La verdad.

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Tom's pov

Los hombres de Aída me llamaron para practicar mi puntería mientras ella no estaba, yo acepte ya que si podia ganar dinero era sabiendo hacer mi trabajo, y si implicaba arrebatar vidas lo haria en este caso.

Yo me demostré muy malo en eso y hasta en un punto solté el arma por el dolor de la fuerza que sentí.

-En verdad eres una basura para disparar estas armas.- Se burlo número 1 en mi cara.

-Pero no una basura en la cama, quisa algún dia me coja a tu jefa.- Le di una mirada mientras volvía a recargar el arma, sinceramente veía esa atracción de el hacia ella y perfectamente sabía que le dolería y en efecto en cuestión de segundos el me tiro al piso con bestialidad y enojo. -¿Que paso princesa? No te gusta que la quieran.- El se paro poniéndose recto de nuevo.

-¿Tu la quieres?- Me cuestiono mientras yo me ponía de pie nuevamente.

-Por supuesto que no ¿acaso viste lo que le hizo a mi hermano?- Solté una risa seca, pero eso me daba tanta rabia.

-¿Entonces no sabes que ayer ella prácticamente te violo?- Rio burlon y yo voltee a verlo con confusión lo cual hizo que se quedara serio rápidamente.

-¿Que?

-Sigamos con el entrenamiento.- Contestó fríamente.

-No, mierda.- Lo tomé de ambos hombros. -¿De que hablas?- Lo vi fijamente a los ojos.

-Eres tan ingenuo Kaulitz.- Puso los ojos en blanco divertido. Me hizo hervir de ira, lo golpee.

-¡Pregunte de que mierda hablas 1!- Lo sacudía gravemente. Sus compañeros me tomaron por los brazos para detenerme y alejarme de aquel.

-¡Si bien!- El se limpiaba la sangre que había sacado de su nariz. -Te lo diré.- Río gravemente. -Ayer no fuiste a la habitación con esa rubia, fuiste con nadie más que la Kiken misma.- El soltó la carcajada.

-Pero miren como se puso, parece que vio a la muerte misma.- Dijo entre risas número 2, mientras sentía las yemas de mis dedos entumidas, sentía como la sangre se había ido de mis mejillas dejándolas frías.

-Se aprovecho de mi.- Solté, ahora lo recordaba todo, ella abajo de mi, ella acostada en la cama desnuda, sus ojos llenos de placer, los rasguños en mi espalda.... sentía como quemaban mi piel.

-Amarrenlo.- Ordenó la voz de número 1. Y tan pronto dijo la última letra sus demás compañeros me tomaron sin necesidad de fuerza y me sentaron en una silla vieja de madera que se encontraba en el lugar.

Me ataron con cuerdas manchadas de sangre, mientras tanto escuchaba el ruido de un arma siendo recargada. Estaba a punto de morir sin poder moverme y no por el miedo ante el sonido, era por que acaba de ser utilizado de la forma más grotesca y asquerosa por una mujer..

Había escuchado de casos sobre hombres que violaban mujeres indefensas pero jamás de una mujer que cometiera tal acto. Mi pecho dolía al saber que bien recordaba que lo había disfrutado ayer.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuche el ruido de la puerta de aquel lugar abriéndose, levante la cabeza para ver la boca del arma apuntandome justo en la frente.

Aída's pov

-¡Ya dejenlo!, ¡los demás salgan de aquí ahora! excepto tu 1- Grite al ver a Tom siendo apuntado con un arma por según yo, mi hombre más leal.

-¿Estas bien?- Escuche la voz de Bill quien había corrido para desatar a su hermano.

-Si, estoy bien.- Le contesto Tom quien parecía estar más muerto que vivo por el color de su piel se ponía de pie con lentitud, quite mi mirada de aquellos dirigiendola a número 1 quien mantenía la vista agachada al igual que la cabeza.

-¡Que carajos sucedio aqui! ¿Por que tu bando estaba atado a una silla a punto de morir?- Me acerque a él a pasos firmes mientras el evitaba verme a la cara.

-Lo siento señora, no pude.- Apreto los ojos.

-¿De que hablas?

-Es lo mismo que le pregunte yo.- Escuche la voz de Tom a mi espalda que se acercaba furioso. -Y sabes que me dijo Aída.- Sentí un frío recorrer mi espalda. -Me dijo que abusaste de mi.

-Que...- Escuche el susurro de Bill.

Apreté los ojos y la mandíbula y sin querer me tuve que dar la vuelta.

-En ningún momento abuse de ti Tom.- Trate de sonar la persona más sincera en ese momento. Sentía como la mirada de ambos tenía la combinación de asco y confusión.

-¿A no? Y como le llamas a acostarse con alguien sabiendo su estado de ebriedad, seguramente yo no quería maldita asquerosa.- Soltó sin miedo y yo abrí los labios sorprendida. Número 1 ya estaba a punto de acercarse a él pero lo detuve con el brazo detrás.

-¿Asquerosa? JA, tu preguntaste si estaba segura el día de ayer.- Sonreí sarcástica.

-No te detuviste...- Me dio un vistazo de abajo para arriba con desprecio.

-Eres un monstruo...- Susurro Bill.

Me rompió..

-Yo...- Tenía que decir algo.

-Deberíamos matarlos a los dos, saben demasiado ahora.- Me susurro número 1 al oído.

-Esto es tu culpa.- Murmure.

-¿Que?..

Fueron segundos y no tarde en empujarlo sin avisar haciendo que el mismo tropezara, tome su muñeca y con brutalidad saque el cuchillo que siempre tenia en la cintura, destape su brazo que tenía un tatuaje con la palabra "Kiken" en el, lo tomé con fuerza y fui arrancando ese pedazo de piel.

Tenía tanta ira en ese instante que olvidé por completo que Bill o Tom se encontraban en ese lugar presenciando aquella escena, olvidé que número 1 había sido el primer hombre que contrate para protegerme todo este tiempo y le quite el resto de piel con un tirón.

-La primer regla de la mafia de tokio siempre fue, no traicionar a tu propio equipo.- Lo dije altamente. -Los que traicionan morirán torturados.- Le susurre.

El chillaba de dolor en el piso, ya que el tatuaje era excesivamente grande.

-Si no te mato morirás por el dolor.- Le Afirme limpiando mi cuchillo.

De nuevo revivieron las miradas de aquellos, ahora añadieron miedo.

-¿Que nos harás?- Pregunto Bill dando un paso atrás con terror.

-No los lastimare de nuevo.- Me acerque a ambos y acaricie sus mejillas frías. Ellos no se negaron, parecían petrificados.

Con delicadeza me aleje del lugar, dejándolos solos con el cuerpo de Número 1 que seguramente estaba inconsiente por el dolor y pronto moriría...



HILO DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora