciamos el gesto que has hecho hoy. Esperamos mucho de ti, Ganondorf. Puedes retirarte.
—Con permiso.
El gerudo agachó un poco más la cabeza en forma de reverencia, agarró su arma enfundada y se fue del lugar junto a las de su tribu. Neoma enseñó sus dientes con furia mientras sometía presión entre ellos. Todo seguía igual de tenso hasta que Zelda habló.
—Majestad... Percibo que en su corazón se esconde una oscura ambición. Además, su nombre... me hace recelar.
—Somos muy conscientes de su naturaleza perversa, Neoma está así porque lo detesta al saber como es. Pero, precisamente, por eso queremos tenerlo cerca para poder vigilarlo.
La zonnan posó su mano en el hombro de la rubia para que se calmara. Después de hablar con Mineru, Neoma estaba más abierta a Zelda y sus ideas y opiniones.
—No hay de qué preocuparse.
Sonnia sonreía tranquilamente como de costumbre.
—Como digáis.
—¿Podemos hablar después de esto, Zelda?
—Claro, Neoma.
Al abrir los ojos, se hizo replantearse la idea de que la jinete de aquel lobo era Neoma, pues, en un punto, sus orejas habían adaptado la posición de las de Rauru cuando estaba tensa y nerviosa y sus ojos, al mirarlos detalladamente, eran del mismo tono de rojo brillante. Al verla de nuevo allí, decidió preguntarle.
—¿Neoma?
—Vaya... A la quinta iba la vencida.
Por fin agachó sus orejas para ponerlas en su posición natural y sus ojos recuperaron el brillo de antes.
—No puedo darte información hasta que termines con todos estos recuerdos. Te indicaré todo lo que pueda, Link.
La zonnan señaló por el final de la fisura gigante que separaba Ebra de el resto de Hyrule central. Salió corriendo con su lobo en la misma dirección a donde señaló y el de pelo rubio, por fin, pudo saber lo que más le interesaba.
El nombre de la zonnan.
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𝐿𝑜𝓈𝓉 𝒾𝓃 𝓉𝒽𝑒 𝓃𝒾𝑔𝒽𝓉 (𝕷𝖎𝖓𝖐 𝖝 𝕷𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗𝖆) [Totk]
FanfictionPerdió aquello a lo que amaba, así que se embarca en una gran aventura para buscar aquel tesoro que parece que la Diosa Hylia le regaló. Incluso una raza extinta conectada al mismo tesoro. Cuatro seguidores leales y, por supuesto, un resurgir del ma...