El baile.

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9 pm -Tokio

Despues de lo sucedido volvimos a mi casa e hice que mis hombres llamaran a Tom y a Bill a la sala de estar con ropa para salir elegante.

—¿Nos llamó señora?— Pregunto Tom con la voz baja igual que la cabeza, suponia que trataba de no darme la mirada furiosa que seguramente tenia en su rostro.

—Así es Tom los llame a ambos por que después de hoy merecen un pequeño descanso.— Me burle obviamente. —Así que iremos a una disco y....—

—No me parece prudente que Bill salga esta noche ya que como noto muy bien, esta herido. .— Interrumpió Tom y volteo a ver a su hermano, quien tenía la cabeza baja.

—Tom como lo veas Bill merece esas heridas.— Le conteste ironica.

—Señora entiendo perfectamente su egoismo en cuanto a su vida por que tambien soy un egoista en cuanto a la vida de Bill y la intercambiaria ahora mismo de ser posible... y de hecho debería importarle a usted tambien ya que trabajamos y...—

—Me importa un carajo si ustedes viven o no.— Lo interrumpi antes de que pudiera terminar su discurso. —Niño no me interesa una mierda, el trabajo es trabajo yo soy la del dinero YO soy la que les dará eso a cambio de que ustedes me cuiden cumplan mis ordenes.— Continúe un tanto molesta y al final suspire rendida—Pero, te tomare la palabra, el no va... pero tu si, es una orden.— Solte mirando hacia otro lado intentando evitar sus miradas sorprendidas al escuchar mis palabras, pero sabia que ellos se sentian satisfechos con eso.

—Bien sin más que decir, Bill ve a la habitación a descansar, Tom vamos.— Ordenó número 1 a mi lado. Tom miró a Bill y luego me vio a mi con duda.

—Señora tengo que quedarme con Bill pues...

—Muchas gracias Señora, me retiro.— Lo interrumpio Bill para luego mirarlo a la cara, un tanto golpeado. —Tom estaré bien, tu ve y haz el trabajo bien ¿de acuerdo?— Le pidio Bill a Tom con una sonrisa leve, Tom entendió a la perfección eso y ascendió con la cabeza sin hacer más preguntas.

[...]

Ya ibamos en el auto cuando número 3 me vio con duda.

—Señora,¿por que perdono a Bill?— Solto libremente ignorando por completo la presencia de Tom en el mismo coche.

—Bill jamás a usado un arma.— Me detuve por un momento. —No ah tenido la necesidad, ya lo hará mejor despues.— Asegure, aun que sinceramentetenia duda sobre aquellos gemelos y por ende analice lo que habia hecho, pero no había marcha atrás, perdone a Bill y a su hermano.

[...]

Despues de un rato llegamos a la discoteca y salí tomada del brazo de Tom quien se alarmó al inicio pero después se calmo un poco, note su enojo..

Ordene a mis guardas 2 y 3 que se quedarán en el auto, numero 1, Tom y yo entramos... La música estaba muy ambiental, pronto abrieron pasó cuando me vieron y subí a mi mesa premium que tenia legitima, ordene unos tragos y me encargue de que Tom tomara un poco para que el alcohol subiera a su cabeza relajándolo un poco.

Pronto una chica rubia de tes blanca se posicionó a lado de Tom e intento seducirlo bailandole, yo lo note de reojo y volví mi mirada a la pista de baile.

—No quiero linda, gracias.— Dijo Tom tratando de soltarse de la chica quien ya había sostenido su brazo aferrándose un poco a él.

—¿Por que no? Eres guapo y yo estoy dispuesta a ti.— Contesto la chica a Tom.

Y de hecho yo había ordenado a esa chica para que Tom se divirtiera un poco con ella.

—No linda, no me apetece, esta noche no.— vi como Tom la alejo un poco, pero la chica seguía insistiendo aún aferrada a él.

—Ya está bien, ya dejalo.— Le ordene a la chica mientras acercaba a Tom a mi con el brazo. La chica hizo lo que dije y se alejo sin reprochar.

—Si no te apetece una buena puta, entonces que hará que te relajes.— Le pregunte burlona a Tom mientras tomaba un sorbo de mi trago en la mano.

—Solo quiero cuidar a mi hermano y si eso implica cuidarla a usted, no me alejare para nada.— Las palabras de Tom me dejaron un poco atónita ya que nunca había escuchado a alguien proteger tango a una persona por amor y no por dinero, el amaba a su hermano y se notaba a lo lejos.

—Bien, entonces baila conmigo y no es peticion es orden.— Tom me dio una mirada al inicio confundida y después se rindió, se levantó y me levanto de mi asiento.

[...]

Nuestros cuerpos estaban juntos el chico si que sabía moverse y sus jeans pegaban con mis piernas desnudas. -creo que fue buena idea llevar vestido corto- -pense-.

Bailábamos al ritmo de la música el estaba muy pegado a mi y nuestros cuerpos sudaban pero era una sensación extraña, el solo seguía tomando hasta quedarse ebrio.

[...]

Aproveche su momento de ebriedad, pronto y sin aviso lo decidí llevar a la habitación del cautelo donde normalmente sonaba la música de afuera pero no la música de adentro.

Tom estaba muy norracho pero aún podia ponerse de pie, bien sabia yo lo que queria y me acerque a el para besarlo apasionadamente en los labios.

—¿Estas segura?— El me pregunto con la mirada despistada en cambio yo, tenia la mirada mas maliciosa posible, solo asendi con la cabeza.

[...]

El se detuvo por unos segundos antes de lanzarse contra mí empujandome a la cama que había detras.

Me inició a besar los labios con brutalidad parecía que no quería separarse en ningún momento de mi.

Mientras tanto yo sujetaba su camisa con fuerza, quería arrancarle de un tiron, el comenzó a bajar sus besos a mi cuello empapando este con saliva de el.

Me sostenía de la cintura con fuerza apretandome más contra la cama debajo de mi espalda.

Acepte mi destino y lentamente le quite la playera mientras el metia su mano debajo de mi espalda bajando el cierre del vestido que llevaba puesto.

Finalmente quede solo en ropa interior, le quite los jeans sin que se diera cuenta y los boxers que traía puestos, el me admiro por un rato, parecía no ser el cuando me quito la ropa interior tan rápido que llego a intimidarme un poco.

Con fuerza me dio la vuelta haciendo que yo quedara boca abajo de la cama, movi mi cabeza a un lado para obtener aire.

Abrió mis piernas con rapidez quedando el entre ellas, acaricio mi espalda lentamente y me solto una nalgada antes de embestirme con brutalidad.

Solté un jadeo impresionada por su velocidad y sin piedad comenzó a penetrarme haciendo que yo diera ligeros empujones hacia al frente.

Había gemidos mientras sentía mis propios fluidos recorriendo mis ingles. Estaba tan exitada por su bestialidad, deseaba más de él y de repente otra nalgada me dio.

Solté un pequeño grito ante ese golpe y me dio la vuelta rápidamente como si yo fuera una hoja de papel.

—Te gusta esto eh..— Suspiro cansado, yo fácilmente podía ver su frente llena de sudor al igual que su torso, tenía esa mirada llena de lujuria, pero lo que llamó mi atención es que sus ojos estaban un tanto dilatados y brillosos lo que me daba a entender que seguía muy ebrio.

Esto no era más que una escena porno para el, seguramente en su vista distorsionada no era yo, seguramente era esa chica de hace rato...

—Me encanta...— Le conteste, por supuesto que eso no me importaba, solo quería satisfacción esta noche y más el poder de no quedarme con la duda.

Y de nuevo me embistió, esta vez acercó su rostro para besar mi cuello, mientras tanto yo rasguñaba su espalda, sin lastimarlo profundamente pero si dejando marcas.

Tan pronto el soltó el presemen líquido dentro de mi, se alejo un poco para soltar su verdadero semen fuertemente.

Lo seguía masajeando un poco a lado de donde había ocurrido la acción mientras se dirigía al baño.

—Nada mal.— Dijo mientras terminaba de correrse en el baño, fue cuestión de segundos en los que se acercó a la cama y se tiro boca abajo.

Se había quedado dormido por completo...

HILO DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora