Nuestro Destino | Kooktae ©

1. La Carrera.

Dos autos pasaron velozmente frente a la multitud qué gritaba desenfrenadamente.

Jungkook inconscientemente esbozó una sonrisa ladina cuando notó como había sido su amigo el que la había ganado. Era de esperarse, ya todos en ese sitio sabían quien iba a ser el ganador desde que la carrera había iniciado.

- Uff, y yo que pensaba que por una vez en la historia alguien le ganaría - suspiró su hermano con resignación a su lado.

Jungkook se carcajeó en voz baja. Aquello si qué le causaba gracia, no es que su hermano fuera el ser más inteligente del mundo pero aquello había superado el nivel de estúpidez.

- No seas tonto, Yoongi - dijo alborotándole el cabello -. Ya sabías que sería Jimin el que ganaría.

- Ojalá alguien lo venciera algún día - refunfuñó este nuevamente con dramatismo.

- Y ese quisieras ser tu ¿no? Para captar su atención de una vez por todas.

El pálido a su lado comenzó a enrojecer rápidamente.

- N-no. C-claro que no. Deja de d-decir estupideces...

- Ajá - dijo este sin embargo, sin creerse ni una sola palabra.

Para Jungkook no era un secreto que a su hermanito le gustaba el rubio Park. Desde que había empezado a llevarlo con él a las carreras este había empezado a demostrar un gran interés con el rubio qué a Jungkook no le parecía solo por una amistad.

De igual forma, Yoongi pensaba no tener oportunidad, claro que el rubio no le era totalmente indiferente a su hermano, pero había ciertos límites que no se podían cruzar y estos habían sido impuestos justo, por el mayor de los Jeon.

Park era un mundo muy diferente al de su hermanito, no quería que lo involucrará. Prefería que su hermano siguiera ignorando las miradas furtivas de Jimin a que le destrozaran el corazón como solo Park podría hacerlo.

- Pero recuerda que ya alguien le ha ganado - retomó este la conversación con una sonrisa.

Su hermano se quito la mano que aun estaba en su cabeza y frunció las cejas como si lo que habia dicho hubiera sido lo incorrecto.

- Si, claro. Le ganó alguien, pero ese alguien es el único imbécil al que jamás le ha ganado nadie.

- Me sentiría halagado de no ser porque me llamaste imbécil - espetó Jungkook con sarcasmo, su hermano casi siempre le causaba gracia. A pesar de tener 17 años lo seguía viendo como un pequeñito al cual cuidar.

- No era un halago, a ti si qué deberían patearte el culo un día de estos, solo para ver si aprendes a no ser tan confiado - gruñó su hermano con frustración.

- Ya quisieras, enano.

De repente, como si apenas recordará un punto importante, Yoongi sonrió sospechosamente.

- Lo quiero, tienes razón, pero puede que te ganen, alguien tendrá que hacerlo algún día. Tarde o temprano.

Y sin decir ni una sola palabra más, se dió la vuelta y comenzó a caminar perezosamente al lado contrario de su hermano.

Jungkook no le dio importancia a sus palabras.

♡♡♡

- Anda, por favor. Di que sí, di que sí, di que sí...

Taehyung miraba aburrido como Yoongi seguía insistiendo en lo mismo. No se cansaba.

- Dime la razón primero - repitió Taehyung por enésima vez en la noche.