Athena Potter, una ravenclaw a la que le daban igual los estatus de sangre, al igual que su mellizo James Potter, siempre estaba a su sombra, pero eso le daba igual, por mucho que pelearan a veces, amaba a su hermano.
Todos siempre comentaban lo dif...
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El trayecto estaba siendo un poco incómodo para Athena, sentía la mirada de alguien en ella y sabía que era el Crouch.
Cuando ya faltaba poco para que llegaran a Hogwarts, Pandora se levantó.
—Yo me voy a cambiarme—comentó la rubia yendo hacia la puerta del compartimentó llevándose una bolsita donde tenía su uniforme.
—Voy contigo—murmuró Athena ignorando la mirada de Barty.
Las chicas fueron al baño para cambiarse.
—Así que...—empezó Pandora—¿Qué pasa contigo y Barty?
Athena la miró con incredulidad—¿Crouch? No me pasa nada con él.
—Claaro... Y yo no hago pulseritas nunca—su amiga soltó una risa—¿Lo pillas? Porque...
—Porque constantemente nos haces pulseritas, lo sé, Dora—Athena rodó los ojos pero sonrió al escuchar la risa de su amiga.
Pandora era una persona soñadora, que a veces se quedaba en su propio mundo... Mucha gente intentaba apagar su chispa pero nunca nadie lo conseguía. Esa era la cualidad que más le gustaba a Athena de su amiga, por más que intentaran insultarla o derrumbarla, Pandora seguía siendo ella misma.
La castaña siempre intentaba proteger a su amiga, sobre todo de algunos Slytherin que la llamaban loca.
—Por cierto—comentó Pandora distraída mirando por las ventanas el paisaje—Te hice más pulseras.
Athena se rio—¿Por qué presiento que tus futuros hijos tendrán la misma obsesión?
Pandora hizo una mueca—La verdad, espero que saquen mi don con las pociones.
La castaña asintió—Yo espero que saquen mi hermosa e inteligente mente, aunque dudo que puedan estar en mi nivel—bromeó.
—Creiiida—tarareó Pandora.
Athena abrió la boca para replicar cuando alguien interrumpió su conversación.
—Chicas—las llamó Percy—Ya hemos llegado, vamos—Pandora se agarró a el brazo de su hermano.
Athena asintió algo nerviosa y mientras caminaba empezó a tocar las pulseras de su muñeca, siempre hacia eso, le servía para relajarse.
De repente se quedó quieta viendo que le faltaba una de las pulseras que le había hecho Pandora.
Los hermanos miraron a la castaña.
—Thena, vamos—dijo Pandora dandole un pequeño toque en el hombro para despertarla de sus pensamientos.
—Id yendo—murmuró cansada por tener que volver al compartimento.
Percy asintió y junto con la rubia, salieron del expreso de Hogwarts.
Cuando Athena entró al vagón empezó a rebuscar por los asientos para encontrar la pulsera.
—Joder—murmuró ahora registrando los huecos donde dejaban algunas bolsas de equipaje.
—¿Buscas algo, jolie?—Athena se giró al reconocer el apodo.
—Que quieres...—cortó su frase al ver la pulsera que tenía el chico en su mano.
—¿Pasa algo?—dijo mirándola con una sonrisa socarrona.
Athena apretó su mandíbula molesta—Me has robado mi pulsera.
—Ah, ¿esto?—preguntó todavía sonriéndole con falsa inocencia—Me la he encontrado, muy bonita, por cierto.
—Devuélvemela—la castaña se acercó a él para intentar quitársela.
Barty puso su mano detrás de su espalda para evitar que Athena se la llevara.
—Es mía, Crouch—se quejó Athena irritada—Y además, me tengo que ir ya, dámela.
El chico negó con la cabeza, parecía divertido por la situación, cosa que enfadó aún más a Athena.
—No, ahora es mía—hizo una pausa—¿Has oído ese dicho español?
La Potter frunció el ceño—No, ¿qué tiene eso que ver?
—Quien se va a Sevilla pierde su silla—Barty se encogió de hombros—Sevilla es el baño y la silla tu pulsera, jolie, por si no lo has entendido.
Athena le miró con odio, estaba demasiado cansada por el viaje como para seguirle sus juegos.
La castaña esperaba que Barty dejara de sonreír al ver que no le quería seguir la corriente, pero al contrario, el chico sonrió aun más.
—Devuélvela, te juro que te lanzo un cruciatus, Crouch—Athena se hartó.
Barty alzó las cejas—¿La estudiante más aplicada de Hogwarts me lanzará una maldición imperdonable?
—Si no me la devuelves... Cuido bien lo que es mío, Crouch, esa pulsera me la hizo alguien especial, dámela de una vez.
—Hablas de Greengrass, supongo—dijo Barty fijándose en la muñeca de ella—Pero ya veo que tienes demasiadas, ¿no crees? No seas egoísta, Athena.
Athena se quedó callada al escuchar la palabra egoísta, no sabía el porque, pero odiaba esa palabra, tal vez era porque siempre lo daba todo por sus amigos y familia sin esperar recibir nada a cambio.
—Está bien—suspiró rendida—Ganas esta vez, Crouch, pero solo porque estoy cansada y me quiero bajar ya de este maldito tren—le puso un dedo en el pecho amenazándole.
Barty le guiñó un ojo—Agradeceré al tren entonces, jolie.
Athena negó con la cabeza y salió del vagón.
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Hoolaa
Yo después de estar casi 2 meses sin actualizar JAAJAJ
Pido perdón, me venia 0 inspiración
¿Qué opináis de Athena y Barty?
Pandora=💘
Espero que os haya gustado el cap, no os olvidéis de votar y comentar porfa💞
