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1979

Sirius estos últimos días había estado esperando una carta muy importante, una carta en la que vendría la respuesta por parte de la universidad de Gales y ver si fue aceptado o no.
Sus padres y su hermano ya sabían de ésto. Walburga y Orion estaban más que encantados de que se fuera y así ya no tendrían que soportar sus rebeldías y que contamine a su hija. Pero Regulus, al principio estuvo muy en desacuerdo con eso, no quería que se fuera.

Ya tenía edad para haber presentado un examen a la universidad, pero sus padres se lo prohibieron, aún lo seguían educando en casa, o al menos algunas veces.
Sirius le hizo saber que siempre le enviaría cartas y me contaría su día a día, pero que ésto era lo que quería, estudiar la universidad y que si lo que le preocupaba era saber que pasaría con sus padres con respecto a que era trans, le dijo que no se preocupara con eso.

No importaba si sus padres lo llamaban por ella, él seguirá siendo un chico, su hermano y además de que no estaría solo, tendría a Barty con él.

Pocos días antes de que se fuera, Sirius le dió un regalo de cumpleaños adelantado a su hermano, no estaría para su cumpleaños número 18, en dónde por fin sería mayor de edad, así que le dió de una vez su regalo. Y fue que, para empezar con su transición, le dió su primer tratamiento. Le había dado unas instrucciones de cómo seguirla, frente a Barty también, pues él estaría al pendiente de eso.

-Sirius, eres el mejor, realmente no quiero que te vayas -se estaban abrazando.

-Tranquilo, Reggie, no voy a abandonarte y no estarás solo. Además, vendré en las vacaciones y te escribiré todos los días.

-¿Lo prometes?

-Claro, yo jamás te abandonaría ni me olvidaría de ti. Tú igual prométeme que seguirás con tu tratamiento bien.

-Te lo aseguro. Y también prométeme que no estarás coqueteando con cualquiera que se te atraviese.

-¡Hey! No estaré así, decidí que sólo lo haría con quién de verdad me gustara, aunque no creo que eso suceda pronto, que me interese en alguien tan pronto, no ha pasado en años, no creo que pase el primer día de haber llegado.

Vaya que en eso se equivocó, pues el chico castaño con el que se encontró apenas había llegado lo flechó completamente y no paraba de verlo todas las veces que se le encontraba con él.

Jamás le contó de él en las cartas que le mandaba a su hermano, no creía que había necesidad o no encontraba el momento de redactarlo en la carta, pero creyó que no era importante. Sí, su hermano sabía de su orientación, sabía que le gustaban también los hombres y se llegó a enterar de los encuentros que había tenido, quedó un poco traumado, pero al final era la vida de Sirius.











1980

Sirius había esperado por una respuesta a la carta que le envío a Remus, revisó a cada segundo el buzón de la casa, estaba seguro que en la carta puso la dirección de dónde provenía. Podría sonar algo desesperado, pero realmente no podía esperar por la respuesta de ese chico, aunque si no recibía nunca esa respuesta, pensaría que no le dió mucha importancia.

Esperaría más dias, tal vez con el final de clases estaría algo ocupado en regresar a casa u ocupado en algún escrito para llegar a ser un gran escritor. Trataría de no desesperarse, pero realmente Remus lo traía loco.

Lo que no sabía es que Remus jamás vio su carta, de hecho no se acordó de ella, y lo peor aún, en estos momentos estaba en el aeropuerto, comprando su boleto.

𝕃𝕠𝕤 𝕙𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕠𝕤 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜 [Wolfstar/Jegulus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora