Mentiras piadosas.

418 45 11
                                    

Tom pov:

En el transcurso del camino no quería quedarme callado cuando dudas habían llegado a mi por las acciones y confesiones de Aída.

-La conoces ¿verdad?- Le pregunte a número 3 quien estaba manejando a mi lado.

-¿Disculpa?- Me dio un leve vistazo y de nuevo al camino.

-Hablo de la Jefa.- Carraspe la garganta.

-Mmmh.- Soltó. -Creo que lo necesario.- Confesó.

-¿Cuanto es lo necesario?

-Lo necesario.- Replicó.

Y yo al darme cuenta de que no soltaría nada si no era más especifico decidí actuar.

-Bueno, me refiero a si sabes como es que llego a ser tan temida ¿o algo así?- Mostré desinterés haciéndome menos sospechoso de lo que ya parecía.

-¿Para qué quieres saber Kaulitz?- Arrugó la entre ceja.

-Quiero saber para quien trabajo, nada más.- Conteste de nuevo sin interés.

Habían pasado 15 segundos para que el se dignara en contestar.

-Se llamaba Gina.- Soltó y yo voltee a verlo confundido. -La mujer que la ayudo cuando su madre quedo en coma se llamaba Gina.- Continuo y yo alce las cejas ligeramente. -Cuando Aída estaba en un hospital de Toronto Gina, una mujer muy rica y poderosa ex jefa del cartel de Tokio. La encontró, Aída nos contó que todo se lo debe a ella, dice que ella le dijo que sería un gran artefacto de poder.- Suspiro con nostalgia. -En ese entonces yo tenía 22 y todos los demás eran tan solo un año mayor que yo. Nos habían reclutado como guardespaldas de medio tiempo y poco a poco nos contrataron cada vez más, y al mismo tiempo nuestras familias estaban sin protección por la famosa guerra de Desintoxicación. Así la llaman.- Volteo a verme.

-¿Mmh?- Solté.

-Es una guerra que se hace cada 15 años para Desintoxicar a los países con algún tipo de mafia o cartel que dañan al mundo.- Entre cerro los ojos. -Todos saben bien que esto que hacen con los tratos, exportaciones, muertes, esta mal. Pero tratan de hacerlo con cuidado y mucho más Aída.- Relamio sus labios. -Busca no dañar más que a los implicados en esto, los que tengan algo que ver con el dinero a base de males. Son culpables.- Sonrío ligeramente. -Creo que por eso sigo trabajando para ella, no busca dañar, ella siempre dice que el día de la Desintoxicación, será el día donde podrá deshaserse de los malditos Rusos.- Apreto el volante ligeramente.

Me quede callado y atónito ahora con muchas más dudas que antes, ¿Cuando será la próxima Desintoxicación? ¿A que se refieren con los Rusos? ¿De verdad Aída buscaba protegerlos de algo?

Bill pov:

-¿Por que te interesa saber sobre Aída Bijou?- Me preguntaba Zoe mientras ponía una carpeta en la mesa la cual no dude en tomar rápidamente.

-¿Es toda la información que tienes?- Le pregunte.

-Si.. en la estación solo estaba eso.- Arrugó la entre ceja mirándome mientras estaba frente a mi. -Bill.. ¿Hay algo que quieras compartir? Digo, no eres una especie de detective y mucho menos policía, podría meterme en problemas por esto.- Mordía su labio inferior mientras yo analizaba aquella carpeta.

Decía que Aída tenía 33 años, lo cual me hizo erizar la piel. Decía que era de Francia lo cual se me hizo peculiar por que hasta que lo vi en el papel recordé su muy leve acento francés. Decía que no habían registrado más familia que su madre.

-Mmh.- Solté

-Bill.

-¿Si?- Pregunte sin interés.

-¿En que trabajas? Llevamos 3 citas y no me has dicho eso.- Ladeo la cabeza buscando mi mirada.

-No es importante.

-Lo es.- Afirmó. -Me pediste esos papeles de la criminal más buscada de Tokio y la más temida Japón.- Trono la boca. -Recuerda que soy policía y puedo arrestarte por sospechoso...

-¿Sospechoso?- Levante la mirada. -¿Crees que intento algo?- Alce una ceja.

-No lo se... tal vez eres un criminal e intentas saber de ella para matarla tu mismo.- Hizo de nuevo una mueca ahora de disgusto. -No te juzgaria Bill, casi todos queremos hacerlo, pero no es la manera y tu no puedes...- Toco mi mano y la aleje de inmediato.

-No soy ese hombre Zoe.- Arrugue la entre ceja.

-Lo se Bill, pero..- De nuevo quiso tocarme y la aleje, añadiendo que para mi suerte mi teléfono había comenzado a sonar desesperada mente.

-Espera.- Le dije y me levante de la mesa donde antes comíamos algo y conteste. -¿Tom?

Tom pov:

-Bill, Aida dijo que te llamara, nos prepararemos para una búsqueda.- Le dije através del teléfono.

- Sabes que estoy con Zoe.- Refunfuño.

-Yo no doy las órdenes.- Me alce de hombros y le Colgué.

Sabía que estaría enojado ahora mismo pero era mejor que asimilara la prisa y viniera lo antes posible, necesitaba decirle lo que sabía antes de que Aída llegara.

Aída pov:

-¿Entonces?- Pregunte de nuevo a la mujer frente a mi quien sudaba de la frente, mientras estaba siendo apuntada con un arma por número 2.

-Enserió no se nada.- Contestó y número 2 recargo el arma apuntando a los niños más pequeños.

-Apuesto a que no te dolerán más que Haru ¿verdad?- Dije con molestia en mi voz.

-No, no. Ellos no.- Agacho la cabeza.

-Habla.- Ordene mientras señalaba a número 2 que golpeara de nuevo al esposo de aquella quien seguía en el piso por los golpes anteriores.

-E...el, marco hace dos días...- Temblaba. -Dijo que todo mejoraría, nos preparábamos para empacar.- Señaló un armario no tan lejano. -Dijo que sabía de unos barcos y pronto nos iríamos a México.- Continuo.

-¿Sabe donde esta ahora?- Me levante de mi lugar.

-N...no e...el solo dijo que estaría en mar antes d..de mandarnos un ta...taxi- Trataba de hablar lo mejor posible.

-Muy bien.- Me dirigí a la puerta.
-Desempaquen.- Le dije con una sonrisa sinica en mi rostro mientras salía por la puerta y detrás de mi número 2.

Pronto bajábamos a la planta baja para ir al auto y de ahí a la bodega.

Se me hacía estúpido el como pensaba irse tan lejos en poco tiempo, seguramente no analizo el que su familia lo delataria, los dejo bajo mi protección los días suficientes en el mismo lugar donde iba casi siempre.

Era un plan tan básico y mal hecho que me daba pena por el y su familia.



...



HILO DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora