ff,,ㅤ۪ㅤ❝ ¡Oye Park, juegas horrible! ❞
¿Quién diría que el correcto y apático KyungSoo, insultaría de esa manera a la estrella del equipo de baloncesto, ChanYeol?
Lo que nadie sabe, es que detrás de esa máscara llena de perfección que acostumbra mos...
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Realmente muchas cosas pasaron por su cabeza al escuchar al idiota de HaeYoon anunciar la fecha de compromiso con KyungSoo.
Sintió como su pecho se hundió, y a su lobo acurrucarse en la miseria de un amor que con el transcurso del tiempo se notaba más dañado, más roto.
¿Cómo debía reaccionar al saber que el amor de su vida, iba a terminar con alguien que no era él? ChanYeol se volvería loco.
Todo terminaba siendo elección de KyungSoo, pero no dejaba de pensar que algo más ocurría, porque una parte de su historia con su supuesto prometido no le cuadraba.
Conocía a aquel omega revoltoso desde hace años, cuando comenzaron en primer año de secundaria y eran unos adolescentes descubriendo un mundo nuevo y lleno de una curiosidad inocente. Una aventura que con el tiempo se arraigó a sus corazones, transformándose a un cariño real.
Y él creyó ilusamente que lo tenía a su alcance, pero sólo fue un espejismo de sus deseos más profundos, porque en realidad KyungSoo nunca le había pertenecido.
Un día dejó de darle aquellas caricias que tanto amaba, o esos besos apasionados que le quitaban el aliento, o aquel roce de pieles que prendía fuego su cordura, y carbonizaba los malos momentos.
Ahora sólo era un contacto carnal, vacío... Y fue muy confuso perder de un día para otro la versión genuina de ese chico divertido, amoroso y apasionado.
KyungSoo no solo lo apartó, sino que cambió tanto que tuvo que obligar a su corazón a acostumbrarse a esa nueva versión para no quebrarse.
Quería que volviera la relación que tenían antes, porque ahora sólo se buscaban para saciar un placer de amantes despechados que no hacía más que alejarlos.
Quería de vuelta a la persona de la cual se enamoró perdidamente, pero iba perdiendo la esperanza de que eso sucediera.
ㅡ Amigo, ¿te volviste loco? ㅡ Escuchaba la voz lejana de SeHun, que trataba de sacarle la botella de vodka de las manos, mientras luchaba por apartarlo ㅡ. ¡Hey, podrías tener un como etílico! Ya detente.
Rezongó como un niño pequeño, un poco aturdido por la poca luz y los detellos repentinos de las decoraciones neones. La fuerte música tampoco ayudaba, ya que hacía que todos los presentes se movieran de un lado a otro, agitándose y haciendo un caos en su casa.
ㅡ Deeejjamee Hun, essstoy bieeeenn. ㅡ Trató de disimular un poco su borrachera, fracasando exitosamente.
SeHun rodó los ojos, fastidiado.
ㅡ ¿Piensas que voy a dejarte así, idiota? Vamos, tomemos un poco de aire.
Sin avisar, el alfa lo tomó con fuerza de los brazos para recargarlo en sus hombros, llevándolo a la fuerza hacia la salida. Se quejó un poco por los movimientos bruscos, pues su casa estaba abarrotada de gente y no era fácil el recorrido, pero hizo el intento.
