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Habían pasado exactamente cuatro meses y tres días, dejando a nuestro Sanha con siete bonitos meses de embarazo pasando a una fase de osito hibernando literalmente lo parecía pues se levantaba muy tarde, comía mucho y por muy impresionante que fuera, volvía a la cama a dormir un poquito más.

Algún día esa rutina de levantarse temprano, ir a la cafetería a ayudar, se rompió por el dolor en sus piecitos y el molesto dolor en su espalda, además de que cada cinco minutos se ponía a lagrimear en alguna acera por cualquier cosa. Así que decidió quedarse en casita, llamando algunas veces a Minhyuk para que fuera a casa a darle exclusivamente tres besitos en su vientre porque su lobita se movía y necesitaba no tanto la verdad que su papi Hyuk le dedicará tres besitos.

Y sí, Minhyuk fue a casa, dio tres besitos y Sanha la echó de su propia casa porque según el castañito, su aroma le irritaba.

Fue allí que Minhyuk comprendió las quejas de Bin, sus ojeras día tras día y su mal carácter en el trabajo.

Pero el en cambio no veía tan mal ese comportamiento, aunque alguna vez haya estado a nada de decirle "no" a su osito, muchas veces se repetía que era más importante su lobita que cualquier otra cosa en ese mundo. Aceptaba todo, hacía de todo con tal de ver a su muñequito sonreír contento.

Y en una de las últimas visitas al médico, les dieron la noticia, serían padres de una pequeña cachorrita. Sanha lloró porque quería tres cachorros y no sólo una, Minhhyuk llegó a llorar un poquito por la bonita imagen mental que se le vino a la cabeza en esos momentos.

De algo hablan servido todas esas noches que le rezó a tres dioses, dos Angeles y una vez llegó a decirle al diablo que estaba dispuesto a darle su alma al morir si su bebé resultaba ser una niña.

Le hacía mucha ilusión poder vestirla con pequeños vestiditos, colocarle pequeñas accesorios en su cabellito y comprarle muchos juguetes, conjuntar su ropa con la de su novio y la suya para ir los tres iguales. Simplemente llegaba a derretir su corazón.

Y Sanha por el camino le obligó a que le llevara cargado como princesa porque sus piecitos y espalda dolían mucho y no soportaba hasta llegar a casa, Minhyuk se replanteó una vez más si debía ir al médico a revisar si tenía diabetes porque ver a su novio experimentar tantas cosas le estaba causando una reacción muy fuerte a todo su sistema. Concedió lo pedido y lo cargo, el castaño a los dos minutos ya dormía.

Por su parte, Dogmin dijo que si sus cachorros se presentaban como Alfa y Omega podrían llegar a ser pareja, tanto Bin como Minhyuk se dedicaron una asesina mirada, ambos con el ceño fruncido, negándose a esa propuesta.

Pero volviendo a nuestro osito y a su bebé, Sanha estaba hibernando,

Eso era lo que decía Jinwoo. Y Jinwoo era listo. Así que todos dijeron que era cierto.

Pero ya eran las cuatro de la tarde y era exactamente esa hora en la cual su sueño se desvanecía un poquito, dándole fuerzas y energías suficientes para ir hasta la cocina y prepararse algo que le apeteciera comer.

En cuanto sus piecitos tocaron el frío suelo, una corriente le recorrió enterito, haciéndole temblar un poquito, pero su lobita quería comer, exactamente quería croquetas de jamón con ensalada de pepinos y un vaso de agua... también un flan de coco que Myungjun le había preparado el día anterior.

Y con la boquita hecha agua ante el pensamiento del flan de coco, salió disparado de la cama, teniendo puesto un pantalón de deporte de Minhyuk, junto a una enorme chaqueta perteneciente a su novio también, hacía frío y la ropa de Minhyuk era calentita, llena de aroma de su Alfa y muy cómoda para su lobita. Sus ojitos se dirigieron a las repisas altas, donde estaban los platos y vasos, pero recordó que Minhyuk había dejado muchos en la isla de la cocina para ahorrarle el trabajo de subir a alguna banca para alcanzar ya que sus centímetros de menos iban en contra.

Belly and fangs | Rocksan & SanhyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora