2. El Ganador.

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Todos se habían quedado en un pleno y absoluto silencio.

Nadie era capaz de articular palabra alguna, nadie excepto Yoongi que se encontraba dando saltos de felicidad en su lugar.

¿Y a que se debía tanta sorpresa por parte de unos y felicidad por parte de otros?

Tae había ganado.

Pero eso no era lo sorpresivo, no, sino que le había ganado justamente al rey de las carreras, Jeon Jungkook.

Nunca nadie, luego de que Jungkook empezara a competir, le había ganado una sola de las carreras. Nadie.

Y justo ahora llegaba aquel chiquillo castaño a hacerlo.

Yoongi, luego de dar sus saltitos de emoción, fue seguidamente a retirar el dinero que habían apostado completamente a su hermano, pero que había ganado él al ser el único en apostar por Taehyung, pues lamentablemente su hermano había perdido.

- Muchas gracias - murmuró Yoongi arrebatándole el dinero de las manos a un muy sorprendido tipo que seguía sin comprender muy bien aún lo que había sucedido.

Yoongi sonrió victorioso al observar tal reacción en el hombre y caminó hacia el medio de la pista, en la que por cierto, estaba saliendo Taehyung de su auto mientras que Jungkook seguía en el suyo, unos cuantos metritos por delante.

Yoongi caminó primero hacia el lugar de Taehyung y le entregó el fajo de billetes qué el castaño recibió muy gustoso. El castaño con una sonrisa de vitoria se marchó, no sin antes darle una ojeada al auto de Jungkook para después si, seguir con su camino. Tal vez podría divertirse esa noche.

El chico pálido que aun quedaba allí, luego se dirigió al auto de su hermano, se subió al capó de este mismo y golpeó el cristal con una de sus manos.

Yoongi observó como Jungkook estaba ocultando su rostro tras el volante, lo que le causó cierta diversión, lo miró soltando una pequeña risita disfrutando de la vista.

Debía estar devastado. Le habían ganado, jeje.

- ¿Viste, Kook? - pronunció con lentitud el menor, divirtiéndose -. Encontré a alguien que es perfectamente capaz de ganarte en una de tus grandes carreras. Y no me vengas con que fue trampa, porque no fue así, tu mismo te diste cuenta de cómo te pateó el culo sin hacer ningún tipo de esfuerzo.

El mayor siguió sin darle ningún tipo de respuesta, solo siguió ahí, ocultándose tras el volante.

- A decir verdad, es sorprendente - comentó Yoongi comenzando a divagar al no obtener ninguna respuesta por parte de su hermano -. A la primera vuelta pensé : guao, Tae le está pateando el culo, pero Jungkook no dejara que pase de alli; A la segunda pensé: Jungkook debió notar que era mi auto, tal vez lo está haciendo a propósito por mi; Pero a la tercera pensé como que: ¡wooh! - exclamó el menor con emoción -. Mi...

- Cállate la maldita boca, Yoongi, ya mismo - sentenció Jungkook tomándolo del cuello de la camisa. Antes, sin que su hermanito se diera cuenta, mientras parloteaba sobre su derrota había bajado del auto, cabreado -. ¿Como dijiste que se llamaba? ¿Tae?

El menor quedo sorprendido, tanto por el agarre en su camisa, como por la expresión en el rostro de su hermano. No estaba como esperaría verlo en un momento así; enojado, maldiciendo a diestra y siniestra o incluso destruyendo el auto. Pero no.

Jungkook estaba realmente tranquilo, en lo que cabía, pero tranquilo. Con una gran sonrisa.

Lo que dejó descolocado a Yoongi.

No había rastro de enojo, solo esa extraña sonrisa.

- Dime, hermanito. ¿Cómo dijiste que se llamaba tu amiguito? ¿Tae? - preguntó Jungkook una vez más, soltando la camiseta de Yoongi. Se sentó a su lado, sobre el capó del auto y comenzó a mecer sus piernas.

Nuestro Destino | Kooktae ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora