4. Familia.

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Jungkook se paseaba inquieto de un lado a otro en aquella amplia sala, marcando una y otra vez el número de su hermano. Solo que este seguía sin responderle.

- Tiene que ser muy importante lo que sea que estés haciendo, imbécil, porque... - el pelinegro señaló el teléfono mientras seguía despotricando en contra de su hermano, no podía ser que no le contestara el teléfono.

Cuando estaba a punto de soltar otra sarta de insultos observó como la pantalla se iluminaba por fin con la llamada entrante de su hermanito.

- ¿Hola? - se escuchó al otro lado de la línea -. Estoy ocupado, Jung...

- ¿Se puede saber donde tenías metido el puto teléfono? - interrumpió el mayor con agresividad -. ¿En el culo? Que yo sepa el teléfono de mierda que cargas es para atender llamadas así que si no las atiendes no veo porque lo sigues teniendo contigo.

- ¿Te puedes calmar?

- No me voy a calmar, Yoongi. Así que mueve el culo y vente a la casa. Tu mamá y tu papá tienen un escándalo armado así que más te vale te apures.

Jungkook colgó la llamada sin darle tiempo a su hermanito de decir nada más y se llevó el teléfono al bolsillo de una vez.

Era un jodido problema contactarlo todo el tiempo. Pero con eso no bastaba sino que siempre, cuando en la casa se armaban los problemas, él justamente no se encontraba en esta. Como si lo supiera con anticipación y por eso se desvanecía antes de que pudieran incluirlo a él de cualquier manera.

Cuando a Jungkook se le ocurrió que lo mejor sería llamar a Jimin para cancelar nuevamente la fiesta de esa noche, como la noche anterior, el resonar de unos tacones lo hizo deshacerse de cualquier pensamiento acerca de eso.

- ¿Contactaste a tu hermano? - preguntó su madre con su profundo pero elegante tono de voz.

- Sí, ya viene a la casa.

- ¿Tardará mucho? - preguntó esta vez el padre de Jungkook sumándose a la conversación. Venía arreglando un reloj en su muñeca para después mirar a detalle la hora.

- No lo creo, me encargué de dejarle en claro que se tenía que apurar - susurró lo último con enojo, ojalá Yoongi se apurara, tenía cosas más importantes que hacer que estar viéndole las caras a sus padres.

- Muy bien. Ya tu padre llamó a la policía y a la enfermera - comentó su madre sin perder su actitud serena -. Se suponía que hoy estaba libre para visitar a su familia.

- Tuve que decirle que le pagaría extra. Solo así accedió - murmuró esta vez su padre con un tono amargo en su voz -. En todo lo que piensan las personas es en dinero.

Claramente va a pedir pago extra, es su trabajo después de todo. Pensó Jungkook, además no es como que a ellos no les interesara el dinero.

Hipócritas.

Jungkook estaba a punto de largarse a la sala para continuar con su misión de cancelar nuevamente la fiesta, si Jimin se oponía tal vez lo dejaría que la hiciera así el tuviera que perdérsela, pero su padre fue más rápido y lo detuvo con su estridente voz.

- Esta noche tienes una cita, es con la hija de...

- No puedo ir - contestó Jungkook de inmediato. Ya sabía el rumbo qué tomaría la conversación.

- ¿Conseguiste pareja? - preguntó esta vez su madre, con una pequeña sonrisa de superioridad.

Jungkook apretó los dientes, conteniéndose. Ya estaba cansado de siempre llegar al mismo punto con aquella conversación.

Nuestro Destino | Kooktae ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora