IV

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Amanda no era una chica especialmente extrovertida, claro que era amigable y amable, pero sus habilidades sociales eran casi nulas, nunca sabía de qué hablar con alguien que acababa de conocer, y en cambio todo quedaba en un silencio ligeramente incómodo. Ella se puso a pensar un momento, le costaba conocer a gente nueva, pero no le tomó esfuerzo alguno ser amiga de esa chica pelinegra que robaba gran porcentaje de la atención en su mente.

Alejandra tenía bastantes atractivos en sí misma, quizá había sido su personalidad callada y sarcástica lo que le había llamado la atención, porque ella se daba cuenta de que de alguna manera eran totalmente opuestas pero complementaban tan bien aún si no eran capaces de notarlo al instante. Aunque a veces Mandy pensaba en la manera aleatoria y extraña en la que se conocieron, no es como si tuvieran años de conocerse, pero a ella le gusta pensar en ese día como 'una obra del universo', como si estuvieran destinadas a encontrarse en esta vida.

Mandy parpadeó repetidas veces, regresando de su ensoñación de pensamientos en los que estaba atrapada y mirando la pantalla de su celular, no supo en qué momento exacto se quedó disociada.

«Maldita seas, Alejandra.», pensó ella. Hacía más de dos días que la artista no le escribía, y eso de cierta manera le ponía los nervios de punta, ¿habrá hecho algo para que ella le dejara de escribir? oh, odiaba sobrepensar.
Ella era del tipo de chica que no le hablaba a alguien si esa persona no le hablaba primero, y gracias a eso casi no hablaba con nadie.

La chica se relamió sus labios —algo secos— con nerviosismo, quería hablar con Ale, preguntarle cómo le iba con los conciertos, pero no sé atrevía, no disfrutaba mucho de iniciar conversaciones, y ahora le estaba costando mucho tomar la iniciativa de hablarle primero. Suspiró con cansancio, tal vez sólo debería hacerlo, no es que fuera tan difícil, ¿cierto?

—Puta madre, sólo envíale ese estúpido mensaje, ¡no es la gran cosa! —se dijo a sí misma en un susurro, sus ojos cerrados mientras sostenía el celular entre sus manos.

Y así lo hizo, pudo atreverse a hablarle a esa muchacha que la hacía pensar tanto; celebró brevemente para sus adentros, al menos había logrado algo que le causaba ansiedad. Ella pensó que tal vez la Villarreal menor estaba ocupada, pues no le respondió al instante como era usual, pero después de treinta minutos, aún seguía sin respuesta, y comenzaba a impacientarse.

[...]

Una hora, dos horas. No había respuesta.

¿Será que la pelinegra se encontraba tan ocupada como ella pensaba? ¿o sería otra cosa? tal vez estaba preocupándose innecesariamente, quizá exageraba, pero realmente deseaba que ella le respondiera, su paciencia era limitada y no podía evitar desesperarse al no recibir ni un solo mensaje por parte de la bajista. Ni siquiera le había servido ver videos en Tik Tok para entretenerse, cada minuto que pasaba lo sentía como horas, incluso como si el tiempo se hubiera detenido por completo.

Para quitarse esa sensación de su estómago, decidió que lo mejor sería hablar con su mejor amiga, pudiera ser que así se sintiera más tranquila. Buscó su contacto en su celular y presionó el botón para establecer la llamada, aliviándose cuando escuchó la meliflua voz de su amiga.

—¿Qué chingados, Mandy? ¿para qué me marcaste? —preguntó la chica con desconcierto.

—Tan cariñosa como siempre —respondió sarcásticamente—. Sólo quería hablar contigo de algo, es chisme.

—No sé qué esperas, cuéntame ya.

Amanda inhaló profundamente antes de comenzar a hablarle a su amiga sobre lo que pasaba.

—¿Te acuerdas de la muchacha que conocí la otra vez? Alejandra —inició.

—Ah, sí, la de las warning, ¿no?

—Esa mera. El pedo es, que hablamos por Insta y todo el rollo, pero desde hace como dos días no me habla.

—Ajá, ¿y...?

—Y hoy le escribí yo.

—Pendeja.

—Qué gran apoyo, gracias, Allison —ella frunció su entrecejo, molestándose por una fracción de segundo antes de volver a continuar—. En fin, no me ha respondido todavía, y eso que le envié el mensaje hace rato, bastante rato.

—Yo nunca dije que te daría buenos consejos —dijo con gracia a través de la línea—. Uy, pues está fuerte. Es broma, yo pienso que no deberías preocuparte tanto por eso, ella también tiene una vida y aparte de ti, Mandy, además viaja mucho y se la pasa dando conciertos, entrevistas y cosas así. Tú cálmate, niña, no te va a dejar de hablar. Espero...

—Está bien... gracias por ayudarme, corazón de melón, ahí luego te aviso si me respondió o no —hizo una pequeña mueca al decirlo.

—No empieces de gay, cabrona —bromeó—. Te acabo de decir que no te preocupes por eso ahorita.

—¡No es mi culpa! como sea, eso era todo lo que te quería contar, ya sácate a la verga, tengo cosas que hacer.

—Grosera, yo sí te trato bonito.

Mandy soltó una risita y finalmente cortó la llamada, no sin antes decirle que la quería.

¿Pero ahora que haría? su vida no era tan interesante ni movida como la de sus amistades, lo único que hacía era estar en el celular, hacer necesidades básicas y existir, demasiado inspirador para gente de su edad, claro.

«Soy demasiado para este mundo.»

Era ridículo, su vida era deprimente y ni siquiera cumplía la mayoría de edad todavía, ¿qué sería de ella cuando tuviera que trabajar y salir a enfrentar sus miedos? le causaba escalofríos de tan sólo pensar en ello, era muy mala hablando en público y no sabía qué carrera quería estudiar, ella se consideraba mala en cualquier área, y casi nada le llamaba la atención. Aunque esperaba que no le fuera tan mal, en caso de que su yo del futuro hubiera escogido una carrera, al menos quería ganar una cantidad de dinero decente y suficiente que le sirviera.

Bueno, Mandy hubiera preferido simplemente no crecer y tener esas responsabilidades... o no haber nacido le hubiera ahorrado todas esas preocupaciones, pero no podía hacer nada, sólo le quedaba resignarse y hacer lo que le tocaba, pobrecita.

ARABELLA
lo logré, no me la creo TT
por fin pude terminar este bendito capitulo que llevo haciendo desde octubre, benditas sean las wawas. espero que les guste, no es mucho, pero al menos es algo. TT

𝗮𝗿𝗮𝗯𝗲𝗹𝗹𝗮 ✧ alejandra villarreal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora