11. Tan Cansado.

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Taehyung suspiró pesadamente antes de dar un paso al frente deteniendose delante de una puerta.

Hubiera preferido no tener que volver allí, no lo soportaba, pero siempre, tarde o temprano, volvía. Sin importar cuanto detestara la idea de tener que hacerlo, sin importar cuanto detestara la idea de tener que compartir espacio con él, sin importar cuanto detestara la idea de no poder hacer nada, nunca, siempre volvía. No importaba nada realmente, siempre tenía que volver.

Lentamente introdujo la llave en el cerrojo y con suma lentitud empujó la puerta, tratando en lo posible de no hacer ningún tipo de ruido. No quería llamar la atención de nadie que pudiera haber en la casa, así que cuando ya estuvo adentro, cerró la puerta detrás de si y camino con pasos extremadamente lentos y cuidadosos un recorrido silencioso desde la puerta hasta las escaleras que había un poco más adelante.

Sus pasos eran suaves y pausados, incluso trataba de contener la respiración. Era como si tratara de desaparecer, temeroso de que algún ruido lo delatase y terminará en una muerte segura, aunque no de forma literal, tal vez.

Cuando estuvo al pie de las escaleras, listo para subirlas en completo silencio, un desagradable carraspeo le erizó los vellos y termino por revolverle el estómago apenas escucharlo.

Cerró los ojos, apretándolos con frustración y lentamente se volvió hacia el lugar del cual provenía el sonido, encontrándose así con el demacrado, huesudo y deplorable rostro de su padre, torcido en un gesto casi maniático.

- Vaya, por fin te dignas a aparecer - siseó dando lentos pasos en dirección al castaño, el cual arrugó la nariz en cuanto la pestilencia a alcohol llego a sus fosas nasales -. Que maleducado de tu parte no pasarte por aquí estos días, tus padres viven aquí. Que mal hijo - se mofó con diversión y sarcasmo negando con la cabeza.

En realidad, si se había pasado por allí. En las noches. O solo cuando el no estaba, pero lo había hecho. Y de haber sabido que se lo encontraría, se hubiera pasado tambien sino hasta la noche, cuando lo único que hubiera de él allí, fueran las latas vacías de cerveza.

- Vine de paso - se apuró a decir el menor con calma -. Ya tengo que irme a trabajar, de nuevo.

- Es domingo - dijo el hombre empinandose una botella de líquido ambariano -. Creo que trabajas demasiado para lo poco que te pagan. Deberías demandarlos o algo. Creo que por hacer eso te daein dinero como recompensa, ¿no? Vaya, acabo de armar el plan perfecto, has eso, así tendríamos más dinero y no estaríamos en estas condiciones.

- ¿Estas condiciones? - preguntó Taehyung con confusión.

- La calefacción se rompió - el hombre se encogió de hombros con desinterés -, deberías hacer algo para arreglarla.

El castaño respiró profundo. Si no era una cosa, era la otra. Genial.

Soltó una risita guturales al sentirse derrotado y eso no hizo más que llamar la atención de su imbècil padre. El hombre dejó el estúpido humor que hasta ahora había tenido para volverse a mirarlo con el ceño fruncido y la botella a medio camino de su boca.

- ¿De qué te ríes? - cuestionó el petulante hombre con los ojos rojos de tanto alcohol ingerido o quizá por la falta de sueño -. ¿Te parece gracioso esto?

- No me estoy riendo de nada.

- No vengas con mierdas. ¿De qué te ríes?

- De nada, ya te lo dije - murmuró el chico con cansancio, ya iba a comenzar -. Me voy a mi habitación, tengo que irme a trabajar dentro de 5 minutos.

El chico dió la vuelta hacia las escalera y levantó un pie, pisando el primer escalón, pero antes de poder dar otro paso, fue tirado hacia atrás de un fuerte jalón. Un golpe seco resonó en el lugar cuando quedó tendido sobre el suelo, con el rostro torcido del dolor y la espalda ardiéndole fuertemente.

Nuestro Destino | Kooktae ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora