La petición se alargó por algunos segundos en la habitación, donde Sanha seguía atontado observando las gotitas de agua hacer carreras en el cristal, y el Alfa recalculaba su existencia tres veces seguidas por segundo verificando después su pulsación poniendo dos de sus dedos en la parte inferior de su muñeca. Podía jurar que su presión había bajado en picada después de las palabras del Omega.
Tal vez lo dijo muy rápido para un sistema de procesado tan lento como lo es la cabeza de un Alfa estresado por horas de trabajo seguido sin descanso alguno, o simplemente no preparó el camino antes de soltarlo, haciendo que la propuesta chocara con un aturdido Minhyuk.
Podía ser cualquier cosa, pero Minhyuk frunció su ceño.
—¿Un cachorro? -Cuestionó en un susurro casi para prepararse mentalmente a sí mismo, asimilarlo fue algo complicado e imaginarlo le estaba costando un poco más. No era malo. Los Omegas... suelen quererlos, ¿no? Parpadeó unas cuantas veces- E-Está bien... t-tengamos un cachorro...
Lejos de tener a un Sanha hablando de ello como sería lo normal después de concederle un capricho, el pelirrosa juntó sus rodillas y apoyó su cabeza entre ellas, viendo a su Alfa.
—Estás pálido, Hyukie... -Comentó algo serio.
—¿Uh? Ah... sí, bueno... me sorprendiste... -Confesó asintiendo repetidas veces, necesitaba tomar algo de aire fresco para recuperar sentido común, podía desmayarse en cualquier momento.
—¿Podríamos hacer el amor hoy? -El rostro de Minhyuk era un poema indescriptible, sus ojos se dirigieron a los contrarios, casi inquiriendo con la mirada a qué se debía su nuevo deseo sexual si la anterior vez dijo que no volvería a desperdiciar su sagrado sueño por unas horas de calor.
No eran activos sexualmente por el hecho de que trabajan el día completo y en las noches las horas parecen desvanecerse entre sus manos, dándoles muy pocas energías como para gastarlas. En vacaciones sí, realmente pasaban días enteros en ello. Y en los ciclos de celo era por obligación así que se atendían mutuamente.
Pero así de repente, sonaba extraño.
—¿Qué has dicho? -Preguntó viendo al menor removerse, flexionando sus rodillas y sentándose en el colchón, formando una W con sus piernas, dejando sus manitas entre sus muslos, Minhyuk ahora era un tomatito intimidado. Tragó duro viéndole dudar de sus próximas palabras.
—Q-Quiero que me marques... -Pidió sintiendo sus mejillas calientes, su corazoncito latía con rudeza en su pecho, pedir algo así le hacía sentirse un tanto extraño por el hecho de pedirlo, todos los Omegas esperaban ser marcados por su Alfa, siendo estos quienes tomaran la iniciativa de hacerlo, pero su Alfa no parecía tener eso en cuenta, por su rostro tan... inexpresivo.
—¿Marcarte? ¿Yo? -Sanha frunció el ceño alzando rápidamente su mirada, su cabeza se fue hacia un lado sin llegar a entender la pregunta, ¿quien más si no?
—Sí, Hyukie... t-tú eres mi Alfa... -Completó. Su pechito se contrajo ante un rechazo, Minhyuk no sería de rechazarle.
—¿Quieres que yo -Alzó su dedo señalándose a sí mismo, sin ver al pelirrosa- te muerda? -Ahora dirigió su dedo índice hacia el menor, que le veía frustrado.
—C-Claro... -Asintió repetidas veces aún sin encontrar el inicio de sus dudas, son pareja hace casi cinco años, llevan viviendo juntos tres y llevan una vida de novios bastante parecida a una de casados, una marca en su cuello solo le haría ser oficialmente su Omega.
—¿Por qué quieres que te marque? -Su voz de verdad sonó apenada, como si le estuviera regañando en vez de pidiendo algo tan íntimo entre ellos.
Un jadeo frustrado salió de sus finos labios, sintió sus luceros llenarse de gruesas lágrimas y bajó la mirada desilusionado con su Alfa, bueno, con el Alfa porque no había un lazo que les uniera como pareja ante la Luna. Era como si estuvieran saliendo en el instituto, dos adolescentes sin metas y dispuestos a divertirse a toda costa.
Realmente parecía eso.
Entonces pensó en su imagen a seguir; Dogmin.
El castaño no tuvo que pedir su marca, su Alfa lo marcó cuando confesaron sus sentimientos, su primer cachorro fue obra de ambos y fue bien recibido por ambos también, y su Alfa ni siquiera había tocado ese tema.
Sollozó haciendo que múltiples lágrimas surcaran sus rellenas mejillas, su pecho dolía mucho ahora, hubiera sido mejor seguir así y saltarse ese mal momento para su lobo.
—¿Sannie? -Minhyuk seguía en su trance de inexistencia.
—O-Olvida lo que dije, ¿sí? -Murmuró entre dientes moviéndose en el colchón, se metió entre las sábanas quitando con rudeza las gotitas saladas que humedecían sus mofletes, apagó su lámpara y suspiró pensando en relajarse, mañana era viernes y tenía que trabajar igualmente.
A su lado, el Alfa observaba marcianitos bailar frente a él, necesitaba dormir urgentemente, tal vez siendo tan rápido la información llegó a un sitio equivocado. Pero por su cabeza aún daba vueltas eso, ¿un cachorro? Ellos no estaban preparados para un bebé, una criatura a la que cuidar.
Le daban pánico los bebés, lo pequeñitos y delicados, los que tiene miedo de romper si los toma. Era él quien no estaba preparado para anudar a su Omega, dejarle en cinta era algo que nunca pasó por su cabeza, jamás imaginó una familia.
Una mini Hyukie o una mini Sannie sonaba extraño.
E imaginarlo era mucho más irreal.
Apenas tenían tiempo para ellos y para su intimidad, así que un bebé mataría esos momentos y haría romper horarios, buscar guarderías o cuidadora, lo que implicaba gastos, los bebés son eso; gastos.
Sacudió su cabeza como el mismísimo exorcista, apagando la luz de su mesita, ubicándose al lado del llorón pelirrosa. Una puñalada en los huevos dolía menos que verle llorar.
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Belly and fangs | Rocksan & Sanhyuk
RomanceRocky y Sanha tienen algunos años de novios. Sanha lo único que le pide a Rocky es una marca y un cachorrito en su vientre. 🌱 Rocky - Alfa/Top 🌱 Sanha - Omega/Bottom 🌱 Mpreg / Omegaverse 🌱 Fluff, mucho fluff 🌱 No lemon 🌱 Mención de otras pare...