De que sirvio entonces.

448 47 2
                                    

Bill's pov

Después de un rato sin saber que hacer decidí alejarme del lugar e ir a fuera separándome de Tom en ese instante, sabía que necesitaba su apoyo ahora mismo, pero no era tan fácil retomar las palabras cuando acabamos de escuchar y ver terrores ¿humanos?

[...]

"No dejes que te manipule" las palabras de Tom resonaban en mi cabeza, recordaba aquel beso con Aida en su auto, había sido el impulso más tonto que había tenido en mi vida. No, corrijo. El impulso más tonto fue decirle mi nombre en primer lugar.

Ahora parecía manchado por esos labios color carmesí en esa piel blanca de ella.

Caminaba bajo esas gotas de lluvia sin buscar algún lugar para cubrirme, quería empapar mi cuerpo por completo, quería que esa agua proveniente del cielo limpiara mi boca por tratar de ayudar a una mujer que no buscaba ayuda, por besar a una mujer que antes había besado a mi hermano.

Se había burlado de el y de mi.

Seguía pensando en la posibilidad de llamar a Tom y salir corriendo a un nuevo país, alejarnos de nuestras deudas y de nuestra muerte junto a Aida.

El mundo se cerraba poco a poco, los problemas que ocasione habían reducido mis posibilidades de salir vivo el día de mañana.

Tenía miedo.

Me di un golpe fuerte en la frente al pensar en la posibilidad de hablar con ella, hacerle saber que podía corregirse, DE NUEVO.

Por que parecía tan débil, por que seguía creyendo en ella, parecía igual de indefensa que yo, solo tenía miedo.

Me di otro golpe.

[...]

Si se había disculpado en un inicio conmigo por que ahora le había hecho ver a todos que no se arrepentía de nada, solo quiere ser cuidada y amada. Lo arruina..

No tenía por qué justificar que era una asesina serial, que estaba loca, que tenía una mente tan retorcida, que me hacía sentir miedo. Pero lo hacía, la justificaba de nuevo.

Cuando sus ojos tocaron a mis ojos, mis dedos a sus mejillas y mi lengua dentro de su boca. Una sensación de calma venía de ella, pero ¿por qué?

Era la primer persona que me hacía hundirme en un mar de dudas.

-¿Quien carajo eres Aida?- Me pregunte a mi mismo en voz alta.

Seguridad, terror, respeto, calma, deseo. Todo en una sola persona.

Que pasaba por mi mente ahora mismo, pensar me enfermaba.

Tom pov:

Había algo que me hacía dudar sobre esa mujer en mis adentros mientras caminaba en busca de algún bar cercano.

¿De verdad la veía a ella en la cama? Como es que al despertar no había recordado nada. El deseo puro pudo llegar tan lejos para olvidarme de su rostro o es que mi mente no soportaba la idea de que sentía algo lívido al verla y por eso evite saber que era ella a quien tenía debajo de mi.

Respondía mis propias preguntas con respuestas supositorias, me contradecía.

Le pedí a Bill que no se dejara manipular pero yo me deje hacer eso por ella en primer lugar.

Tomaba de los licores más fuertes para olvidar las palabras y los actos tanto como de ayer, tanto como de hoy. No podia. Estaba tan sucio.

HILO DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora